Unos 1.500 trabajadores de la empresa FCC y de la unión temporal de empresas Cespa-Urbaser encargados de la recogida de basura de Madrid irán a la huelga desde el próximo 11 de mayo para protestar por el “bloqueo” en la negociación del convenio colectivo del sector.
Los empleados encargados de los contenedores de tapa naranja y amarillos estaban convocados hoy a dos asambleas, en horario de mañana y tarde, para decidir si emprendían medidas de protesta para desbloquear la negociación del convenio colectivo.
Todos los asistentes a las dos votaciones, a excepción de una abstención en el turno de tarde, han apoyado presentar la convocatoria de huelga a partir del 11 mayo, fecha en la que se habrá iniciado ya la campaña electoral de los comicios autonómicos y municipales.
El anuncio de huelga en el servicio de recogida de residuos sólidos urbanos se produce después de que los empleados se hayan quejado en los últimos meses de que las empresas se habían enrocado en la negociación del nuevo convenio colectivo.
La principal demanda de los empleados de recogida de residuos sólidos urbanos es que exista un “convenio único” y “condiciones homogéneas” para todos los trabajadores que se encargan de los residuos orgánicos y los no orgánicos.
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha asegurado hoy que hará “lo que tenga que hacer” para garantizar el servicio de recogida de basura en la ciudad.
A juicio de Botella, no existen “hechos objetivos que justifiquen un conflicto laboral” entre los trabajadores y la empresa concesionaria.
Desde noviembre, realizan el servicio de recogida y transporte de estos residuos FCC -en siete distritos del centro de Madrid- y la UTE Cespa-Urbaser -que trabaja en 14 distritos de la periferia de la ciudad-.
Los sindicatos achacan las dificultades de la negociación del convenio a la rebaja a la rebaja económica que realizaron las empresas en el último concurso, por el que desde el pasado mes de noviembre la UTE gestiona la recogida y transporte de residuos urbanos en 14 distritos que hasta entonces venía realizando FCC.
Según CCOO, esta UTE realizó una oferta para gestionar el servicio por una cuantía un 10,7 % inferior a los 83.341.990,88 euros del contrato, que tiene una duración de 13 meses -del 1 de octubre de 2014 al 31 de octubre de 2015, con una posible prórroga de otros 13 meses-.
A principios de enero de este año, un acuerdo alcanzado de madrugada permitió desconvocar, en las primeras horas desde su inicio, la huelga en la recogida de papel, vidrio, cartón, envases, contenedores voluminosos, puntos limpios de móviles y otros residuos no orgánicos en toda la ciudad de Madrid.
Los trabajadores de FCC, Urbaser y Cespa estaban llamados a secundar este paro, convocado por FSP-UGT, precisamente ante la falta de acuerdo en la negociación del convenio colectivo.
Entonces, la UTE se comprometió con los representantes de los trabajadores a garantizar el mantenimiento y la estabilidad en el empleo mediante la subrogación laboral del personal publicado en el pliego de condiciones “con el respeto de todos los derechos y obligaciones consolidadas”.
Sin embargo, el responsable de servicios de UGT en la Comunidad de Madrid, Moisés Torres, señaló que, a pesar de que el nuevo contrato engloba en el mismo pliego de condiciones a los trabajadores encargados de la recogida de residuos orgánicos y no orgánicos -que antes se regían por convenios diferentes-, sus condiciones laborales seguían siendo distintas.
La pasada huelga, que duró unas horas, no afectó a la recogida diaria de residuos domiciliarios, orgánicos y envases, excepto a los contenedores de envases en la vía pública en el distrito Centro y en Ciudad Universitaria.