La lluvia respeta y la procesión de la Borriquilla del Domingo de Ramos puede salir en Logroño

Con un ojo puesto en el cielo ante la lluvia que caía débilmente después de la tormenta de anoche y con los estandartes de las cofradías cubiertos de plástico, pero la procesión de la Borriquilla ha podido salir a procesionar este Domingo de Ramos en Logroño. Muchos ramos y palmas, especialmente entre los niños y niñas y algunos llenos de chucherías, han llenado la Plaza del Mercado antes de la salida de la Borriquilla, el paso de la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén.
Comienza así una semana llena de actos por toda la capital ya que, desde el Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección, once cofradías en dieciséis procesiones salen a la calle, rememorando en veinte pasos procesionales la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. La Semana Santa logroñesa, además, está declarada de Interés Turístico Nacional.

Pasadas las 11,30 horas y con el repicar constante de las campanas, el paso de La Borriquita ha partido desde el templo, acompañado por parte de la Corporación del Ayuntamiento de Logroño , y por una nutrida representación de cofrades y familias. La organización corre a cargo de la Hermandad de Cofradías de Logroño y la cita ha comenzado con la Misa de Cofrades en la Concatedral de La Redonda. Acto seguido, sobre las 11,15 horas, se ha realizado la Bendición de los Ramos en la Plaza del Mercado y, finalmente, ha salido la procesión.
La procesión de este Domingo de Ramos ha recorrido la calle Portales, Muro del Carmen, Muro de la Mata, Bretón de los Herreros, Capitán Gallarza, y de nuevo Portales hasta regresar a La Redonda. Todo ello acompañado por los toques y marchas típicos de la Semana Santa que, con sus sonidos, envuelven a la ciudad dentro del ambiente litúrgico.

El paso del Domingo de Ramos
El paso que ha salido este Domingo de Ramos en la primera procesión de la Semana Santa logroñesa representa iconográficamente el momento en el que Jesús entra triunfante en Jerusalén a lomos de una borriquita, entre las aclamaciones del pueblo que lo recibe con palmas.
El conjunto se compone de cuatro figuras, la principal de Jesús en la borriquita, un niño que observa el paso del Señor, una joven que extiende un manto a los pies y una mujer con un niño en brazos que aclama a Jesús con una palma en la mano.
El paso e adquirido por la Hermandad de la Pasión y del Santo Entierro en 1947 en los talleres del Arte Cristiano de Olot, siendo el autor del molde de la figura de Cristo y la borriquilla Jaime Martrus y Rieira. Joaquín Clarés realizó el resto de las figuras. Se incorporó por vez primera a la Procesión de Ramos en 1948, con la intención de acercar al Señor a todos los niños de las Cofradías y los colegios. Hubo un tiempo en que filas de escolares, algunos con sus uniformes, acompañaban con sus profesores a este paso.
Fue portado por primera vez por la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén en la Semana Santa de 1975. Desde las primeras andas sobre ruedas, pasó a unas nuevas equipadas para 12 hermanos que lo llevaban en sus hombros, las cuales, tras diversas actuaciones, permiten ser portadas por treinta cofrades. En 2002 se incorporan al paso cuatro ricos faroles de plata, así como potencias de oro para la imagen del Señor.
Al año siguiente se añaden catorce cartelas de plata en los laterales del paso. De este modo se renueva el paso tras la restauración acometida a las figuras por parte de José Luis Martínez Benito.


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