El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emitió este lunes una orden ejecutiva que prohíbe la concesión de visados para ciertas categorías de trabajadores extranjeros hasta 2021 para potenciar el empleo entre los estadounidenses, amparándose en la idea de “EE.UU. primero”.
“Como parte de nuestros esfuerzos por la recuperación de 'Estados Unidos primero', el presidente ha decidido suspender ciertos tipos de visados hasta final de este año”, dijo un alto funcionario de la Administración estadounidense en una llamada con periodistas organizada por la Casa Blanca.
Esta decisión pretende proteger a los trabajadores estadounidenses después de la pérdida de empleos en medio de la pandemia del coronavirus y, según el Gobierno, evitará que empleados foráneos “ocupen” unos 525.000 puestos de trabajo.
EL SECTOR TECNOLÓGICO, AFECTADO
La congelación se aplicará a visados que utilizan empresas para captar talento en el extranjero, especialmente en el sector tecnológico, pero también en otros como el hotelero.
En concreto, puso freno a la emisión de nuevos visados de los tipos H-1B, H-2B, H-4, L-1 y J-1 y tarjetas de residencia (“green cards”) hasta al menos el próximo 31 de diciembre.
Entre los visados afectados se encuentran el H-1B, que está diseñada para ciertos trabajadores cualificados, como los empleados en la industria tecnológica; el H-4, que son para las parejas de estos empleados; así como visados L-1, que están destinados a directivos que trabajan para grandes corporaciones.
Los permisos de empleo H-2B, para trabajadores de los sectores hoteleros y de construcción, y los J-1, que son para investigadores y profesores de investigación y otros programas de intercambio de trabajo, como las becas de empleo, también se verán paralizados hasta enero.
La orden excluye a trabajadores agrícolas y algunos empleados de atención médica e incluye una exención especial para los aproximadamente 20.000 proveedores de cuidado infantil que vienen a Estados Unidos como “au pairs” o niñeras.
DEFENDER EL EMPLEO DE LOS ESTADOUNIDENSES
El Gobierno justificó que esta decisión tiene como objetivo “maximizar las oportunidades para los trabajadores estadounidenses de encontrar empleo”, en unos momentos en los que el índice de desempleo en el país se encuentra en el 13,3 %.
En este sentido, argumentó que existen compañías en Estados Unidos, como el gigante de entretenimiento Disneyland o la telefónica AT&T, entre otras, que utilizan un mecanismo de subcontrataciones de empleados extranjeros que limitan las posibilidades de trabajo para los nacidos en el país.
En principio, esta normativa no afectará a los trabajadores extranjeros que se encuentran ya en Estados Unidos.
Sin embargo, sí impactará a cientos de empresas y miles de personas, ya que en el año fiscal 2019, EE.UU. otorgó el visado H-1B a unos 130.000 trabajadores; el L-1a 12.000; y el H-2B a más de 98.000 empleados.
CULMINACIÓN DE SUS PLANES MIGRATORIOS
Los críticos a este tipo de restricciones han argumentado que Trump está utilizando el contexto de la pandemia para llevar a cabo ciertas políticas de reforma migratoria que ha tenido en mente desde su llegada a la Casa Blanca.
De hecho, la medida anunciada hoy por la Administración es en parte una extensión de la decisión que tomó Trump en abril de suspender la emisión de permisos de residencia permanente para inmigrantes, conocidos como “green card”, como consecuencia de la destrucción de empleo sin precedentes provocada por la pandemia de COVID-19.
Además, es también la culminación de una maniobra ejecutiva de Trump en 2018, cuando endureció las reglas para que las compañías contratasen trabajadores altamente cualificados que se encontraban en el país con visados H-1B.