Si alguna vez existió, seguro que ya no. La Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (URJC) ha cerrado la comisión que investigaba los supuestos plagios del exrector del centro, Fernando Suárez. La comisión fue anunciada por el propio Suárez el pasado mes de noviembre, en pleno escándalo por los artículos presuntamente copiados por el exdirigente, aunque apenas se ha sabido nada de su actividad.
Ahora, ya ni siquiera funciona, según confirman desde la universidad. Aducen que un tribunal investiga uno de los, al menos, 11 casos de copia. El actual rector, Javier Ramos, entiende que ya no tiene sentido un juicio interno. Asunto zanjado. “La acusación está en los tribunales, el presunto error fue del anterior rector y ya no está en el cargo, por lo que no tiene sentido una comisión de investigación interna”, ha explicado un portavoz a este diario.
La decisión de cerrar la comisión se la trasladó Ramos, presentado en su momento por Suárez como el candidato continuista en las elecciones que siguieron a los plagios (etiqueta que él rechaza), a representantes de Somos Sindicalistas durante una reunión reciente a preguntas de su portavoz, Miguel Ángel Lorenzo.
El cierre de la comisión de investigación significa que los plagios del exrector (al menos 11 documentados por este diario) no tendrán ninguna consecuencia a nivel interno. La universidad alega que el caso está en los tribunales –un juzgado de lo Mercantil investiga los plagios tras la denuncia de un exdecano de la Universidad de Barcelona supuestamente copiado– y que “en caso de que haya sentencia condenatoria la universidad acatará lo que diga la Justicia”.
La sentencia podría tardar “entre dos o tres años”, según el denunciante. Mientras tanto, Suárez sigue dando sus clases de Historia del Derecho, al menos este curso.
“Son dos procedimientos distintos”, se indignan Lorenzo y Paz Moreno, de Somos Sindicalistas. “Una cosa es que no cumplas con tu cometido y otra que cometas un delito. Se pueden hacer las cosas mal sin llegar a cometer ningún delito. Pero es lo que vemos siempre. El colegueo. Se ponen de acuerdo, se dan los puestos, se tapan entre ellos. Luego van acallando las noticias como pueden”, lamentan.
Fuentes conocedoras del caso explican además que lo más probable es que las posibles infracciones hayan prescrito cuando salga la resolución del juez. “Los plazos judiciales son distintos a los laborales”.
A nivel interno, si la comisión hubiera considerado a Suárez culpable de algún tipo de falta, podría haber afrontado un castigo en función de la severidad. Una falta leve suele conllevar un apercibimiento; una grave, la suspensión de empleo y sueldo durante un tiempo; y una muy grave, lo mismo, pero durante más tiempo o incluso de manera permanente, según fuentes universitarias. Suárez tiene cuatro sexenios de investigación aprobados, en parte al menos gracias a los textos que supuestamente ha plagiado.
Nota: La gerente de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, María Teresa Sánchez Magdaleno, no continúa como imputada como se informó el pasado 14 de octubre ya que el juzgado de Instrucción número 1 de Móstoles había dispuesto el sobreseimiento libre sobre ella anteriormente. De esta manera, quedaron declaradas terminadas las actuaciones contra Sánchez Magdaleno por desobediencia y no continúa la causa como se decía por error.