Las web de porno Stripchat, XVideos y Pornhub estarán sometidas a partir de ahora a un mayor control y a más obligaciones legales bajo la regulación europea de los servicios digitales. ¿La razón? Tienen más de 45 millones de usuarios al mes y eso ha hecho que la Comisión Europea las introduzca en la categoría de grandes plataformas, como ya hizo hace unos meses con Google, Booking, redes sociales como X o TikTok, Yotube, Booking o Zalando.
La ley de Servicios Digitales (DSA) impone medidas a ese tipo de plataformas para poner freno el contenido ilícito, las responsabiliza de sus algoritmos y las obliga a mejorar la moderación de los contenidos. La regulación, que entró en vigor en agosto y que recientemente ha supuesto la apertura de un expediente a X por la presunta difusión de contenidos ilícitos y desinformación, persigue equipara la ilegalidad de los comportamientos de la vida offline a los de la realidad online.
Para las grandes plataformas, la legislación incluye más obligaciones y controles como evaluaciones de riesgos obligatorias, medidas de mitigación de riesgos, auditorías independientes y transparencia de los denominados “sistemas de recomendación” (algoritmos que determinan lo que ven los usuarios). También impone un mayor control sobre la publicidad, especialmente al uso de los datos personales, y se prohíbe la publicidad dirigida.
En el caso de Stripchat, XVideos y Pornhub, a la Comisión Europea le preocupa especialmente la responsabilidad de esas web en la lucha contra los contenidos ilegales, especialmente en el abuso infantil, así como en la protección de los menores. Están obligadas a establecer un sistema de verificación de la edad para el acceso. También tendrán que poner en marcha medidas para mitigar los riesgos sobre los derechos fundamentales, como el derecho a la dignidad humana y a la vida privada en caso de intercambio no consentido de material íntimo online o la pornografía deepfake (aquella en la que se manipulan las caras de los protagonistas). “Estas medidas pueden incluir la adaptación de sus términos y condiciones, interfaces, procesos de moderación o algoritmos, entre otros”, recoge el gobierno comunitario en un comunicado. Una vez que esas tres plataformas reciban la notificación formal de la Comisión, tienen cuatro meses para enviar un primer informe de evaluación de sus riesgos sistémicos en relación a las obligaciones que establece la normativa europea.
Las grandes plataformas también tienen más obligaciones en materia de transparencia: como la publicación de repositorios de todos los anuncios publicados en su interfaz; dar acceso a los datos disponibles al público a los investigadores, incluidos los investigadores vetados designados por los Coordinadores de Servicios Digitales; la publicación semestral de informes de transparencia sobre decisiones de moderación de contenidos y gestión de riesgos, además de informes sobre sus riesgos sistémicos y resultados de auditorías una vez al año; y someterse a una auditoría externa independiente cada año.
Stripchat, XVideos y Pornhub, junto a las otras 19 plataformas que habían sido categorizadas como grandes, tienen hasta el próximo 17 de febrero de 2024 para acomodarse a la nueva legislación. Entre sus obligaciones estarán: “proporcionar mecanismos de fácil uso que permitan a los usuarios o entidades notificar contenidos ilegales; dar prioridad al tratamiento de las notificaciones presentadas por los denominados ”marcadores de confianza“; dar explicaciones a los usuarios cuando se restrinjan o eliminen sus contenidos; proporcionar un sistema interno de tramitación de quejas para que los usuarios puedan recurrir las decisiones de moderación de contenidos; informar rápidamente a las autoridades policiales si tienen conocimiento de cualquier información que permita sospechar que se ha cometido, se está cometiendo o es probable que se cometa un delito que suponga una amenaza para la vida o la seguridad de una persona, incluido el caso de abusos sexuales a menores”.
Según recoge el comunicado de la Comisión Europea, también tendrán que “rediseñar sus sistemas para garantizar un alto nivel de privacidad, seguridad y protección de los menores; garantizar que sus interfaces no están diseñadas de forma que engañen o manipulen a los usuarios; etiquetar claramente la publicidad en sus interfaces; dejar de presentar publicidad selectiva basada en perfiles de datos sensibles (como origen étnico, opiniones políticas u orientación sexual), o dirigida a menores; disponer de términos y condiciones claros y actuar de forma diligente, objetiva y proporcionada al aplicarlos; y publicar una vez al año informes de transparencia sobre sus procesos de moderación de contenidos”.
El incumplimiento de las normas puede suponer multas de hasta el 6% de la facturación global de las compañías que están detrás de esas plataformas.