El ministro de Educación, Cultura y Deporte ha sido el primer miembro del Gobierno que reconoce con claridad las dudas sobre qué hacer con la reforma del aborto impulsada por Alberto Ruiz-Gallardón. Mientras Soraya Sáenz de Santamaría insiste en que no hay “ninguna novedad”, José Ignacio Wert ha admitido este jueves que en el seno del Ejecutivo se ha abierto “un periodo de reflexión” sobre el anteproyecto y sobre sus efectos electorales.
“Yo creo que es cierto que se ha abierto un periodo de reflexión sobre la conveniencia temporal de ciertos aspectos”, ha reconocido Wert durante una entrevista en TVE, donde también ha llamado la atención sobre el hecho de que la ley aprobada por José Luis Rodríguez Zapatero esté pendiente de lo que diga el Tribunal Constitucional sobre el recurso que planteó el PP.
El ministro se ha mostrado partidario de esperar a que el tribunal haga pública su decisión antes de dar ningún otro paso: “Estando pendiente una resolución del Tribunal Constitucional sobre la ley actualmente vigente, no parece totalmente desorientado aguardar a esa orientación sobre la constitucionalidad del actual texto”.
Sobre si congelar el anteproyecto supone una desautorización para el ministro de Justicia, principal valedor del proyecto y responsable de su sesgo conservador en cuanto a admitir la malformación como causa de aborto, Wert ha apoyado a su compañero de gabinete. “Compartimos un rato de confidencias y tuve la oportunidad de manifestarle mi solidaridad, como el resto de miembros del Gabinete”, ha explicado. Aun así, se ha negado a ejercer de portavoz de Gallardón: “Él se explica suficientemente bien, no tiene necesidad de portavoces”.
El titular de Educación ha subrayado que el Gobierno “es solidario” y ha recordado que el anteproyecto de reforma de la ley del aborto fue aprobado por el Consejo de Ministros : “Todos, de alguna forma, participamos en las decisiones colegiadas”.