El año 2023 comenzó con protestas, amagos y convocatorias de huelga sanitarias y varias comunidades autónomas a cuenta del estado de una atención primaria saturada. En pleno año electoral, los conflictos fueron resolviéndose con compromisos, planes y algunas mejoras, pero un año después, los presupuestos autonómicos muestran la realidad de la inversión: en 2024 solo hay previsto gastar, de media, siete euros por habitante más que el ejercicio anterior. Pero no solo eso, la antigua demanda de destinar un 25% del gasto sanitario a este primer escalón asistencial continúa lejos, casi inamovible. Solo se acerca tres centésimas, hasta el 15,02%, según el último informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp).
“Es bastante desolador. Realmente, ahora hay el conocimiento de que existe un problema y que la financiación es esencial. Entonces, ¿cómo es posible que haya estos incrementos tan insignificantes?”, lamenta la vicepresidenta de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), Susana Aldecoa. “Sigue siendo una inversión bastante reducida y lejana de la aspiración del 25%, a la que parece que han renunciado. Las reivindicaciones de hace un año, no se han plasmado en los presupuestos”, coincide el presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), José Polo.
Según los datos recogidos por la Fadsp, que pueden verse en la siguiente tabla, hay tres comunidades autónomas que han presupuestado menos inversión por habitante que en el ejercicio anterior. Son La Rioja, que pasa de 332 euros a 324; Asturias, de 362 a 307 euros; y Galicia, de los 276 a los 274 euros. Precisamente, en esta última, miles de personas salieron a la calle el domingo para defender la sanidad pública ante lo que la plataforma SOS Sanidade Pública considera una situación “lamentable” con “listas de espera absolutamente inaceptables”. Catalunya, Castilla y León y Navarra han prorrogado sus cuentas.
Como se aprecia en la tabla, a la cola de inversión por habitante en atención primaria está Madrid. La situación en la Comunidad se repite año a año y, aunque el acuerdo entre la consejería y los sindicatos para desconvocar una huelga que se alargó durante 123 días supuso un alivio para algunos profesionales, que vieron reducida su agenda –principalmente en los centros que estaban en condiciones más óptimas– en otros ambulatorios la situación ha continuado agravándose. A finales de enero, por ejemplo, renunció el último médico que quedaba en el turno de tarde del centro de salud de Puente de Vallecas.
Esas protestas, que se replicaron en 2023 en zonas como Madrid, pero también Andalucía, Cantabria, Catalunya, Aragón, Extremadura o Navarra provocaron “cierto movimiento”, sobre todo en lo relativo a “reivindicaciones sindicales históricas” que suponen algunos parches pero que, a juicio de Polo, no llevaron a “medidas importante de calado” que esperaban que se plasmaran en estos presupuestos.
“Indudablemente, los datos están lejos de lo que la situación requiere”, considera el vicepresidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Higinio Flores, que señala que “la falta de inversión que ha habido durante décadas en Atención Primaria se ha ido recrudeciendo con las diferentes crisis económicas y sanitarias, hasta llegar a un nivel que es prácticamente insostenible”. Para abordar la situación, el ministerio de Sanidad ha convocado este viernes a las Comunidades Autónomas a un pleno monográfico del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
“Habría que analizar la situación en cada lugar, aunque es similar en cuanto a la pérdida de calidad”, indica Flores. Este médico de familia considera, no obstante, que las soluciones son multifactoriales y que la situación que muestran los datos debe analizarse con perspectiva. Él es presidente de SEMG Andalucía, una de las comunidades donde el salto porcentual en inversión respecto al gasto sanitario total es mayor, del 15,4 al 18,5%, pero advierte que “hay que tener en cuenta el punto de partida, que era mucho más bajo que en otras”. La Junta, explica, está “haciendo esfuerzos” en adaptar los centros de salud a las nuevas necesidades, construir nuevas infraestructuras e impulsar la salud digital, pero “quizá haya que destinar una parte de esos presupuestos a otras parcelas, como mejorar las condiciones laborales”, explica el médico.
Las diferentes sociedades médicas han ido haciendo llegar a las consejerías de sanidad sus propuestas de cara a la reunión de este viernes. Algunas son reivindicaciones sobre todo en el plano laboral, enfocadas a retener profesionales. Y otras tienen que ver con la parte estructural y el reparto de tareas. “Hay muchas cosas que se puedes hacer para rebajar la presión en un tiempo relativamente corto”, explica Aldecoa, que pone como ejemplo la desburocratización, la creación de la figura del administrativo sanitario o que las funciones de enfermería se adecuen a las de otros países de nuestro entorno.
El Foro de la Profesión Médica y el de Médicos de Atención Primaria han emitido este martes un comunicado en el que reclaman al Consejo Interterritorial que apueste por nuevos modelos de contratos, mejoras en la conciliación y tener en cuenta los puestos de difícil cobertura para mantener este primer escalón asistencial como “el eje integrador del sistema sanitario”.
Con todo, no puede valorarse la inversión de todas las comunidades con los mismos criterios. Porque, ¿rinde lo mismo un euro en todas las zonas geográficas? La respuesta es no. “La sanidad es más cara en la España vaciada que en Madrid donde hay mayor agrupación, la población es más joven y se utilizan más los servicios privados”, indica Aldecoa. Polo, que es médico en Cáceres, pone el ejemplo de Extremadura, donde “se ha hecho un esfuerzo durante años” para que sea un recurso cercano ante la gran dispersión. Esta es la comunidad que más ha presupuestado por habitante para 2024: 402 euros.
El portavoz de la Fadsp, Marciano Sánchez Bayle, ha calificado la situación presupuestaria de “preocupante” y ha lamentado que la Primaria sea “la hermana pobre” de la sanidad. Durante la presentación del informe, ha reclamado que se garantice la atención en los centros de salud en un máximo de 48 horas. Algo que no ocurre en la mayoría de los casos. De hecho, el 60% de la población dice que espera más de una semana.
Gráficos elaborados por July Jara.