Tras un verano “muy cálido”, la Aemet prevé que el otoño también traiga temperaturas más altas que la media

Ariadna Martínez

24 de septiembre de 2024 13:33 h

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El verano de 2024 ha sido el sexto más cálido del siglo actual y de la serie histórica (que recoge desde el año 1961). Ha tenido, a su vez, un carácter muy húmedo: el sexto más lluvioso del siglo. Estos son los resultados del análisis de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

Rubén del Campo, portavoz de AEMET, ha explicado este martes que la sensación podría haber sido la de un verano leve para muchas personas. Sin embargo, explica, esto se debe a que ha sido un poco menos cálido que los anteriores, pero sobre todo más corto. “No cada verano va a ser más cálido que el anterior, pero la tendencia sigue estando bastante clara. Se ha tratado de un verano muy cálido en el que la temperatura media de la España peninsular ha sido de 23,1 grados, esto representa 1 grado por encima de lo normal. La primera vez en que se superaron estos 23 grados en esta serie histórica fue en 2003, un verano recordado como trágico por el número de muertes por calor que hubo. Sin embargo, desde el 2015 ya se han superado estos 23 grados en cinco ocasiones”.

Junio fue el primer mes con carácter frío en España desde abril del 2022. A mediados de julio ya se instaló el calor intenso, que se vio concentrado entre mediados de julio y mediados de agosto, el segundo bimestre más cálido desde 1991.

A lo largo del año se han producido dos olas de calor. Una de ellas de tres días de duración y otra, del 23 de julio al 12 de agosto, que ya es considerada como la segunda ola de calor más larga de nuestra serie histórica.

Todo apunta a que, cuando el año haya finalizado, se convertirá en el segundo más cálido de la serie, debido especialmente al invierno, que ha sido más cálido de lo habitual. “Se están acumulando los años más cálidos de la serie histórica en los últimos tiempos”, ha señalado el portavoz. “Lo esperable si no hubiera cambio climático serían cinco récords al año de días cálidos y otros cinco de días fríos. Lo que estamos viendo es que esto se ha disparado: llevamos 25 récords de días cálidos, cinco veces más que lo que ocurriría si no estuviéramos en esta situación de cambio climático, y no se ha batido ningún récord de día frío”, han explicado desde la Agencia.

Un verano muy húmedo

El verano fue en su conjunto muy húmedo en cuanto a precipitaciones, con un valor de precipitación media sobre la España peninsular de 82,2 mm. Se trata del sexto verano más lluvioso del siglo XXI y el vigésimo tercero de la serie. 

Hasta el 17 de septiembre se han recogido en España 640 L/metro cuadrado. Está siendo un año hidrológico normal: ni seco ni lluvioso. Sin embargo, sí que han sido apreciables las diferencias entre territorios y en cuanto a la distribución.

“Hay una España húmeda y una España seca, pero este año esto se ha evidenciado más de lo usual, ha sido llevado al extremo”, explica la Agencia. “Hay zonas en el oeste de la comunidad gallega en las que han caído más de 2.500 litros por metro cuadrado,  y eso es mucho hasta para Galicia, y hay zonas del extremo sureste peninsular en las que apenas se ha llegado a 80 litros por metro cuadrado, y eso es muy poco incluso para esas zonas tan áridas”.

La distribución de las precipitaciones, además de espacialmente, también ha sido irregular temporalmente: junio fue muy húmedo, julio muy seco y agosto húmedo.

Persiste la sequía en el extremo oriental peninsular y en los archipiélagos y aún no nos hemos recuperado de la sequía de “larga duración”, que comenzó en 2022.

Un otoño más caluroso de lo habitual

El otoño comenzó el 22 de septiembre y se prevé que dure hasta el 20 de diciembre. La predicción, con un entre 60% y 70% de probabilidad, es la de un otoño meteorológico más cálido de lo normal, “algo que ya no sorprende”. “Hay que remontarse al año 2010 para encontrar el último otoño frío en España. Desde entonces nunca ha habido un otoño así. Han sido normales, cálidos, o muy cálidos”, ha asegurado Del Campo. 

Las incertidumbres en cuanto a lluvias son muy grandes y hay que tomarlas “con cautela”, pero con los datos disponibles hay una probabilidad mayor de que el otoño sea menos lluvioso de lo normal, especialmente en el oeste de la Península y en Canarias. En el resto del país hay la misma probabilidad de que el otoño sea más lluvioso de lo normal que de que sea más seco.

Además, esta semana comienza la primera borrasca de gran impacto de la temporada que la Aemet ha llamado Aitor. “Van a llegar vientos muy intensos al noroeste de la península, con rachas que pueden superar los 80-90 km/h en lugares sobre todo de montaña y en zonas de costa donde haya puntos muy expuestos”. Dejará lluvias abundantes sobre todo entre el miércoles y el jueves, especialmente en la comunidad gallega, y se irá expandiendo a Castilla y León, la comunidad cantábrica, Extremadura y Andalucía Occidental, dejando a su paso temporales marítimos. Salvo en el mediterráneo, habrá un ambiente “desapacible, otoñal”, en el resto del país.

De cara al fin de semana Aitor se retirará y dará paso a vientos del noroeste fríos que se quedarán asentados durante el fin de semana. “Podemos tener ya las primeras heladas en algunos puntos, como en Soria y Valladolid”. Se prevé que después del fin de semana vuelvan a subir las temperaturas.