Al CSIC le faltan, supuestamente, 5,5 millones de euros. El Tribunal de Cuentas ha abierto diligencias preliminares para investigar posibles irregularidades en la gestión económica del Real Jardín Botánico (RJB), uno de los centros públicos de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El órgano fiscalizador indaga sobre qué ha ocurrido con 5.492.561,25 euros que, sostiene, el ente público debería haber ingresado por permitir el uso de su espacio para la realización de eventos privados –principalmente, el espectáculo navideño de luces Naturaleza Encendida– y otras actividades realizadas en los últimos años.
Las pesquisas se iniciaron después de que la Intervención Delegada en la agencia estatal pusiera en conocimiento del órgano fiscalizador la existencia de “graves irregularidades” en la gestión del organismo público que “ponen de manifiesto incumplimientos normativos, e infracciones que pueden generar responsabilidad patrimonial”, según un informe al que ha tenido acceso elDiario.es. Una portavoz del Tribunal de Cuentas confirma que las diligencias, que están en una “fase incipiente”, se están instruyendo en el Departamento Primero de la Sección de Enjuiciamiento, al que le correspondieron por turno de reparto.
Las indagaciones derivan del contrato por el que el Botánico adjudicó en 2017 a la empresa La Fábrica Gestión Más Cultura, S.L. la gestión de actividades externas en sus instalaciones del centro de Madrid a cambio de una cláusula que establecía una comisión para el Botánico del 35% de las ganancias netas obtenidas por la venta de entradas para esos eventos. El contrato venció el pasado 31 de agosto. Pero el pasado 12 de diciembre el CSIC envió a La Fábrica una reclamación por un total de 5,49 millones de euros que, según el RJB, la compañía no ha retribuido al centro público, según un portavoz del organismo.
La empresa está en shock. Fuentes de la compañía explican que el Jardín no ha planteado queja alguna sobre las liquidaciones de las actividades en todos estos años y ahora, a posteriori, ha cambiado su criterio sin dar explicaciones del porqué. “Se han desarrollado más de 70 exposiciones, festivales y eventos musicales”, enumera una portavoz de La Fábrica. “Para liquidar económicamente el resultado a favor del Real Jardín Botánico de estas actividades, durante los casi seis años que ha durado el contrato, la gerencia y dirección del RJB han emitido, mes a mes, durante 70 meses, las facturas a pagar por La Fábrica, siendo todas pagadas por no existir divergencias de criterio en la liquidación. No entendemos por qué el criterio que ha aplicado el RJB durante 70 meses para la emisión de sus facturas a La Fábrica por las actividades culturales realizadas en sus espacios habría aparentemente variado una vez trascurridos cuatro meses de la finalización del contrato. Esta comunicación implica además una vulneración de los principios de confianza legítima y de sujeción a los actos propios de la Administración. Prueba de lo insólito de la comunicación recibida de RJB es que la cantidad total solicitada es superior a todos los ingresos (no beneficios, sino ingresos) de todas las actividades culturales realizadas por La Fábrica durante toda la vigencia del contrato con RJB”, lamenta la compañía.
El espectáculo Naturaleza Encendida ha cambiado de sede justo este año. Tras unas temporadas en el Jardín Botánico de Madrid y las quejas de grupos ecologistas por el daño que podía causar a la fauna y flora del Jardín, el espectáculo se ha trasladado al Parque Tierno Galván de la capital. Según la compañía responsable, “el cambio no se debe a ningún hecho especial”.
Unas cuentas, dos criterios
Las diligencias parten de un informe de la Intervención del Estado en el CSIC que apuntan a una falta de control por el Jardín sobre el principal evento organizado por La Fábrica en las instalaciones del Botánico: el espectáculo navideño Naturaleza Encendida.
El Real Jardín Botánico realizó un concurso público en 2017 por el que adjudicó a La Fábrica, que fue la única concurrente, la gestión de actividades externas en sus terrenos. Mediante este contrato, La Fábrica podía captar patrocinios, desarrollar actividades, gestionar la captación de entidades o empresas, el punto de ocio y la tienda. En contraprestación, el Botánico tiene derecho al 35% de los beneficios limpios que genere la empresa utilizando el patrimonio del Jardín. Es en este contexto en el que se realiza el evento Naturaleza Encendida y en el que faltarían la mayoría de esos 5,5 millones de euros que el CSIC le reclama ahora a la adjudicataria.
Fuentes de la Fiscalía del Tribunal de Cuentas explican que, en el marco de esas diligencias, se realizó una petición de información al CSIC y este organismo concluyó que se había estado facturando mal a La Fábrica (pese a que era el propio Jardín el que emitía las facturas). El CSIC ha confirmado este extremo a este diario. Un portavoz explica que en julio de 2023 el organismo detectó “posibles errores en el cobro de las entradas” del evento Naturaleza y puso en marcha una “inspección interna” para “analizar exhaustivamente todos los aspectos relacionados con la ejecución del contrato desde el año 2017”.
El resultado de esta inspección, según esta misma fuente, es la puesta en marcha por parte del CSIC de un “procedimiento de reclamación” a la empresa, que, en un primer momento, incluía facturas por valor de cuatro millones de euros. Una cantidad que, posteriormente, fue actualizada. El CSIC devolvió a La Fábrica todo lo facturado estos años y le ha remitido a la compañía las facturas con las cantidades que ahora calcula correctas. En total, le solicita a la empresa 5,49 millones de euros (IVA incluido) –una por valor de 5.030.910,29 euros por la actividad Naturaleza Encendida y otra por 461.650,96 en concepto de “Exposiciones/Paseos Musicales”–.
La divergencia con la facturación de este espectáculo –responsable de la práctica totalidad de lo que ahora el CSIC reclama a la empresa– está en cómo se calcula la parte que corresponde al Botánico. La empresa que monta la Naturaleza Encendida –Let's Go, especializada en montar exposiciones inmersivas en Madrid, de momento no está involucrada en el caso– firmó un contrato con La Fábrica por el que le pasaba entre el 10% y el 15% de la facturación (en función de la recaudación) que produjera la actividad. Y de ese 10-15%, La Fábrica le pasaba al Jardín el 35% que establece el contrato entre esta empresa y el Botánico. Pero ahora el CSIC dice que no le corresponde el 35% de ese 10-15%, sino el 35% del total. Una cifra inasumible, sostienen desde La Fábrica.
“Si durante la vigencia del contrato, o incluso antes de su adjudicación, La Fábrica hubiera podido siquiera intuir que tras su terminación el RJB podría desentenderse unilateralmente de su propio criterio de la liquidación económica de las actividades programadas, esta empresa habría instado de la Administración la resolución del contrato, o, directamente, se habría abstenido de concursar. Y ello porque la liquidación económica de las actividades en los términos sobrevenidos que ahora parecen querer imponerse habría hecho inviable su programación: ni Naturaleza Encendida ni ninguna otra actividad cultural se hubiera llevado a cabo, porque habría hecho incurrir a La Fábrica en pérdidas millonarias, insostenibles para una pequeña empresa de gestión cultural”, explican fuentes de la empresa.
La taquilla de la Naturaleza Encendida
El informe preliminar de la Intervención Delegada en el CSIC aportaba el ejemplo de dos ejercicios para explicar el nuevo criterio en la facturación de la caja del espectáculo navideño de luces en el RJB. “Durante el periodo 2021-2022, según datos de liquidaciones presentadas por La Fábrica, fueron vendidas 387.831 entradas, con un importe recaudado de 4.362.923,30 euros”, informa el organismo. “Conforme a lo fijado en el pliego de prescripciones técnicas, el importe facturado debería haber sido de 1.527.023,30 euros más IVA, obtenido de aplicar la comisión del 35% al beneficio neto calculado”. Pero el Jardín emitió únicamente once facturas por un total de 173.931,18 euros, siempre según esa documentación.
El año siguiente pasó algo parecido. “Durante el periodo 2022-2023, según datos de liquidaciones presentadas por La Fábrica, fueron vendidas 361.906 entradas, con un importe recaudado de 4.807.193 euros”. La misma cuenta de antes lleva a la intervención a una conclusión similar: “El importe facturado debería haber sido de 1.682.517,55 euros”. Pero el Botánico emitió diez facturas por valor total de 184.306,19 euros. En total, solo de dos temporadas de la Naturaleza Encendida al Botánico le faltan 2.851.303,48 euros, de acuerdo a la Intervención Delegada.
La Fábrica insiste en que el Botánico fue validando cada factura, mes a mes, durante un lustro largo. “El contrato anual de esta actividad fue expresamente firmado cada año por las tres partes intervinientes en dicha actividad: por la dirección del RJB –cuyo equipo participaba directamente en el diseño del proyecto artístico–, por La Fábrica como concesionario y por la empresa que directamente producía y desarrollaba Naturaleza encendida”.
Los ingresos de los Paseos Musicales
Las supuestas “irregularidades” detectadas por la Intervención continúan. Se dieron también en los Paseos Musicales y con el uso no abonado por parte de La Fábrica del Pabellón Villanueva, el principal edificio del Botánico. Los Paseos Musicales es una actividad que se realiza entre primavera y verano, cuando el Jardín “abre sus puertas para disfrutar de paradas musicales y escuchar obras inspiradas en la naturaleza de los siglos XVII, XVIII y XIX”. Según la Intervención, durante las 54 jornadas del evento celebradas en 2022, La Fábrica recaudó 222.508,85 euros. Pero el Jardín no cobró un solo euro a pesar de que le corresponderían 76.479,50 euros más IVA.
La taquilla ordinaria
La gestión de la venta de entradas ordinaria también ha sido objeto de estudio por la Intervención del Estado. Según explica la investigación, los ingresos generados a través de la venta con tarjetas de crédito se ingresan automáticamente cada día en una cuenta restringida. Esta partida no presenta problemas. Pero el efectivo generado por las entradas pagadas con dinero físico en taquilla lo custodia el Botánico, que debe ingresarlo periódicamente en la misma cuenta restringida. Y esas cuentas no cuadran.
“De los 561.549 euros recaudados en efectivo en taquilla durante 2022, han sido ingresados en la cuenta restringida de recaudación 417.526,50 euros. Importe que es el que registra contablemente como ingreso”, explica el informe. Pero faltan 144.022,50 euros que, según la Intervención, “han sido entregados a La Fábrica, como consta en siete recibís”, prácticamente dinero en mano. Y este comportamiento, prosiguen los interventores en su informe, podría ser irregular: “La entrega de fondos públicos sin acto administrativo que lo ampare y fuera de cualquier procedimiento, pueden ser constitutivo de unas infracciones que pueden generar responsabilidad patrimonial”, advierte la Intervención. Este diario ha preguntado al CSIC por qué se han realizado estas prácticas, pero no ha obtenido respuesta.
Uso gratuito del Pabellón Villanueva
Por último, el informe fija la mirada en el uso del Pabellón Villanueva, una instalación del Botánico que según la Intervención ha estado utilizando La Fábrica sin pagar por ello. “Durante el periodo 2021-2023, el Pabellón Villanueva ha sido utilizado para la realización de una programación de exposiciones a propuesta de La Fábrica. Este centro gestor no ha recibido justificación relativa a la razón, o por qué era la empresa y no el Botánico quien efectuaba la propuesta, y cómo había sido seleccionada la empresa”, apunta la inspección, que relata las actividades llevadas a cabo en ese espacio durante el plazo observado (entre ellas la Naturaleza Encendida).
Descontado este espectáculo navideño –que ya había sido tratado en el informe–, el resto de actividades “son exposiciones seleccionadas y gestionadas por la Fábrica sin contrato ni autorización de uso o ninguno otro instrumento jurídico que lo ampare. Tampoco tiene constancia esta Intervención Delegada de la existencia de algún tipo de contraprestación a favor del CSIC por el uso del Pabellón Villanueva por parte de La Fábrica. El control de acceso de visitantes al Pabellón Villanueva lo realiza personal de La Fábrica”, relata el informe preliminar. Sin embargo, la Intervención Delegada admite que “no cuenta con elementos suficientes que permitan cuantificar el perjuicio económico, si lo hubiese”.
Los siguientes pasos
El informe preliminar del Tribunal de Cuentas recuerda que “los hechos puestos de manifiesto [...] pueden ser constitutivos de unas infracciones que pueden generar responsabilidad patrimonial (...). Es decir, haber incurrido en alcance o malversación en la administración de los fondos públicos; dar lugar a pagos reintegrables (...) y administrar los recursos y demás derechos de la Hacienda Pública estatal sin sujetarse a las disposiciones que regulan su liquidación, recaudación o ingreso en el Tesoro”.
De momento el caso está en una fase preliminar, a la espera de la respuesta (oficial) de La Fábrica. Fuentes del Tribunal de Cuentas afirman que si se comprueba que La Fábrica accede al pago, la responsabilidad contable decaería y se archivarían las diligencias. Es en el caso de que la compañía rechazara la solicitud cuando se pasaría a una segunda fase, en la que se nombraría un delegado instructor para que diese continuidad a la investigación.