La Comisión de Justicia del Senado ha aprobado una moción de En Comú Podem por la que insta al Gobierno a incluir la aporofobia –odio hacia las personas pobres– en el artículo 22.4 del Código Penal, para que se considere un delito de odio y esté agravado. Según una investigación realizada por el Observatorio Hatento, un 47% de las personas sin hogar en España han sido víctimas de, al menos, un incidente o delito de odio por aporofobia.
La iniciativa, que ha contado con el voto a favor de todas las fuerzas políticas excepto Foro de Asturias, pide la reforma del mencionado artículo del Código Penal para incluir la aporofobia entre los agravantes racistas, xenófobos, étnicos, de género, de orientación sexual y religiosos que se aplican en la actualidad.
En este sentido, Podemos recuerda que el Tribunal Supremo señaló en 2006 la ausencia de la aporofobia entre los supuestos incluidos en el artículo 22.4, imposibilitándole para aplicar el agravante de delito de odio a la agresión sufrida por una persona sin hogar.
“Durante los últimos años, ha aumentado el número de agresiones que, protagonizados en muchos casos por grupos neonazis y de extrema derecha, iban dirigidas contra personas sin hogar”, ha señalado durante el debate el senador de En Comú Podem Joan Comorera.
Por su parte, RAIS Fundación ha celebrado la iniciativa y el consenso generado, al tiempo que ha pedido agilidad para llevar a cavo esta reforma. “Consideramos que es urgente e imprescindible que el Código Penal reconozca la especial vulnerabilidad que las personas sin hogar tienen frente a delitos basados en la intolerancia y los prejuicios, recogiendo la situación socioeconómica de pobreza y exclusión como una característica a proteger”, asegura.
El término 'aporofobia', fue acuñado por la catedrática de Ética y Filosofía Política de la Universidad de Valencia, Adela Cortina, hace más de 20 años y hace referencia “al rechazo, aversión, temor y desprecio hacia el pobre, hacia el desamparado que, al menos en apariencia, no puede devolver nada bueno a cambio”.
Aunque la palabra no está aceptada por la Real Academia de la Lengua Española, sí aparece en la Wikipedia y es ampliamente utilizada por asociaciones que trabajan en proyectos de exclusión social, como la Fundación RAIS que hace uso de él para explicar las situaciones de violencia ejercidas contra las personas sin hogar e, incluso, el Ministerio del Interior lo utiliza para tipificar un delito de ofensas a los pobres. Ahora también hace uso de este concepto la Cámara Alta para reclamar su inclusión como delito de odio.