Era el quinto Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud en apenas tres meses y el primero con carácter monográfico para abordar la situación de la Atención Primaria. Sanidad y las comunidades autónomas se han reunido este viernes en un encuentro que la titular del ramo, Mónica García, ha definido como “muy productivo”. “En todo momento ha habido un tono cordial, mucho diálogo y una riqueza en las intervenciones de todos los consejeros y consejeras y el ministerio, que compartimos preocupaciones y diagnósticos”, ha señalado la ministra en una rueda de prensa.
De este Consejo Interterritorial salen varios compromisos. Varias comunidades autónomas habían solicitado al ministerio que se ampliaran el número de plazas de formación sanitaria especializada, los MIR, para medicina familiar y comunitaria. Si bien es Sanidad quien convoca esas plazas, son las comunidades autónomas quienes tienen que garantizar que los residentes reciben la formación adecuada. “Son las comunidades las que tienen que ofertar las plazas y, desde el ministerio, nos ponemos a estudiar pormenorizadamente las singularidades de cada comunidad y por qué no son capaces de incrementarlas”, ha explicado García, que ha señalado problemáticas como “la atención rural, la falta de atractivo de la especialidad o las propias infraestructuras”.
No obstante, la ministra ha señalado que el remedio para la falta de profesionales no está solo en crear nuevas plazas MIR, sino en tapar los agujeros por los que se escapan médicos y médicas. “Tiene que haber un segundo compromiso, que es que esos profesionales sean bien cuidados, tengan un marco de trabajo estable y unas condiciones dignas, para que sus vocaciones no se vayan por el sumidero”, ha señalado. En concreto, la ministra ha dado dos datos preocupantes: el 9% de los residente de medicina familiar y comunitaria abandonan la especialidad antes de terminar y entre el 30 y el 90%, según la zona geográfica, lo hacen después de acabar su formación.
“No sirve generar profesionales en un entorno de trabajo que expulsa al talento”, ha insistido García, que ha reconocido, no obstante, que no se empieza de cero. Del millar de médicos y médicas de familia que se proyectaban en 2018, hay ya operativos 720, gracias a un esfuerzo que ha atribuido a las comunidades y al ministerio. “Desde ese año se ha dado un giro al volante y se han puesto las primeras piedras para salir del hoyo y no ir hacia ese precipicio que nos llevaría a perder la piedra angular de nuestro Sistema Nacional de Salud”, ha dicho.
Preguntada por medidas concretas para retener ese talento, García ha señalado que son las comunidades autónomas las competentes en esta materia. “Ocho han puesto medidas para fidelizar talento, con contratos de más de dos años, interinidades o contratos fijos, que es una cosa que se podría extender”, ha propuesto, a la vez que ha apuntado hacia medidas como la desburocratización o la digitalización, con apuestas como la autojustificación de la ausencia laboral de hasta tres días, o autobaja. “Estamos estudiando esa medida, que no es nueva ni innovadora, y que los profesionales llevan pidiendo desde 2010, porque es fundamental para hacer atractiva y dar valor a la relación médico-paciente”, ha insistido.
Además de ese compromiso de revisar las acreditaciones y mejorar las condiciones de trabajo de los profesionales, del Consejo Interterritorial ha salido el impulso para completar el registro estatal de profesionales que, pese a que se puso en marcha hace más de una década, aún no está completo. Según datos del ministerio, falta por incorporar un 30% de esos profesionales, lo que permitiría saber dónde están y dónde hacen falta.
Por último, la ministra ha propuesto a las consejerías la creación de una comisión permanente de atención primaria, en el seno del Consejo Interterritorial, desde la que trabajar en el plan integral 2024-2025, a la vez que ha celebrado los “avances significativos” respecto a la primera estrategia. “De las 52 acciones del plan (anterior), más de un 60% están en un estado avanzado o finalizadas”, ha señalado. Ya a la entrada de la reunión, García se había mostrado optimista y en la senda de la “recuperación” ante este primer escalón asistencia, “muy debilitado por las políticas del PP”.
Esta reunión se produce la misma semana en la que se han conocido los datos del Barómetro Sanitario de 2023. La encuesta, elaborada por el Centro de Investigaciones Sociológicas, muestra una valoración positiva de la Atención Primaria en un 81,4% de los casos, con una nota de 6,37 puntos en el caso de las consultas y un 6,35 en las urgencias. Sin embargo, solo el 21,1% de los pacientes fueron atendidos en el día o al día siguiente de solicitarlo. De hecho, las personas que tuvieron que esperar más de una jornada, porque no había cita, tardaron, de media, 9,12 días en ser vistos. Más de una semana sin la atención sanitaria que requerían.
Además, el barómetro preguntaba por la importancia que los ciudadanos dan a determinadas medidas. La nota más alta, un 9,1, la obtuvo el valor que los pacientes le dan a ser siempre atendidos por el mismo profesional. Un resultado que se conoce apenas unas semanas después de que la Comunidad de Madrid se abriese a permitir deambular por los centros de salud en los que se encuentren huecos disponibles si la población no tiene uno asignado o está saturado.