La UEFA ya tiene castigo para Rodri Hernández y Álvaro Morata por los cánticos de “Gibraltar, español”: un partido de sanción para cada uno. Así lo ha anunciado en un comunicado emitido este miércoles, en el que se refiere a los gritos proferidos durante la celebración del título de la Eurocopa en Madrid.
El organismo europeo considera que tanto Hernández como Morata incumplieron los principios generales de conducta, violaron las normas básicas de conducta decente, utilizaron acontecimientos deportivos para manifestaciones de carácter no deportivo y desprestigiaron el deporte del fútbol, y a la UEFA en particular.
Los futbolistas podrán ser convocados con la selección española, con la que cumplirán la sanción, pero no podrán ser elegidos por Luis de la Fuente para disputar minutos en el próximo encuentro. La decisión llega tras el expediente de investigación abierto el pasado 19 de julio, cuatro días después de la fiesta en Cibeles.
Unos cánticos “rancios”
El Gobierno de Gibraltar fue el primero en alzar la voz tras las celebraciones por la victoria del torneo europeo: calificó las proclamas de “Gibraltar, español” de “rancias”. Asimismo, su líder, Fabián Picardo, aseguró estar “decepcionado tras observar que varios jugadores de la selección española de fútbol masculina celebraron su victoria en la Eurocopa a base de cánticos con comentarios rancios sobre Gibraltar”.
En un comunicado compartido a través de sus redes sociales, Picardo dijo que el comentario “glorifica la política dictatorial de un asesino en serie como Franco”.
Horas más tarde, el organismo rector del fútbol gibraltareño presentó una queja oficial ante la UEFA. La Asociación de Fútbol de Gibraltar consideró que la naturaleza de esas “inaceptables” canciones era “extremadamente provocativa e insultante”. En el “fútbol no hay lugar para un comportamiento de esta naturaleza”, añadió.
Sin embargo, la ministra portavoz del Ejecutivo español, Pilar Alegría, quiso restar importancia a los hechos: “Hay que enmarcar esas celebraciones en su contexto”. “Yo creo que nadie tiene ninguna duda que la política exterior de un país la establece el Gobierno de este país”, argumentó.
Un partido menos que gestos ultraderechistas
Los cánticos de Rodri y Morata no fueron los únicos en el punto de mira de la UEFA. En la misma edición de la Eurocopa, el futbolista turco Merih Demiral celebró su segundo gol frente a Austria en los octavos de final Con el gesto utilizado por el grupo paramilitar ultraderechista Lobos Grises, que ha sido prohibido en algunos países como en Francia.
Tras el encuentro, Demiral, de 26 años, justificó su gesto afirmando que la forma en que celebró su gol “tiene algo que ver” con su “identidad turca”, tras lo que añadió que su objetivo era expresar el orgullo que siente por ser ciudadano de este país. El castigo establecido entonces por el organismo europeo fueron dos partidos, el doble que el recibido por los jugadores españoles.