Crisis mundial del agua: los ríos del mundo se están secando al ritmo más preocupante de los últimos 30 años, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Su último informe sobre recursos hídricos también alerta sobre el bajo nivel de los acuíferos en varios puntos, entre ellos, el sur de Europa y señala concretamente a España por “los casos de sobreexplotación” del agua subterránea.
La revisión de la OMM muestra que, en 2023, el 45% del territorio de las cuencas fluviales del mundo estuvo más seco o mucho más seco que su media histórica. Si se mira a los últimos 33 años, se comprueba cómo el porcentaje de cuencas y terreno cuyos ríos llevan menos agua de lo normal va en aumento. En 1991 era el 19% y la línea va en ascenso (con sus picos y valles) hasta llegar a este 45%. “Han tenido las condiciones más secas en 33 años”, explica el informe. Los anteriores cursos más secos fueron 2021 y 2015.
La situación revela un “alto estrés sobre los recursos hídricos”, resume la OMM, “con cinco años consecutivos en los que los ríos tienen caudales por debajo de la media así como las entradas de líquido a los embalses”. En sus conclusiones subraya que esta escasez “afecta a las poblaciones, la agricultura y los ecosistemas”. Y le añade la “pérdida de masa en los glaciares más acusada en 50 años”.
A esto hay que añadirle el caos hídrico que está aportando la crisis climática: 2023 fue el año más caluroso medido en el planeta (las altas temperaturas evaporan más agua y obligan a las plantas a consumir más líquido); hubo sequía y olas de calor distribuidas por el globo y se registraron episodios de lluvia torrencial que causaron inundaciones mortíferas en Europa y en España.
Guadalquivir y Guadiana, entre los secos
Los ríos que más están padeciendo la escasez de agua están en América. De norte a sur del continente casi sin excepción –solo se salva Alaska, matiza el documento–, los cursos han desembocado menos (o mucho menos) líquido de lo esperable al mar. La cuencas del Misisipi, el Colorado y el Ohio, en Norteamérica y “casi todas” las cuencas de Centroamérica y Suramérica. El Amazonas, por ejemplo, registró su nivel más bajo desde 1902 a la altura de la ciudad brasileña de Manaos.
Entre los ríos que llevaron más agua del promedio, el informe destaca el Danubio y en Dniéper así como las cuencas de la costa este de África. Dentro del mapamundi de zonas naranjas, es decir, con menos agua, aparecen las cuencas del Guadalquivir y el Guadiana en España. Entre las azules con mas caudal del habitual las cuencas cantábricas y gallegas.
Acuíferos esquilmados
Además de las aguas en la superficie, el informe también se fija en las aguas bajo tierra: los acuíferos –al fin y a cabo el 99% de los recursos líquidos del planeta son subterráneos–. Los niveles estuvieron por debajo o muy por debajo de lo normal en América del Norte, especialmente el oeste de los Estados Unidos, también en el centro y norte de Chile, el oeste y suroeste de Brasil, Australia, Centroeuropa y el sur de Europa. Aquí se nombran a España, Portugal y buena parte de Francia.
“No es sencillo identificar las causas que marcan las tendencias regionales de los acuíferos porque estos dependen tanto de variables climáticas como antropogénicas”, explican los técnicos. Si no hay precipitaciones, los niveles de agua subterránea caen porque no se recarga el depósito bajo tierra, evidentemente. Pero hay casos donde el desplome de los acuíferos no tiene relación con la lluvia sino con “décadas de sobreexplotación”, como en Chile o Jordania, indica el informe.
Pero también se dan circunstancias en las que se juntan tanto las sequías como el bombeo excesivo para regar. “Se combinan los factores climáticos y humanos”. En este sentido se apunta a la falta de lluvias en California agregada al alto nivel de extracción de agua. Y se subraya que Europa “se ha visto afectada por varias sequías en los últimos años, pero hay sobreexplotación de acuíferos, sobre todo, en el sur del continente”. ¿Da ejemplos la OMM? Francia, Hungría y España.