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Rubiales, tras la decisión del TAD: “Repito que hubo consentimiento por ambas partes en los cariñosos abrazos y en el pico”

Una semana después de atrincherarse en el puesto y decir, hasta cinco veces ante la Asamblea de la Federación Española de Fútbol, que no va a dimitir, siete días después de haber sido suspendido por la FIFA y de que 80 futbolistas españolas, entre ellas las 23 campeonas del mundo, hayan amenazado con no volver a la selección mientras no haya cambios relevantes, Luis Rubiales ha roto su silencio, tras la resolución del Tribunal de Arbitraje del Deporte que ha abierto un expediente por falta grave, por su comportamiento en la final de la Copa del Mundo.

La decisión del tribunal impide al Consejo Superior de Deportes (CSD) inhabilitarlo, aunque el Gobierno ya ha anunciado que se dirigirá al TAD para que sea este el que lo inhabilite de forma cautelar. Entretanto, Rubiales, al que todos los presidentes de las federaciones territoriales han pedido su dimisión, se niega a renunciar y anuncia que seguirá defendiendo su inocencia.

En un comunicado remitido a los medios, asegura que él mantiene una única versión: “La espontaneidad y felicidad del histórico momento, nos llevó a realizar un acto mutuo y consentido producto del gran entusiasmo. En ningún momento hubo agresión alguna, es más, tan siquiera hubo la más mínima incomodidad, sino un júbilo desbordante en ambos. Repito: con consentimiento de ambas partes, tanto en los cariñosos abrazos como en el pico y posterior despedida llena de afectuosos gestor mutuos, que se produjeron en la tarima de entrega de metallas”.

La versión de Rubiales choca con la que ha dado la jugadora Jenni Hermoso, quien ha asegurado que el beso no fue consentido y que se sintió agredida. En línea con los vídeos de celebraciones en el avión, dónde se ve a Hermoso riéndose junto a sus compañeras celebrando el título, que la defensa de Rubiales ha remitido a la FIFA como supuesta prueba de que la futbolista no dice la verdad, el presidente inhabilitado de la Federación apela ahora a los gestos de felicidad de Hermoso para tratar de desacreditar su testimonio.

Rubiales se considera víctima de un “linchamiento político y mediático sin precedentes”, que según él ha tenido lugar, “no solo a nivel nacional sino mundial”. Y sostiene que ha sentido “el apoyo creciente de la gente en la calle y en las redes sociales”. “Siento que algo ha cambiado y ante una injusticia y un juIcio público tan espurio, el ciudadano de a pie, mujeres y hombres por igual se han unido. Quiero agradecerlo aquí y ahora, es el momento de darle las gracias infinitas por su inmenso apoyo, por creerme y por no dejarse llamar por esta campaña fabricada en mi contra”.

Su comunicado alega, en la parte final, que su caso “no va de géneros, va de verdad”. Y advierte que “en nombre del feminismo no se debe tratar de hundir a un hombre –ni a una mujer– sin un juicio justo”.

Recalca que no va a dimitir, como le piden los presidentes de las federaciones territoriales, el Gobierno y las integrantes de la selección campeona del mundo, y que va a defenderse ante la FIFA y ante el TAD, pese a lo que el denomina “presiones interesadas y brutales” en un asunto “que se ha sacado de contexto por otros motivos”.