Presentan dos nuevas denuncias por torturas contra Billy el Niño

EFE

Dos ciudadanos han presentado este jueves sendas querellas criminales contra integrantes de la Dirección General de Seguridad del franquismo, entre ellos Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño, por torturas en un contexto de crímenes contra la humanidad, que se suman a otras cinco similares.

Las letradas de Rosa María García Alcón y Javier Navascués Chivite han presentado las querellas esta mañana en los juzgados de Plaza de Castilla acompañados por representantes de la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina contra los Crímenes del Franquismo (Ceaqua).

Estas dos querellas se suman a las interpuestas por Luis Suárez en junio de 2017, Ángela Gutiérrez y Felisa Echegoyen en noviembre de ese mismo año, y las de Willy Meyer y Chato Galante en enero de 2018.

El Juzgado de Instrucción número 39 de Madrid archivó recientemente la de Felisa Echegoyen al considerar que no existe delito de lesa humanidad y que el delito de tortura ha prescrito, aunque esta decisión ha sido recurrida ante la Audiencia Provincial. Las otras cuatro están pendientes de resolución.

En la querella interpuesta este jueves por Rosa María García Alcón se relata que en agosto de 1975, cuando ella tenía 18 años, fue detenida supuestamente por hacer unas pintadas y sufrió malos tratos y torturas por parte de Billy el Niño.

“Nada más entrar me estaba esperando y me recibió a patadas, a puñetazos, a golpes, tirones de pelo... y luego me tocó otras cosas”, ha relatado a la prensa en la puerta de los juzgados.

Su deseo es que “se haga justicia y se sepa la verdad”, aunque ha reconocido que “la situación de la Justicia ahora es muy complicada, con un Gobierno que se vanagloria de presiones a jueces y fiscales”.

En la misma línea, Javier Navascués Chivite ha defendido que hay que denunciar para que se sepa lo que ocurrió, aunque ha reconocido que tiene “mucha desconfianza” en que la querella prospere porque “están dando demasiadas pruebas de que no quieren perseguir ni a Billy el Niño ni a ninguno de los que cometieron felonías durante la dictadura, ni quieren buscar los cuerpos de la gente que fue vilmente asesinada”.

Sobre el archivo inicial de una de las querellas interpuestas ha dicho que éste se basó en que se trataba de “hechos aislados”, cuando en realidad “amedrentaban para tratar de impedir que la gente luchara contra la dictadura, y no era algo aislado sino parte de un plan general”.

Ha relatado que en junio de 1973 llegó a su casa y Billy el Niño y otros tenían retenida a su mujer y a su cuñado porque habían encontrado unos papeles que le incriminban a él en la lucha contra la dictadura.

Le golpearon y le obligaron durante unas diez horas, en las que no comió ni bebió, a sufrir torturas como “el pato”, que consiste en esposar a una persona por debajo de las piernas y obligarle a andar. Javier ha asegurado que denunció estas torturas cuando le llevaron ante el juez pero nadie le creyó.