España, que tiene una de las leyes contra la violencia machista más avanzadas, ha merecido un duro reproche por parte de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) por el caso de una menor que fue asesinada por su padre durante una visita. La madre se había separado tras denunciarlo por violencia. La ONU ha dado un toque de atención sobre cómo se aplica la Ley Integral de Violencia de Género, por, dicen, dejarse llevar por estereotipos dañinos.
El caso sobre el que pivota la resolución de la ONU es el de Andrea a quien su padre mató en 2004 cuando tenía siete años a pesar de que su madre, Ángela González, había pedido reiteradamente que terminaran las visitas. “Tenemos la mejor legislación del mundo para luchar contra la violencia de género, ese no es el problema. El problema viene por las actitudes de quienes las aplican”, cuenta la presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, Amalia Fernández. El Comité de la ONU para la Igualdad de la Mujer (CEDAW) –además de exigir una indemnización para la víctima y la reapertura de la investigación– pide a España que los encargados de tramitar los casos de violencia machista, desde jueces a fiscales pasando por funcionarios, reciban formación específica para romper los estereotipos de género: “Proporcionar formación sobre la aplicación del marco legal en materia de violencia doméstica y sobre los esteriotipos de género”, detalla.
Sobre cuáles son esas ideas preconcebidas, Fernández se refiere a que “se quiere que los niños y las niñas vivan en una familia feliz que nunca existió, con un padre y una madre felices”. Y abunda en que “muchos hijos e hijas no desean continuar viendo a su padre maltratador y eso sirve para pedir un cambio de custodia que exlcuya a la madre”. Es decir, que la traducción de lo que marca la norma en el día a día es lo más complicado. Y es sobre lo que ha llamado la atención el CEDAW ya que sí ha reconocido los esfuerzos en cuanto a legislación y concienciación. “Pero las actitudes no se cambian de un día para otro”, remata la dirigente de Themis que, además, pide que “se estudie más profundamente cada caso de violencia. Que los equipos forenses psicosociales profundicen en los antecedentes”, al calor del dictamen de la ONU que incluye la recomendación de “tomar medidas adecuadas y efectivas para que los antecedentes sean tomados en cuenta”.
El proceso de Ángela lo ha llevado la organización Women's link. Una de las abogadas de esta ONG, Viviane Weisman, ya explicaba en el Congreso de Nuevas Formas de Violencia (el 6 de noviembre de 2013 en Madrid) cómo están desarrollando el concepto de “litigio estratégico” mediante el cual utilizar un episodio concreto para “conseguir cambios estructurales”. El objetivo de Women's link es eliminar preconcepciones del sistema judicial. En esta ocasión, mediante la tragedia de Andrea y Ángela.
Los equipos forenses se mueven en un campo más neutral
Pero, en este sentido, una psicóloga de los Juzgados de Violencia contra la Mujer de Madrid ha explicado a eldiario.es que “los equipos estamos en un campo más neutral. No estamos constituidos como un apoyo directo de las mujeres víctima. Somos un apoyo para que el juez esclarezca los hechos”. Y luego reflexiona que la resolución del CEDAW “va a tener una influencia directa, antes o después, en nuestra dinámica”. Al fin y al cabo, el texto pide que “el interés del superior del niño y su derecho a ser escuchado deberían prevalecer en todas las decisiones que se tomen en la materia”.
¿En qué sentido? La presidenta de Themis anticipa su análisis al afirmar que “un maltratador no va a ser un buen padre”. Esta psicóloga judicial entiende que “hay un movimiento claro para que se eliminen las visitas de los padres casi de forma automática. Aunque levante ampollas, no puede decirse al 100% que cada hombre maltratador sea un mal padre de igual manera que una mujer víctima no es obligatoriamente una buena madre”. Con todo, el código civil ya prevé actualmente que la custodia compartida de los hijos “tampoco procederá cuando el Juez adiverta, de las alegaciones de las partes y las pruebas practicadas, la existencia de indicios fundados de violencia doméstica”. Además, el Ministerio de Sanidad e Igualdad está decidido a cambiar la legislación en este ámbito e incluir a los menores como víctimas directas de la violencia machista.
El año pasado, seis menores murieron víctimas de la violencia machista según el registro del ministerio. Todos los niños y niñas eran españoles. Sólo en un caso la madre había denunciado al agresor (aunque luego retiró la denuncia) y en tres de los asesinatos todavía convivía con el padre de las víctimas. En lo que va de 2014, un menor ha sido asesinado. Además, otros 42 niños y niñas terminaron húerfanos por culpa de los ataques de parejas o ex parejas a madres el año pasado.
En lo que va de año, 33 mujeres han sido asesinadas al haber sido hallada muerta una mujer de 40 años en Orihuela (Alicante) por los golpes recibidos, presuntamente, por el ataque de su novio. El asesinato se ha producido tan sólo un día después de que otra mujer perdiera la vida al recibir 20 puñaladas a manos de su pareja, esta vez en Beja (Almería).