La ministra Carolina Darias ha comparecido tras la reunión semanal que mantiene con los consejeros autonómicos de su rama, el Consejo Interterritorial. En él se ha analizado la situación epidemiológica y también la evolución del proceso de vacunación, y se ha mantenido la decisión de administrar las dosis de AstraZeneca solo a adultos de hasta 55 años. Los consejeros de Madrid y Andalucía han pedido, ya lo hicieron en la Comisión de Salud Pública de la semana pasada en la que se tomó la decisión, que se aumente hasta 65. Pero Darias defiende esperar a que haya más datos públicos sobre mayores de 65, especialmente a los resultados del ensayo clínico que se realiza ahora en EEUU, por no haber datos suficientes para esa franja de edad. Podría estar para “finales de marzo”, prevé. Esa decisión fue aprobada por mayoría, aunque no hubo consenso absoluto, también se opusieron Catalunya, Castilla y León y Aragón.
Esta misma mañana, Sanidad ha presentado la nueva actualización de la estrategia de vacunación, que incluye a los trabajadores esenciales y a grupos de sanitarios y sociosanitarios que no estaban contemplados hasta ahora y que recibirán dosis de AstraZeneca. Se comenzará con ellos un proceso “simultáneo” a la administración de Pfizer y Moderna, cuyas dosis serán dirigidas mayoritariamente, además de a los sanitarios a los que ya se les ha puesto, a usuarios de residencias, grandes dependientes, y mayores de 80 años. Entre los trabajadores esenciales están las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, bomberos, las Fuerzas Armadas, y los docentes. Darias ha justificado que esos grupos sí estén y no se haya incluido en este grupo prioritario a trabajadores que fueron calificados en el primer estado de alarma como esenciales, como los empleados de supermercados, con que “el número de llegada” de dosis es “limitada”.
“Entendemos que todos los colectivos quieren estar” y que muchos “tienen una función esencial reconocida por la ciudadanía”, pero hay un “límite”. Serán vacunados presumiblemente cuando le toque en su grupo etario. La posición de las comunidades mayoritaria es seguir por ahí: a partir de ahora ir vacunando en función de la edad. Pero eso será algo que tendrá que decidir la Comisión de Salud Pública y en concreto la Ponencia de Vacunas, ha aclarado Darias. Se quedan fuera de la vacunación también los trabajadores esenciales en activo de entre 56 y 65 años, no están previstos en ningún grupo de los jerarquizados hasta ahora. Preguntada por ellos, Darias ha respondido también que les tocará en su grupo de edad.
La decisión sobre si AstraZeneca se administra o no a mayores de 55 y de 65 es polémica. La Agencia Europea del Medicamento (EMA) la recomendó para adultos sin límite de edad, y hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha indicado que tampoco le pone límite. “Es verdad que la EMA podría haberlo limitado”, ha reconocido Darias, y no haberlo dejado en manos de los países miembros. La decisión de España de ponerle el tope en 55 parte del “principio de la prudencia”. Italia ha optado como España por limitarlo a 55, pero Alemania sí la ha permitido para hasta 65. En Reino Unido se está poniendo también a ancianos de más de 65.
España tiene confirmado recibir en total hasta marzo 8,6 millones de dosis de las compañías autorizadas hasta ahora, AstraZeneca, Pfizer y Moderna, aunque el suministro podría aumentar en marzo y podrían alcanzar a más población. La indicación del Consejo Interterritorial ha sido además que se dé ahora “máxima prioridad” a los mayores de 80 años que no vivan en residencias, y si es posible empezar ya con ellos, en simultáneo a grandes dependientes, sanitarios y usuarios de residencias, se haga. Hay esperanzas depositadas en el ensayo de Janssen, que ya está en fase 3 y podría tener resultados en marzo, aunque por contrato solo estaría disponible en Europa para principios de abril. El fármaco de Janssen solo requiere de una dosis para una alta protección, al contrario que todos los demás que requieren dos. Así que reduciría los pinchazos necesarios a la mitad.
La ministra y los consejeros también han repasado la situación epidemiológica. La incidencia acumulada ha bajado de los 600 casos por 100.000 habitantes, la tendencia es buena pero Darias respalda la decisión, ha dicho, de los consejeros de “mantener las medidas restrictivas”. Sobre todo de cara al impacto que pueda tener la variante británica, más transmisible. Actualmente, Sanidad calcula que constituye entre el 15 y el 20% de casos de SARS-CoV-2 que circulan por el país.