El riesgo de abuso de Internet por el Covid-19 crece entre quienes viven solos

El riesgo de un uso abusivo o adictivo de Internet durante el confinamiento derivado de la pandemia por Covid-19 crece entre quienes viven solos, pero para el resto de personas, que comparten la vivienda con más familiares o con niños pequeños a su cargo, “no resulta tan fácil zafarse de la cotidianidad”.

“Hoy en día existe un uso generalizado de Internet, que afecta a todas las edades, y cada vez utilizaremos más las tecnologías para casi todos los aspectos de la vida, pero para que ese uso se convierta en adicción se requieren otros componentes, como que se utilice para calmar emociones y no afrontar problemas”, según ha explicado a Efe la psicóloga e investigadora Ana Estévez.

Esta profesora en la Universidad de Deusto, quien investiga desde hace dos décadas las adicciones sin sustancia, entre ellas el uso abusivo de internet y las redes sociales, o el juego patológico, ha analizado los riesgos del incremento de adicciones a internet con motivo del estado de alarma declarado por la pandemia de coronavirus.

Estévez también es miembro del Consejo Asesor de Juego Responsable de España, ha comparecido como experta en la Comision Mixta para el Estudio del Problema de las Drogas en el Congreso de los Diputados y ha recibido numerosos premios y distinciones tanto por su actividad investigadora como docente.

Según ha opinado, la actual situación de confinamiento es “excepcional, nunca antes se había conocido y nos cambiará, pero no sabemos cómo”, y ha resaltado que “lo más importante” en relación a las tecnologías es “constatar que, en ese escenario, su uso nos acerca y nos comunica con quien está lejos”.

“Utilizamos mucho la tecnología, cada vez más, para estudiar, consultar, leer, ver películas, redes sociales...y en este momento, también para ponernos en contacto con otros”, afirma Estévez, pero la alerta de una posible adicción salta “cuando interfiere con la vida, se usa como calmante de emociones y perjudica la relación familiar, de pareja, el trabajo o los estudios”.

Ha mantenido que, en la actual situación, las personas que viven solas “corren el riesgo” de caer en un uso abusivo de internet, frente a quienes comparten el domicilio con más personas y “no tienen tan fácil zafarse de la cotidianidad”, aunque ha precisado que depende de las circunstancias de cada uno.

Entre estas circunstancias ha citado como ejemplo a las personas adictas al juego presencial -en casinos o salas de tragaperras- y ha considerado el confinamiento como una “oportunidad única para dejarlo y aprender a vivir la vida, que es complicada, sin huidas”.

Sobre la posibilidad de sustituir el juego presencial por el juego “online”, Ana Estévez ha precisado que esta última modalidad “deja pistas” ya que se necesita facilitar el DNI y una tarjeta de crédito, por lo que cuando se revisan las cuentas familiares “se ve el agujero”, principalmente si lo ha originado un adolescente.

“Esta adicción es más fácil de detectar, y si se detecta se puede atajar”, ha dicho, a la vez que ha advertido que el juego presencial también se puede sustituir por algunos videojuegos que han incorporado a su diseño “aspectos muy similares a las máquinas tragaperras, y eso es peligroso”.

Sobre la prohibición acordada por el Consejo de Ministros de la publicidad del juego mientras dure el estado de alarma, en cualquier soporte con la excepción de la franja horaria de la una de la madrugada a las cinco en televisión, la investigadora ha considerado que se trata de “una buena noticia”.

“Los medios de comunicación tienen una función pedagógica durante el confinamiento y si después de aconsejarnos contra el Covid 19 no dicen los fácil que es ganar dinero con el juego, los jóvenes y adolescentes no distinguen, y confían en lo que les están diciendo”, ha expuesto.