Los primeros siete casos analizados por el Centro Nacional de Microbiología de muestras tomadas a pacientes con sospechas de tener viruela del mono han dado positivo. Lo ha confirmado la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en una entrevista en La Sexta, en la que ha calificado los resultados de “preliminares” a la espera de la secuenciación genética.
La Comunidad de Madrid elevó en la tarde del miércoles el número de sospechosos a 23 en Madrid. El Ministerio de Sanidad lanzó este martes una alerta y las primeras informaciones situaban en ocho a los pacientes con síntomas compatibles con esta enfermedad muy poco frecuente causada por un virus endémico de África central y occidental.
Evolucionan bien y se encuentran aislados en sus domicilios, “aunque se debe mantener una vigilancia estrecha ya que pueden llegar a requerir ingreso hospitalario”, dice la Consejería de Sanidad en un comunicado, en el que confirma también que todo apunta a que la transmisión se ha producido por contacto con mucosas durante relaciones sexuales, pese a que suele producirse por vía aérea. Los 23 posibles contagiados son adultos jóvenes, según ha explicado la directora general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid en una entrevista en la Cadena Ser.
La voz de alarma se lanzó este martes tras confirmarse tres casos en Portugal, mediante PCR, además de dos pendientes de confirmación y 15 en investigación en el país vecino. Reino Unido fue el territorio que alertó del primer caso en Europa y después confirmó la existencia de un brote que ya afecta a nueve personas. Cuatro de ellos no tienen historia de viaje a zona de riesgo, según Sanidad. “No es probable que vaya a tener una transmisión importante, pero no lo podemos descartar”, ha asegurado Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.
La viruela es una enfermedad totalmente erradicada, pero no así la llamada viruela del simio. Se trata de un ortopoxvirus similar al virus Variola (el agente causante de la viruela) que puede saltar de roedores y primates que actúan como reservorio natural a humanos. El virus es endémico del continente africano, pero la enfermedad que causa es muy rara en Europa. Los casos documentados hasta la fecha fuera de África, desde que localizó el primero en el mundo en 1970 en la República Democrática del Congo, se han asociado a casos importados o en contacto con animales importados, según el Ministerio de Sanidad.
La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) confirmó el primer caso con viruela del simio el pasado 7 de mayo en Londres. El paciente tenía antecedentes de viajes recientes desde Nigeria, donde se sospecha que contrajo la infección antes de viajar a Reino Unido. No se ha conseguido trazar un vínculo epidemiológico entre la mayoría de los casos: el 14 de mayo se confirmaron dos más (convivientes), otros cuatro el 16, y dos más este miércoles 18, lo que hace pensar que hay varias cadenas de transmisión que no están identificadas.
Los síntomas
Los síntomas en humanos son parecidos a los de la viruela, pero se caracterizan sobre todo por una llamativa erupción en la piel (llamado exantema vesicular), además de fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, linfadenopatías y cansancio. “Suele producir una enfermedad autolimitada y la mayoría de las personas se recuperan en varias semanas. Sin embargo, en algunos casos puede producirse una enfermedad grave”, informa el Ministerio de Sanidad, que explica también que no hay vacuna ni tratamiento específico disponible, más allá del sintomático. “La transmisión de persona a persona es limitada, en general”, añade el equipo que dirige la ministra Carolina Darias en una nota informativa.
La alerta de Sanidad marca, además, que se cumpla uno de los tres siguientes criterios: que haya tenido contacto con un caso diagnosticado en los 21 días anteriores, sea “un hombre que tenga sexo con hombres” o haya viajado a “África occidental o central en los 21 días anteriores al inicio de los síntomas”, según El País.
La enfermedad suele durar de 2 a 4 semanas y se cree que la transmisión es producida a través de la saliva o excreciones respiratorias, o por contacto con el exudado de la lesión o el material de la costra. La excreción viral a través de las heces también puede representar otra fuente de exposición, según explica el catedrático en Microbiología Raúl Rivas González en The Conversation. El período de incubación de la viruela símica suele ser de 7 a 14 días, pero puede reducirse a 5 y elevarse a 21 días.
El primer caso humano conocido fue notificado en agosto de 1970 en Bokenda, una aldea en la provincia ecuatorial de la República Democrática del Congo. Se trataba de un niño de nueve meses. Como precedente, Estados Unidos registró un brote en 2003 con más de 30 afectados. El origen estaba en la importación de un cargamento de animales, roedores exóticos, de Ghana a Texas.
*Corrección: en la primera versión de esta información se incluía que los siete confirmados formaban parte de los 23 sospechosos pero es incorrecto. Son cifras separadas.