La sanidad privada pide participar en diseño del sistema sanitario español. La industria del sector considera que “se debe contar necesariamente [con ellos] en la planificación estratégica”. Así lo reflejan en el barómetro sobre sanidad privada 2013, elaborado por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS). Como patronos de este organismo figuran, entre otros, DKV, Capio Sanidad, Sanitas, Unilabs, Asisa o Adeslas.
Este estudio es una encuesta a asegurados (“el 83% de los usuarios recomendaría la sanidad privada”, concluyen) en la que subrayan que “el sistema sanitario público se encuentra en una difícil situación de solvencia y estabilidad”, según el presidente del IDIS, José Ramón Rubio. El director de Operaciones de este instituto, Manuel Vilches, contrapone que, por su parte, “la sanidad privada goza de buena salud”.
En España hay unos 10 millones de asegurados en el sector sanitario de empresas, “y esperamos que sean más”, aventura Vilches al presentar el barómetro de satisfacción. Más del 80% utiliza a la vez los servicios públicos y privados. Este sector representa el 26% de todo el gasto sanitario español. Según sus datos, registran el 24% de las altas, atienden el 20% de las urgencias y el 30% de la actividad quirúgica. A la luz de las cifras de su estudio, los servicios más demandados a la privada son las consultas con el especialista y las pruebas diagnósticas. Justo el cuello de botella de la lista de espera en el sistema público.
“Cualquier empresa busca que sus clientes (en este caso nuestros pacientes) estén satisfechos”, recalca Vilches a la vez que se queja de “críticas injustificadas al sector que no afectan a nuestros asegurados”. “¿Tenemos futuro con la que nos está cayendo?” Se pregunta. Esta fotografía que el IDIS ha sacado “muestra un excelente estado a pesar del clima reinante en gran parte de la sociedad española y el rechazo suscitado contra la sanidad privada por los proyectos de externalización (sic) de la gestión pública par parte de la administración sanitaria”, concluyen desde la industria.
En la presentación de los datos, la secretaria general de Sanidad y Consumo, Pilar Farjas se mostró “convencida del importante papel que jugará la sanidad privada” para garantizar “la equidad y eficiencia”. Farjas llamó “estériles” los debates surgidos al calor de los procesos privatizadores de la gestión de la salud pública en comunidades autónomas como Madrid o Castilla-La Mancha. El estudio aboga a su vez por “fomentar, cuidar y procurar por el buen nombre y reputación del sector sanitario privado”, como “la medida más beneficiosa para la población española”.
Sólo en la Comunidad Valenciana, cinco de sus 24 Departamentos de Salud funcionan con gestión totalmente privatizada (la atención primaria y hospitalaria): La Ribera con 240.000 habitantes, el de Manises con 150.000, el de Denia con 158.000, el de Vinalopó con 140.000 y el de Torrevieja con 155.000. En Madrid, tres hospitales (Torrejón de Ardoz, Valdemoro y Móstoles) ya son dirigidos por empresas. Otro más, Collado Villalba está concedido y construido pero inactivo por la coyuntura económica. Otros seis centros pasarán a manos de contratas este año (el detonante de la marea blanca) más un número por ahora indeterminado de centros de salud.