El Tribunal Constitucional ha desestimado el recurso presentado por el PSOE contra la llamada Ley Wert. Con ello, los magistrados avalan la financiación pública a colegios que segregan por sexos, un punto de la LOMCE que incluían los socialistas en su recurso y sobre el que llevaban debatiendo desde hacía unos meses. Del fallo ha sido ponente el conservador Alfredo Montoya y cuatro magistrados han anunciado votos particulares discrepantes, según informa el TC en una nota.
El PSOE presentó este recurso contra la LOMCE en 2014. Los 110 diputados con los que contaba el grupo socialista en aquella legislatura firmaron el escrito contra la ley educativa que aprobó el Partido Popular sin ningún consenso. Los socialistas no se limitaron solo a la financiación de centros que segregan por sexos, también contemplaban el adelanto de los itinerarios, la falta de participación en los consejos escolares de los padres, el peso que tiene la Religión en la nota media o la selección del alumnado por centros.
El Constitucional ha desestimado que todos estos aspectos vulneren la Carta Magna. La Cadena SER aseguró que el conservador Alfredo Montoya elaboró una ponencia en la que defendía que “la segregación por sexo entra dentro del ámbito de la libertad de enseñanza y, por tanto, este tipo de centros tiene derecho a recibir subvenciones públicas para su desarrollo”.
La normativa impulsada por el exministro José Ignacio Wert blindó la financiación pública de los centros que segregan por sexos. Esta ley recogía que este modelo de enseñanza “no constituye discriminación la admisión de alumnos y alumnas o la organización de la enseñanza diferenciadas por sexos” y que no se le podrá aplicar “un trato menos favorable, ni una desventaja, a la hora de suscribir conciertos con las administraciones educativas”.
El peso de Religión
Los socialistas también denunciaron el peso que ha ganado la asignatura de religión en el currículum educativa. En Bachillerato esta asignatura está incluida en un paquete amplio de optativas tradicionalmente más duras, como Dibujo Técnico o Francés. Una de las consecuencias que se han percibido tras la implantación de la Lomce es que el número de alumnos de institutos públicos que escogen esta materia ha aumentado, ya que en esta etapa postobligatoria esta asignatura influye en la calificación final que condiciona el acceso a la universidad. Pasando así del 23% de estudiantes de Bachillerato que cursaban esta materia antes de la entrada en vigor de esta normativa al 37%, según datos del pasado mes de marzo.
Otro de los asuntos que se ha debatidoen el pleno del Constitucional se centrará en la separación de alumnos en itinerarios, como la Formación Profesional Básica y los Programas de Mejora del Aprendizaje. En un principio la Lomce preveía que los alumnos que cursasen la FP Básica y quisieran obtener el título de la ESO tendrían que examinarse al terminar el curso de la reválida diseñada para 4º de Secundaria.
Una vez que esa prueba fue derogada, los estudiantes de este módulo sí que pueden obtener esa titulación sin tener que examinarse. Fuentes del Ministerio de Educación explican que los encargados de decidir si lo consiguen es el equipo docente que ha trabajado con los alumnos durante el curso, valorando el resultado del aprendizaje en una evaluación final.