Los docentes de la escuela pública pasaron un curso pidiendo huelga indefinida y solo consiguieron doce días aislados de paros que, en opinión de algunos profesores que los siguieron, “no sirvieron para nada”.
La marea verde les atravesó y les ayudó a sentirse más unidos como colectivo, les vistió con una camiseta sin tener que fichar por ningún club. Durante un año solicitaron que algún sindicato les respaldara en la convocatoria de huelga y la respuesta fue que aún no era el momento.
De la marea surgió la plataforma Red Verde, cuya capacidad movilizadora del colectivo de maestros y profesores disconformes con la gestión que se hace de la enseñanza desde la Comunidad de Madrid ha resultado más bien escasa. Al menos, a juzgar por el poco seguimiento del primer día de la huelga indefinida convocada en Madrid desde el 17 de septiembre. La fuerza sindical que los respalda es CGT, con el apoyo de las otras dos organizaciones anarcodinsicalistas CNT y Solidaridad Obrera.
Fuentes del Comité de Huelga reconocen que muchos institutos no se han enterado de la convocatoria y que, en general, el seguimiento ha sido “desigual dependiendo de la información”. A mediodía del lunes, algo más de 70 personas se concentraban delante de la estación de Atocha, desplegando una pancarta con el lema “Hay cosas que no se compran con dinero. La educación es un derecho, no un negocio”.
Las mismas fuentes indican que a primera hora al menos 300 profesores habían comunicado que no darían clase, pero que no podrían dar una cifra concreta hasta recibir las hojas del recuento. “Serán, como poco, el doble, aunque ya sabemos que no serán demasiados”. CGT informa en un comunicado que el seguimiento “no es inferior al 4 por ciento”.
Huelga romántica
Según habían anunciado los convocantes de la huelga, esta primera concentración serviría para tener una referencia de seguimiento o, al menos, de la implicación de los huelguistas. Un recuento de fuerzas. “Esto se ha deshinchado”, comenta uno de los profesores. En cambio, en su opinión, las cosas están peor hoy que el año pasado. “Las movilizaciones empezaron a morir el 20 de noviembre” opina Juanjo, profesor de Plástica en Secundaria, en alusión a la fecha electoral. Este profesor cree que muchos de sus compañeros pensaban que aún había algo que hacer mientras el PSOE se mantuviera en el Gobierno: “el año pasado el enemigo era Esperanza Aguirre, este año el enemigo es el PP”, dice.
Juanjo está dispuesto a seguir la huelga indefinida porque la entiende como una “huelga romántica” que él hace “por convicción”. “La gente lo está asumiendo [el recorte de la educación pública] como un mal menor”, añade.
En Atocha, los profes de verde muestran solidaridad con los ferroviarios de rojo, también en huelga de trenes y Metro de Madrid. Una hora después, la Policía Nacional, que observa de cerca la concentración, identifica a uno de los profesores que sostienen la pancarta, elegido entre todos los demás por “haber hablado con un medio de comunicación”. La Policía pidió la disolución por ser una reunión de más de 20 personas no comunicada. Desde el sindicato CGT explican que no informaron a Interior por considerar este acto como una reunión de piquetes informativos.