La Unión Europea ha conseguido degradar el nivel de protección internacional del lobo. Su propuesta para rebajar el grado de conservación ha sido aprobada este martes por el Comité permanente del Convenio de Berna para la conservación de la vida silvestre.
El lobo va a pasar del grupo de especies de “protección estricta” al de protección simple que, además, permite “su explotación”. La UE ha llevado esta proposición al Convenio tras aceptar los Estados Miembro en septiembre pasado la iniciativa de la Comisión de quitarle estatus a la especie.
La decisión de aguar la protección de los lobos no implica cambios inmediatos, ya que eso exige enmendar la directiva de Hábitats. La Comisión Europea ya anunció en su momento su intención de modificar esta ley respecto al Canis lupus. Cuando el estatus del lobo cambie formalmente en la Convención de Berna, podrá alterarse su grado de conservación en la directiva de la UE “para adaptarlo a la legislación”, como ha explicado el Consejo de Europa.
Entonces, el lobo tendrá aún cierto nivel de protección, pero menor al que estaba implementado hasta ahora. Eso “llevará a normalizar la caza de lobos” y “a abrir la puerta a rebajar la protección de otras especies”, además de “enviar un mensaje peligroso”, según analizan grupos ambientalistas como WWF, Birdlife o la Oficina Europea de Medio Ambiente.
La decisión “es en el beneficio político de unos pocos en contra de la evidencia científica”, afirma tras conocer la votación Sabien Leemans de la oficina europea de WWF. “Ahora lo más probable es que la Comisión proponga hacer lo mismo con la ley europea lo que conlleva potenciales consecuencias negativas para otras especies”.
La senda para degradar al lobo comenzó en zonas rurales de Europa según la especie consiguió revertir su camino hacia la desaparición gracias, precisamente, a protegerlo. En España, la decisión de prohibir su caza activó una ofensiva en contra de los gobiernos autonómicos de Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León, siempre con el argumento de las pérdidas ganaderas por delante.
En 2022, la presidenta la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, perdió su poni en un ataque de lobo y eso cambió el tablero de juego: desde entonces, la CE ha avanzado en la revisión a la baja de la protección de este carnívoro. Hasta que llegó la propuesta de degradación del nivel de conservación. El Defensor del Pueblo Europeo ha puesto en marcha hace un mes una investigación acerca de cómo Bruselas recopiló los datos en los que basó su plan de desprotección tras la denuncia de la organización Client Earth.