Sanidad abre el debate sobre la cuarta dosis para toda la población aunque los expertos creen que no está justificada
Ni habrá cuarta dosis general de la vacuna contra la COVID –por el momento, al menos– ni la ponencia de vacunas la ha recomendado ni hay pruebas de que sea necesaria. “No hay evidencia científica alguna [que justifique esta medida] ni por tanto se puede recomendar”, resume Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología y jefe de Epidemiología del Servicio Canario de Salud.
El segundo pinchazo de refuerzo se quedará de momento como estaba: para mayores de 80, para personas inmunodeprimidas y para usuarios de residencias, tal y como se aprobó la semana pasada, según confirmó el Ministerio de Sanidad.
Los expertos aseguran que por el momento no es necesaria la segunda dosis de refuerzo (cuarta en total) para toda la población. “La veo necesaria para grupos vulnerables que necesitarán estar más protegidos frente a las posibles variantes”, opina Inmaculada Cuesta, enfermera jubilada y miembro del grupo técnico de trabajo de la vacunación frente a la COVID-19 del Ministerio de Sanidad, “pero en cuanto a la población general de momento estamos bien como estamos”, añade.
Sonia Zúñiga, viróloga del Centro Nacional de Biotecnología, ha explicado al Science Media Center España que “habrá que ver si representa una ventaja en el resto de la población. En este momento no parece que la utilidad de una cuarta dosis en toda la población vaya a ser muy elevada, dado que ya se está protegido de la enfermedad severa, como demuestran los números actuales constantes de hospitalizaciones e ingresos en UCI”. Además, la alta circulación del virus estas semanas, en general con síntomas leves, está reforzando la inmunización general, “con lo que no tendría mucho sentido darles una cuarta dosis en el otoño-invierno”, explica aludiendo a que se recomienda que pasen seis meses entre la infección y un pinchazo de refuerzo.
Primero sí, luego no
Este jueves ha sido un día confuso. La ministra Darias generó un pequeño caos al anunciar por la mañana en La Sexta que habría una cuarta dosis para toda la población. La frase de la responsable de Sanidad no dejaba mucho lugar a la interpretación: “Habrá cuarta dosis para toda la población, así lo ha decidido la Comisión de Salud Pública; lo que falta es decidir cuándo. Probablemente, una fecha que se pueda barajar como posible sea en torno al otoño, y también porque estamos esperando para esas fechas la llegada de nuevas vacunas adaptadas a variantes, como así está en los contratos que hemos firmado el Gobierno de España a través de la Unión Europea con las compañías farmacéuticas”, explicó.
La noticia saltó a las portadas de los medios porque era una novedad: lo único aprobado en este momento es una dosis de refuerzo para personas inmunodeprimidas y para mayores de 80 años. También era incorrecta, aunque el Ministerio tardaría cuatro horas en matizarla.
Antes ya habían salido voces negando a la ministra. Fuentes tanto de la ponencia de vacunas como de la Comisión de Salud Pública explicaron que lo aprobado no era la cuarta dosis universal sino la adquisición de vacunas para cubrir a toda la población en caso de que en algún momento se decida que sí hace falta un nuevo pinchazo para todos.
Sanidad deslizaba por la tarde, sin embargo, que toda la población recibirá una cuarta dosis, aunque los grupos técnicos (y políticos) que deben proponer y aprobar esta decisión ni siquiera lo han tratado.
Miembros de la ponencia de vacunas sostenían que este grupo de expertos no había realizado ninguna propuesta de modificación de la estrategia, paso previo a que la Comisión de Salud Pública la modifique. Ni se había propuesto cambiarla ni de hecho se había hablado de ampliar las cuartas dosis a la población general.
La evidencia israelí
“El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) y la Agencia Europea del Medicamento (EMA) emitieron un informe conjunto el 6 de abril en el que se revisa la evidencia científica sobre la necesidad y beneficios potenciales de administrar esta segunda dosis de recuerdo (o cuarta dosis). A partir de la evidencia disponible, procedente de Israel, ambas agencias acordaron que se puede administrar una cuarta dosis (o un segundo refuerzo) a adultos de 80 y más años, si bien no hay una evidencia de que esta vacunación sea necesaria por debajo de esta edad”, argumentaba el último documento elaborado por la ponencia, de la semana pasada. “No hay evidencia clara que respalde el uso inmediato de una cuarta dosis”, sostienen las agencias europeas.
Además de no existir evidencia, la situación específica española no es preocupante, continúa el documento: “Se observa una elevada tasa de incidencia con impacto bajo en hospitalización en la población de 60 y más años de edad y en las residencias de mayores”. Según ese informe, todos esos grupos de edad presentan tasas de ingresos hospitalarios y en la UCI inferiores hoy que en las primeras semanas del año.
Toda la evidencia apunta en la misma dirección. Los informes sobre la efectividad vacunal (EV) respaldan el razonable funcionamiento general de las vacunas, que van perdiendo algo de eficacia con el tiempo y la edad. “La EV frente a enfermedad grave se mantiene elevada, observándose una leve disminución de la EV frente a hospitalización con el tiempo, sobre todo en las personas de 80 y más años de edad”, explica el informe aprobado por la Comisión de Salud Pública, que matiza que la variante ómicron tuvo cierto impacto en este factor, pero a la vez recuerda que una dosis de refuerzo consiguió levantar los índices de anticuerpos “hasta niveles similares a los observados al inicio del programa de vacunación”.
Desde Europa llegan mensajes similares, aunque las autoridades están pidiendo a las agencias correspondientes que revisen sus indicaciones al respecto. La comisaria europea de Salud, Stella Kyriakides, explicaba este martes ante los ministros de Sanidad de la UE la posición del Ejecutivo comunitario sobre las dosis de refuerzo: “Hemos pedido al ECDC y a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) que actualicen la recomendación sobre dosis de refuerzo adicionales antes del período invernal”, decía la chipriota: “Esperamos que sea necesaria la dosis de refuerzo en grupos con mayor riesgo de enfermedad grave, como los mayores de 60 años o poblaciones médicamente vulnerables”.
“Mientras tanto”, decía Kyriakides, “seguimos instando a los ministros a que continúen vacunando a aquellos que aún no han completado la pauta completa y la primera dosis de refuerzo antes de la temporada de otoño e invierno”. Sin ir específicamente dirigido a España, este último comentario apela a nuestro país: se habla de la cuarta dosis cuando casi la mitad del país no se ha puesto la tercera (hay un 47% sin el refuerzo).
La comisaria de Salud también se refirió a la evolución de las vacunas y la posibilidad de que las próximas en llegar estén adaptadas a las diferentes variantes del SARS-CoV-2: “Estamos trabajando intensamente con los fabricantes para adaptar el suministro de vacunas y asegurar una optimización de las condiciones de oferta y demanda de las vacunas. Esto significa un aplazamiento de las entregas de dosis para después del verano, cuando los Estados miembros probablemente las necesitarán, y con suerte en forma de vacunas adaptadas si se autorizan”.
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