La UE y el Gobierno desautorizan a Borrell por ironizar sobre los jóvenes que se manifiestan contra la emergencia climática

“Síndrome Greta”. Así es como definía de forma irónica el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, el virus que lleva a los jóvenes de medio mundo a manifestarse en contra de la crisis climática sin saber, según él, las consecuencias de sus reivindicaciones.

“Está bien salir a manifestarse hasta que te piden contribuir a pagarlo. Me gustaría saber si los jóvenes que salen a manifestarse en Berlín son conscientes de lo que valen esas medidas y si están dispuestos a rebajar su nivel de vida para subsidiar a los mineros polacos”, aseguró el miércoles en la presentación del libro de José Manuel García Margallo, Memorias Heterodoxas, en el Parlamento Europeo, recoge Europa Press.

La vicepresidenta Transición Energética, Teresa Ribera, ha respondido al vicepresidente de la Comisión Europea y Alto Representante para la Política Exterior, reconociendo el papel de los jóvenes en la lucha contra la emergencia climática:

La Comisión Europea, por parte de su portavoz, Eric Mamer, también ha querido salir al paso de las declaraciones de uno de sus vicepresidentes: “La Comisión en su conjunto apoya el Plan Europeo Verde, que respalda las aspiraciones de los jóvenes para combatir el cambio climático. El Ejecutivo comunitario, además, propone medidas concretas para asegurar que las aspiraciones puedan ser realidad y compatibles sin dejar a nadie atrás. Tenemos una posición sobre esto, 100% clara”.

¿Pero creen que hay un síndrome Greta como decía Borrell? “No creemos que haya un síndrome Greta, hasta ahora no nos consta que haya sido diagnosticado como enfermedad”.

El propio Borrell ha intentado dejar atrás este viernes sus propias declaraciones del miércoles pasado con un hilo de tuiter en el que muestra su “total apoyo” a las protestas juveniles.

Nuevo encontronazo

No es el primer encontronazo que tiene Borrell con la Comisión Europea desde que accedió al cargo.

Bruselas ya tuvo que desmarcarse de su jefe de la diplomacia cuando Borrell atacó a los jueces belgas. “Nosotros respetamos la independencia judicial”, replicó la Comisión Europea, después de que Borrell hubiera afirmado: “Una conocida etarra a la que se reclama por delitos de sangre sigue estando en Bélgica tranquilamente”.

“Esto es un asunto de las autoridades judiciales, nosotros respetamos su independencia”, respondieron desde el Ejecutivo comunitario: “La euroorden es un asunto puramente judicial, en el que la Comisión Europea no desempeña ningún papel”.

En noviembre pasado, cuando Borrell ya era jefe de la diplomacia electo pero aún no había accedido al cargo, la Comisión Europea también censuró que Borrell tuiteara información confidencial sobre el expediente policial británico de Ponsatí. “Hay una serie de reglas sobre el sistema de información de Schengen, y esperamos que todos los miembros observen la letra y el espíritu”, dijo entonces una portavoz comunitaria.

Borrell había tuiteado un fragmento del sistema SIRENE destinado a la cooperación policial, con datos restringidos.