Veto a las mujeres en un pueblo de La Rioja: “Dejarlas bailar sería una imposición antidemocrática”

Olivia García

29 de agosto de 2023 22:08 h

0

Dejar bailar a las mujeres sería una “imposición antidemocrática”. No es una afirmación de tiempos pasados ni de países señalados por atentar contra los derechos humanos, sino algo que se está diciendo en La Rioja en esta última semana de agosto de 2023.  

En plena ola nacional de sororidad, un grupo de mujeres sigue luchando para intentar participar en el folclore de su pueblo, Cervera del Río Alhama, una localidad casi en el límite entre La Rioja y Soria, a los pies de la sierra Alcarama; un lugar muy arraigado a sus tradiciones de las que, sin embargo, no puede disfrutar toda la población por igual.  

Es el caso de La Gaita, una danza tradicional con más de 500 años de historia bailada por hombres, según dicta la tradición, “vírgenes y solteros”. Fue hace diez años cuando un grupo de mujeres decidió poner fin a la discriminación solicitando incorporarse a esta danza. La respuesta oficial de las cofradías de Santa Anta y San Gil ha sido siempre la misma: las mujeres no pueden bailar La Gaita.  

En la calle, sin embargo, la respuesta ha sido desigual. Estas mujeres son aplaudidas y abucheadas a partes iguales. En las últimas fiestas patronales los gaiteros llegaron a dar la espalda a las chicas que querían participar en la danza, en un duro gesto simbólico que ellas aguantaron estoicamente.  

Ahora, con la celebración de San Gil, la respuesta ha sido todavía más dura. La Cofradía de San Gil ha emitido un comunicado en contra de la Gaita Mixta afirmando que no se puede autorizar la participación de mujeres “por respeto a la tradición”. Basa su defensa argumentando que “no se pueden acometer innovaciones estructurales en el arte o en el folclore antes de estar seguros de que tales cambios no destruyan lo que se pretende preservar, por lo que el respeto a la gaita nos pide que la transmitamos tal como la hemos recibido de nuestros antepasados: sin alteraciones que comprometan su sentido y su futuro”. 

Defiende que debe ser bailada por “los mozos naturales de Cervera”, aunque la realidad es que a día de hoy pocos danzadores han nacido o viven en el pueblo. Llega a decir la cofradía que “no puede aceptar una imposición antidemocrática por parte de un grupo organizado ante una decisión que corresponde a los cofrades, y no a personas ajenas”. Hablan incluso de “chantajes ideológicos y politizaciones”. 

Argumentan su defensa de la igualdad alegando que “en Cervera se honra a Santa Ana y no a San Joaquín o a la Virgen más que a su esposo San José” y hablan de un “falso feminismo contradictorio y líquido, que no llega siquiera a definir qué se entiende por mujer”.  

La Gaita Mixta responde: “Bailaremos por todas las niñas que nos aplaudirán con la ilusión de hacerlo un día”

 A día de hoy componen la Gaita Mixta 21 mujeres y tres hombres (dos de ellos dejaron la Gaita masculina para unirse a ellas) que se mantienen firmes en su decisión de bailar “independientemente de que ahí ponga que ellos no permiten que las chicas bailemos en estos actos”, transmite una vecina, miembro de la Gaita Mixta.  

“Bailaremos en la calle como hemos hecho siempre, haremos el recorrido habitual sin mezclarnos con ellos”, explica otra de las integrantes de la Gaita Mixta, “vamos por separado porque ahora somos nosotras las que no queremos bailar en una Gaita que pertenece a una cofradía con un pensamiento tan anacrónico, discriminatorio y que falta el respeto a las mujeres”. 

Este lunes, decenas de personas que apoyan la gaita Mixta se concentraron en señal de protesta frente a la parroquia de San Gil. “Bailaremos por todas las niñas que aplaudirán desde fuera con la ilusión de hacerlo un día”, dijeron entre aplausos.