La mayoría de los participantes del Sínodo sobre la familia cree que es necesario encontrar soluciones sobre los sacramentos a los divorciados que se han vuelto a casar, explicaron hoy los encargados del Vaticano de resumir las intervenciones de los participantes.
Los 270 padres sinodales, cardenales, obispos y otros religiosos, que participan en esta asamblea han comenzado a debatir sobre la tercera parte del “Instrumentus Laboris” (el documento de base), que incluye el pecado de los divorciados que han contraído nuevo matrimonio y que les impide tomar la comunión según la doctrina católica.
Durante la rueda de prensa diaria sobre el Sínodo se explicó que los obispos vuelven a estar divididos sobre este tema, aunque la novedad es que la mayoría de la asamblea concordó en que “no hacer nada o cambiar todo no son posiciones muy representativas o realistas”.
Por ello, los padres sinodales siguen buscando soluciones para una de las cuestiones más espinosas de este Sínodo.
Algunos explicaron que, aunque cambiar la doctrina no es posible, se puede conjugar “verdad y misericordia” y estudiar “soluciones y caminos pastorales” ante los divorciados que se han vuelto a casar.
Sin embargo, otros obispos, aunque pocos -precisaron- expresaron “una posición negativa” y “rígida” sobre dar la comunión a los divorciados que se han casado de nuevo.
Sobre las divisiones entre los participantes, hoy un blog de información religiosa publicó una carta que supuestamente trece cardenales enviaron al papa Francisco en la que se denunciaba la metodología utilizaba en el Sínodo, así como que había sido pilotado para que fuese “dominado por el problema teológico/doctrinal de la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar por lo civil”.
El portavoz vaticano, Federico Lombardi, no quiso desmentir ni confirmar la existencia de este documento, pero hizo notar que tres de los cardenales firmantes aseguraron hoy que ellos no habían participado en la redacción de esa misiva.
Por otra parte, el portavoz vaticano también aclaró que respecto al documento final, “la Relatio Finalis”, que los padres sinodales tendrán que votar con sus propuestas sobre la familia el 24 de octubre, será el papa quien decidirá si publicarlo o no.
En el Sínodo extraordinario sobre el mismo tema de octubre del año pasado, Francisco decidió publicar el documento, además de los resultados de las votaciones sobre cada uno de los puntos del texto, lo que dejó en evidencia las divisiones de los obispos sobre puntos como el de los divorciados o la acogida de la Iglesia a los homosexuales.