Toxicología alerta de un “incremento significativo” de intoxicaciones por un derivado de la lejía promocionado por negacionistas del coronavirus

EFE

7 de septiembre de 2020 15:43 h

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El Instituto Nacional de Toxicología ha alertado del riesgo para la salud del producto 'Solución Mineral Milagrosa', que se comercializa como remedio para enfermedades como el cáncer o la hepatitis y que están promocionando los grupos negacionistas de la COVID-19 y que en realidad es un compuesto tóxico. Según informa el Ministerio de Justicia en un comunicado, el Servicio de Información Toxicológica (SIT) del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF) ha detectado que ese supuesto remedio está compuesto al 28% por clorito de sodio, nocivo para la salud humana.

Entre abril y junio de este año, Toxicología recibió 26 consultas telefónicas por consumo de ese producto, cuando en todo 2019 solo se registraron 8, lo que refleja un notable incremento relacionado con la pandemia. En realidad, la Solución Mineral Milagrosa (MMS) es un compuesto tóxico por inhalación, ingesta o contacto por la piel y mucosas por ser altamente irritante y “en modo alguno está indicado para el consumo humano, ni para el tratamiento de ninguna enfermedad no existiendo ningún estudio científico que demuestre las propiedades curativas”.

La compañía que lo comercializa a través de Internet, MMS®, indica que es para consumo humano con propiedades antivirales contra el cáncer o la hepatitis. Pero en realidad, advierte el SIT, es “una solución acuosa con una alta toxicidad que no está hecha para ser ingerida por las personas”.

Provoca daños en hígado, riñones y sangre

Toxicología ha recordado que tanto la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) en España, como la Food and Drug Administration (FDA) en EEUU, han alertado sobre la peligrosidad de este producto, cuya ingesta puede afectar a diferentes órganos y provocar insuficiencia hepática y nefrotoxicidad, hemólisis e insuficiencia renal.

La sustancia tan solo se elimina a través de los riñones y lo hace lentamente, de modo que puede tener efecto acumulativo, ha añadido el SIT, que cita entre los posibles efectos tóxicos las náuseas, vómitos y diarrea; hipotensión; cianosis; alteraciones metabólicas como hipercloremia; alteraciones pulmonares como edema pulmonar; así como cefalea y edema cerebral.