Nada ha vuelto a ser igual desde que Microsoft anunciara en 2015 que daría la opción a todos los usuarios de instalar Windows 10 gratis en sus ordenadores. El escritorio luce diferente con ese gran aviso azul en el área de notificaciones y cuyo mensaje puede resumirse en la frase “actualízate o muere”. La compañía de Bill Gates lleva ofreciendo a coste cero la última versión de su sistema operativo desde el 29 de julio del año pasado, fecha en la que se lanzó el producto. Pero todo se acaba.
Según Microsoft, Windows 10 dejará de estar disponible para libre descarga el día que cumpla un año. A partir de entonces -29 de julio del 2016-, pasará a costar 119 dólares. O lo que es lo mismo: 104 euros. Lo cuenta la multinacional al final de un comunicado en el que se congratula por haber llegado a los 300 millones de usuarios activos en Windows 10. “La oferta de actualización gratuita a Windows 10 fue la primera para Microsoft, ayudando a la gente a actualizarlo más rápido que nunca antes”, firma el vicepresidente de la compañía, Yusuf Mehdi, en el blog oficial.
Tal y como contaba hackread en diciembre del año pasado, Microsoft ha intentado por todos los medios que los usuarios se pasen a Windows 10. Los mensajes azules de los que hablábamos al principio del artículo se han ido intensificado, así como su tamaño. El uso de técnicas más propias de spammers que de una compañía que quiere promocionar su último producto, unido a las cuestionadas garantías de privacidad que ofrece y los numerosos errores de la pantalla azulerrores de la pantalla azul, no han hecho sino avivar las críticas hacia el último sistema operativo de los de Bill Gates. eldiario.es ya contó en febrero que Windows 10 mandaba reportes hasta 5.508 veces al día a Microsoft en los que se incluían datos de los usuarios y se conectaba hasta a 51 IPs diferentes.
En el pasado, Windows 7 y 8 ya estuvieron en el punto de mira por instalar actualizaciones sin consentimiento de los usuarios. No eran del todo seguros pero eran legales: al aceptar el contrato de licencia, la compañía tiene “pleno derecho de hacer esto”, tal y como apunta Gordon Kelly en Forbes. Sin embargo, muchos se preguntarán por qué han de pagar 104 euros si, al comprar un ordenador, ya están dando el “sí quiero” en ese mismo contrato a la compañía. “No todos los ordenadores se venden con licencia de Windows -cuentan a eldiario.es desde Microsoft-. Depende del fabricante. El comprador tiene que verificar que la licencia sea de Windows 10 y sino, de Windows 7 o Windows 8 para que pueda actualizarla de forma gratuita antes del 29 de julio”.
Actualizarse o pagar, esa es la cuestión
El movimiento de Microsoft obliga a todos los usuarios con versiones anteriores a actualizar. ComputerHoy cuenta que la versión gratuita de Windows 10 instala actualizaciones obligatorias, obvia las explicaciones al usuario sobre el contenido de dichas actualizaciones, emplea recursos de la máquina para recabar información sobre la experiencia de uso -unos informes que van directamente a Bill Gates- y algunos programas gratuitos de versiones anteriores ya no lo son -como el juego de cartas del Solitario-. Contraindicaciones de un sistema operativo gratuito.
No se acabará el mundo para los que no actualicen Windows después del 29 de julio. Pero sí tendrán que pagar 104 euros a la compañía si quieren poner su sistema operativo a la última. En Microsoft cuentan que las versiones anteriores “se puede seguir utilizando” pasada la fecha, pero que los “usuarios no podrán disponer de las ventajas de Windows 10”. Es algo parecido a lo que ocurrió con las versiones 8, 9 y 10 de Internet Explorer: subirse al carro o quedar condenado al ostracismo.
Bryan Roper, el jefe de marketing de la compañía, asegura en un vídeo de YouTube que si decidimos ejecutar la instalación ahora, vamos a “obtener todas las actualizaciones en el futuro gratis”. Lo que nos lleva a preguntarnos si, en días venideros, los usuarios que no actualicen a Windows 10 tendrán que pagar por las actualizaciones de su sistema operativo. Además, a esto se le suma el hecho de quedar expuestos en la Red y arriesgarse a que cualquiera de sus dispositivos deje de funcionar de un día para otro por la inexistencia de drivers.
Es la primera vez que Microsoft pone un deadline a uno de sus productos. “Windows 10 se ha convertido en un servicio con actualizaciones gratuitas. Si no se cuenta con Windows 10 no se dispone de ese beneficio”, dicen desde la compañía. Los 300 millones de usuarios celebrarán el primer cumpleaños del sistema operativo, lo quieran o no. Para unos será gratis, para otros no tanto. En los dispositivos nuevos, Windows 10 también se ofrecerá sin coste. Los únicos que podrán actualizar a la última versión pasado el 29 de julio sin pagar un euro serán las personas con discapacidad.