El cambio climático es la principal amenaza para la supervivencia de los osos polares, que en los próximos 40 años podrían ver su población mermada en un 30 % debido a la pérdida de su hábitat, según alertó hoy la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Tras actualizar su Lista Roja de las Especies Amenazadas, un inventario mundial que permite alertar sobre el estado de salud de la biodiversidad mundial, la UICN advierte que la degradación del medio de los osos polares, asociada al calentamiento global, sobresale por encima de todas las posibles amenazadas para la especie.
Por lo tanto, mantiene a esta especie con la calificación de “vulnerable”.
En un comunicado, la UICN señala que estudios recientes muestran que la pérdida de hielo ártico se ha acelerado más rápidamente de lo predicho por los expertos.
De hecho, la cobertura de hielo en el Ártico ha sufrido una reducción del 14 % por decenio entre 1979 y 2011.
Con una progresiva reducción de la superficie helada, no sólo se verá afectada la continuidad de esta especie, si no también su papel como depredador en el mantenimiento del ecosistema en la región ártica, y como parte de la subsistencia de los pueblos indígenas de la zona.
Además, los osos polares no sólo se enfrentan al deshielo, sino a la contaminación, y los cambios provocados por el hombre en su hábitat como las exploraciones, los derrames de petróleo y la propia interacción con los humanos.
Para la directora general de UICN, Inger Andersen, esta evaluación demuestra que “el cambio climático va a continuar siendo una seria amenaza para los osos polares en el futuro”.
Por ello, Andersen hace un llamamiento a los Gobiernos que se reúnen próximamente en la Cumbre Contra el Cambio Climático en París (COP21) a que lleguen a “un acuerdo lo suficientemente fuerte para hacer frente a este desafío sin precedentes”.