El Ministerio de Sanidad ha hecho público este martes una guía de actuación para las afectadas por el mal funcionamiento del implante anticonceptivo Essure, comercializado por Bayer hasta su prohibición el pasado año, que incluye las pautas para su extracción. Se trata de una demanda de las pacientes y está elaborado por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) a requerimiento de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS, dependiente de Sanidad).
El pasado 14 de septiembre, la Plataforma Libres de Essure se había reunido ya con la AEMPS y la SEGO para contribuir en su redacción. La ministra María Luisa Carcedo ha presentado el protocolo en una reunión con esa organización y con la Asociación de Afectadas por Essure. Está dirigido a centros médicos y profesionales, de Ginecología y Atención Primaria.
La guía tiene los objetivos de “proporcionar la información y atención adecuada” a todas las usuarias que tengan efectos adversos; “ofrecer las máximas garantías de seguridad” en el procedimiento de retirada del dispositivo así como de su seguimiento en revisiones posteriores; y garantizar “que las pacientes reciben una adecuada información relacionada con la intervención”.
Hay 80.000 mujeres portadoras del Essure en España, que comercializó Bayer, de las cuales la AEMPS refiere 962 casos recibidos de complicaciones, pero las asociaciones calculan unas 1700 aunque “es muy difícil saberlo, cada día llegan mujeres con síntomas y no hay registros”.
Susana Vázquez, de la Plataforma Libres de Essure y presente en el encuentro con Carcedo, lo valora como positivo: “Llevamos mucho tiempo pidiéndolo. En hospitales y centros médicos no se sabe qué es el Essure, no nos hacían caso”. A ella por ejemplo le decían que sus síntomas se debían a que estaba “menopáusica”, con 36 años. Entre los efectos secundarios describe “inflamación de estómago, alergia al metal, infecciones, hemorragia, mucho dolor”. En algunos casos se lleva a cabo la esterilización completa al operar y se quita el útero y las trompas.
El siguiente paso según Vázquez es “reunirse con Bayer, pero de momento no hay reunión prevista”. El pasado mes de julio, el laboratorio farmacéutico anunció que retiraba el Essure del último país donde aún se comercializaba, Estados Unidos. La compañía afronta miles de demandas por todo el mundo de mujeres que han sufrido las consecuencias de ese anticonceptivo, también en España, donde las peticiones de indemnización son “individuales”, especifica Vázquez.
Angélica del Valle, de la Asociación de Afectadas por el Essure, también recibe bien la guía aunque a la salida de la reunión reconocía que todavía tiene que “revisarla” de manera concreta para ver si se cumplen sus demandas más específicas. Destaca entre esos puntos, además de la formación de médicos para que “los médicos de familia supieran lo que era y supieran reconocer sus síntomas”, las pruebas de alergia o el seguimiento médico tras la retirada del implante.
Tanto ella como Vázquez incidían de la importancia de radiografías -también ecografías y TAC- previas a la intervención y también antes de salir de quirófano. Todo ello para “ver si quedan fragmentos y se evite una segunda operación”, como ocurre en muchos casos. El documento incluye este tipo de pruebas en distintos puntos del proceso, y especifica que se realice una radiografía y/o ecografía “si al inspeccionar el implante extraído el médico no está completamente seguro de la extracción completa del implante” en los casos de extracción laparoscópica cuando está ubicado en las trompas de falopio. El Ministerio recalca asimismo que la guía incluye “la realización de TAC y revisiones si no se detectara el dispositivo por ecografía transvaginal y radiografía abdominal”.
Según la ministra, el objetivo es que la guía “tenga la mayor difusión posible entre especialistas en Ginecología y Atención Primaria para que si una mujer informa de una complicación reciba la atención apropiada y pueda ser valorada para su derivación al especialista”.
La Audiencia Nacional rechazó la querella
Del Valle ha valorado que esta guía es una “revisión” de la que se realizó en 2016, de la cual reclamaron a la SEGO cambios “necesarios” y con los que habían insistido al anterior gobierno y las comunidades autónomas. Bayer empezó a comercializar Essure a principios de los 2000 y en 2002 se lo implantaron a las primeras seis mujeres en el Hospital Reina Sofía de Córdoba, una ciudad en la que se concentran el 10% de las afectadas.
El método consistía en la implantación de dos pequeños muelles de metal -níquel y titanio- con unas fibras de tereftalato de polietileno (PET) en las trompas de falopio a través del útero. En tres meses genera una fibrosis en las trompas, que se adhieren al muelle por el contacto con el PET e impiden el paso del esperma. El método es irreversible, así que se recomendó para mujeres con hijos que tuviesen la clara intención de no volver a quedarse embarazadas.
En julio de este verano, un grupo de mujeres españolas intentó abrir la vía penal contra Bayer con una querella por delito de lesiones y estafa que incluía también a la SEGO y la AEMPS. La Audiencia Nacional rechazó investigarlo por no tener competencias, y la Asociación Española de Afectadas por Essure presentó un recurso.