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Las universidades españolas pierden 3.000 profesores jóvenes durante la crisis

Las universidades españolas han perdido 2.920 profesores jóvenes en cinco años. La crisis y los recortes en el presupuesto de estos centros educativos han contribuido a que miles de profesionales menores de 35 años no hayan podido acceder a la docencia ni a la investigación en nuestro país durante los últimos años. Este colectivo ha pasado así de representar el 10,6% del personal total en el curso 2012-2013 al 7,7% en el 2016-2017.

Según los últimos datos que ha publicado el Gobierno en una respuesta parlamentaria al diputado socialista Miguel Ángel Heredia, en el curso 2012-2013 las universidades privadas y públicas contaban con 12.265 profesionales menores de 35 años y que trabajaban como personal docente e investigador en universidades privadas y públicas. Cinco cursos después esa cifra se ha reducido a 9.345 profesores.

En el desglose realizado por el Ejecutivo detalla que durante el periodo escolar 2012-2013 había 115.332 docentes e investigadores en estos centros educativos. De ellos, 2.601 se encontraban en la veintena y 9.664 tenían entre 30 y 35 años. En total, 12.265 tenían menos de 35 años. La franja de edad en la que se encontraba el mayor número de estos profesionales era en la de 40 a 49 años.

Un curso después las universidades españolas perdieron 1.625 profesionales jóvenes. En ese periodo temporal estos centros educativos tenían 10.640 profesores e investigadores menores de 35 años y estos profesionales representaban el 9,2% del total. En el 2014-2015 la cifra se volvió a reducir, pasando a 9.747 docentes y un año después se alcanzó el pico más bajo, con 9.152 profesionales en el curso 2015-2016.

Datos profesorado universitario

Infogram

A pesar de que las universidades españolas, tanto públicas como privadas, han ganado 5.051 profesionales en estos cinco años, este incremento no ha afectado a los más jóvenes. En este periodo temporal la plantilla total de las universidades españolas ha pasado de 115.332 profesionales en septiembre del 2012 a 120.383 el curso pasado.

Fuentes de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) explican que el envejecimiento generalizado de las plantillas “se ha producido por la disminución de efectivos derivada de la aplicación de la tasa de reposición, que ha impedido de 2012 a 2015 sustituir al personal que fue causando baja en las universidades en ese periodo”.

La edad media pasa 46 a 50 años 

“A consecuencia de esto, no solo ha habido una merma en el número de PDI sino también un cambio en la estructura de edades del profesorado universitario. Así, para el conjunto del PDI [Personal Docente e Investigador], la edad media ha aumentado en el periodo 2008-2015 de 46,2 a 50 años (incremento del 8,2%)”, explican estas fuentes.

La diputada de Unidos Podemos especializada en temas universitarios Nagua Alba asegura que la pérdida de docentes menores de 35 años comenzó durante la crisis. “Ahora mismo hay un montón de gente que se saca el doctorado, que quiere hacer carrera académica y que tiene las puertas cerradas”, incide.

Además, Alba critica la política de austeridad impulsada por el Gobierno del PP. “Se está tirando a la basura a una generación entera de docentes y de investigadores, que incluso llegan a acreditarse con la Aneca [Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación] pero luego no existen plazas a las que puedan acceder”, añade.

Para Carmen Domínguez, profesora de la Universidad Complutense y portavoz de asuntos universitarios de Izquierda Unida, esta situación “ha taponado” la entrada de jóvenes en los claustros universitarios y además ha impedido que estos profesionales puedan “consolidar sus carreras académicas y sus plazas”.

“El sistema de contratación más precario afecta a la calidad de la docencia. A un profesor que da clase durante un año, que se le suspende el contrato en verano y se le vuelve a dar de alta en octubre, genera gente poco vinculada. Aunque sean profesores que se esfuercen igual que el resto, pero es una carga docente muy fuerte para un salario muy pequeño”, opina Domínguez.

Por su parte, desde la CRUE reivindican que “la docencia no se ha visto afectada en estos años gracias al esfuerzo realizado por la propia comunidad académica”. Aunque plantean que “esta situación no se puede sostener”. “Si no se consigue la financiación que brindan los grandes países de nuestro entorno y se contratan los profesores necesarios, llegará un momento en el que la calidad de la docencia se verá afectada y podrían bajar las tasas de rendimiento académico, algo que hasta el momento no ha sucedido”, finalizan estas fuentes.