'Unabated' o cómo una palabra marca la negociación climática y puede servir de “coladero” para quemar más petróleo
Si la jerga de la cumbres climáticas ha conformado siempre un lenguaje en sí mismo, quizá la quintaesencia llegó en 2021 cuando apareció el término inglés unabated pegado a la primera referencia oficial que se hacía a los combustibles fósiles en 25 años de COP.
Al aparecer de repente en la cumbre de Glasgow, quien más y quien menos miraba a su alrededor preguntando: ¿Y eso qué es? Dos citas climáticas después, el término se ha revelado un actor clave. Pero ¿qué significa? ¿Y qué implica para que sea importante?
Lo fácil parecería mirar un diccionario de lengua inglesa. Y al hacerlo surge amainar, disminuir, aplacar, moderar... Es decir, es una palabra con varios significados, no taxativa. Así que al adherirse a las referencias al gas, el carbón o el petróleo se trataría de “combustibles fósiles no aplacados / no amainados/ no moderados o mitigados... [unabated fossil fuels].
Una pista para hacerse una idea cabal de la importancia de un vocablo u otro la otorga el hecho de que detrás de la aparición de término están, precisamente, los países productores y algunos de los más consumidores de estos combustibles. Los grupos ambientalistas más ambiciosos están en contra de utilizarlo.
La cuestión es que esta palabra ha generado el concepto de que existe una manera mitigada de quemar petróleo, carbón o gas, siempre y cuando alguna tecnología atrape los gases de efecto invernadero que se generan y se almacenen fuera de la atmósfera. Esas tecnologías se denominan captura y almacenaje de carbono (CCS en inglés).
Es una palabra coladero que han puesto con la intención de que no esté claro. Una palabra muy vaga por el que pueden entrar un montón de cosas que, además, implica los procesos de captura de carbono
¿Pero cuánto hay que almacenar para que un combustible fósil sea abated o mitigado? No hay una precisión oficial y de ahí la preocupación de, por ejemplo, la delegación de la Unión Europea, que ve aquí una posibilidad para que la industria del gas y el petróleo hallen una brecha para seguir extrayendo, produciendo y vendiendo sus productos.
“Es una palabra coladero que han puesto con la intención de que no esté claro”, reflexiona Irene Rubiera, miembro del equipo jurídico de Ecologistas en Acción destacado en la COP de Dubái. “Y los intentos para hacer una definición exacta no han llegado a ningún puerto”.
Para la jurista, “se trata de una palabra muy vaga que puede abrir una brecha muy grande por la que entren un montón de cosas. Y no solo porque pueda dejar pasar a los, entre comillas, abated combustibles fósiles sino porque ese término implica necesariamente las tecnologías de captura de carbono que no apoyamos”.
¿A partir de cuánto hablamos de mitigados?
Algunos investigadores han hecho un intento por acotar este término. De hecho, el último informe del Panel Científico Internacional (IPCC) sobre mitigación del cambio climático –publicado en 2022– incluyó cierta definición en una nota a pie de página: “Se refiere a combustibles fósiles producidos y utilizados sin ninguna intervención que reduzca sustancialmente la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos durante su ciclo de vida”. Y citaba como cifras de ejemplo el 90% del CO2 en una planta térmica o el 50%-80% de las fugas de metano.
¿Por qué esa fórmula de una nota a pie de página? Unas de las autoras de aquel informe, Chris Bataille, lo explicó a la publicación Carbon Brief: “En la sesión de aprobación del resumen para políticos, un grupo de las partes insistió mucho en incluir el término unabated al inicio de cualquier referencia a los combustibles fósiles y eso generó inmediatamente la necesidad de definirlo. Un grupo de los autores del informe nos preocupamos por que hubiera esa definición y, a última hora, nos pusimos a sacar algo”. Un tiempo después publicaron un paper específico sobre este aspecto: Una definición de combustibles fósiles unabated [sin mitigación] compatible con el Acuerdo de París que concluía, básicamente, con esas cifras sobre capturar carbono.
El temor que expresaba la delegación europea y la jurista Irene Rubiera no es hipotético. El mismo presidente de la COP28, el emiratí Sultan Al Jaber, se ha pasado el año preparatorio de la cumbre subrayando la importancia que para él tienen las tecnologías de almacenaje de carbono: “Si nos ponemos a hablar seriamente de emisiones [de CO2]; hay que ponerse a hablar seriamente sobre captura de carbono”, son sus palabras.
El responsable de Cambio Climático de SEO-Birdlife, David Howell, considera que se eligió ese término “porque funciona bien para confundir”. Howell explica cómo funciona, según su criterio, esta confusión: “El mensaje es ¿abandonar los combustibles fósiles? De acuerdo, pero de forma muy paulatina y solo si les pones el antídoto que vamos a fabricar: la captura de carbono”.
Funciona bien para confundir. El mensaje es ¿abandonar los combustibles fósiles? De acuerdo, pero de forma muy paulatina y solo si les pones el antídoto que vamos a fabricar: la captura de carbono
El activista cuenta desde Dubái que “las empresas y Estados que comercializan los combustibles fósiles utilizan todo tipo de argumentos que frenen su abandono como es ese antídoto, que es muy costoso y no funciona”. Y ahí encaja el concepto de combustible fósil con mitigación.
El propio concepto ya se ha extendido. El informe de la Agencia Internacional de la Energía sobre cómo llegar a las emisiones cero netas en 2050 incluía que “un abandono rápido de los combustibles fósiles requiere dejar las centrales eléctricas de carbón y de petróleo sin mitigación en 2040”. Y también que “no debería haber inversiones en nuevas plantas de carbón sin mitigación”.
También el IPCC contempla en sus modelos hacia una descarbonización general una proporción –pequeña, eso sí– de uso de combustibles fósiles siempre que sean con sistemas de mitigación añadidos, es decir, abated.
En los borradores clave
El problema, de momento, es que esos sistemas a la escala que se necesitaría para que fueran relevantes, no están: en 2022 se capturaron así unos 45 millones de toneladas de CO2 de los 50.000 millones de toneladas inyectados a la atmósfera. Y para conseguir el objetivo de parar el calentamiento global en 1,5ºC, esas emisiones deben caer un 50% para 2030, según los cálculos científicos.
“Además, apostar por esto socava los antídotos buenos que son unos ecosistemas sanos ricos en carbono, es decir, cuidar la naturaleza”, contrapone Howell.
Así que, de momento, el término unabated sigue muy vivo y marca el intento de que los documentos finales de la COP de Dubái incluyan el abandono de los combustibles fósiles. En el borrador sobre el Balance Global de Situación se incorporaron tres opciones preliminares para negociar, entre las que apareció “un rápido abandono del carbón sin mitigación [ahí está el unabated] y un cese inmediato de nuevas plantas de generación de energía sin mitigación [segundo unabated], reconociendo que el Panel Científico Internacional sugiere un itinerario que implica la reducción del 75% en el uso de carbón sin mitigar [tercera aparición del término] respecto a los niveles de 2019 en el año 2030”.
“No es algo que creamos que deba estar encima de la mesa para poder alejarnos de los combustibles fósiles. Pero debería reservarse para los procesos industriales que no puedan buscar una alternativa energética”, remata Irene Rubiera.
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