La Super Bowl es uno de los mayores espacios comerciales del planeta. Más de 100 millones de personas siguen el evento. Es la final de la liga de fútbol americano, pero a menudo el aspecto deportivo queda en un segundo plano en favor de lo que se genera a su alrededor, como lo que sucede en el descanso y en los anuncios que se emiten durante la retransmisión. A la Super Bowl de este año, celebrada en Inglewood (California), ya se la conoce como la “Crypto Bowl”.
Las empresas de compraventa de criptomonedas han sido la gran irrupción de la edición de 2022. Hasta cinco de ellas han pagado el precio establecido por la cadena NBC, siete millones de dólares por espacios de 30 segundos, a cambio de hacer llegar su mensaje a millones de personas en la televisión nacional. Una de ellas ha sido Coinbase, que compró un minuto y además ha logrado que su anuncio se convierta en uno de los más virales del fin de semana.
La táctica publicitaria de la compañía fue ocultar el objetivo del anuncio y su marca hasta el final de ese minuto. Coinbase mostró un código QR que iba cambiando de color y moviéndose por la pantalla como el conocido logo de DVD. Escaneando el código se accedía a una web que regalaba 15 dólares en Bitcoin a los usuarios que se registraran por primera vez en el servicio, junto a una participación en un sorteo de tres millones de dólares en esta criptomoneda.
El anuncio se basaba en el meme del clásico logo de DVD, del que se dice que nunca toca las esquinas de la pantalla. Sus diseñadores mezclaron esa conexión con la cultura digital, una pretendida rotura de ritmo con el resto de la publicidad típica del evento y el gancho a un enlace desconocido para captar la atención de los espectadores. Ha sido uno de los anuncios más comentados en las redes sociales debido a que muchos usuarios no entendieron la referencia al logo de DVD, mientras que otros muchos pensaron que su televisor o la retransmisión había sufrido algún problema.
La realidad es que era un anuncio de criptomonedas y provocó que la web de destino del código QR se cayera ante la avalancha de tráfico. Además de Coinbase, otras plataformas de trading de criptomonedas (o de todo tipo de activos, pero que centraron su publicidad de la Super Bowl en estas divisas virtuales) fueron Crypto.com, FTX, eToro y E-Trade.
Los anuncios de la Super Bowl son los más caros de la televisión, por lo que tradicionalmente los han ocupado las industrias con más dinero para gastar. La duda ahora es si las criptomonedas han llegado para quedarse. “Es una forma de dar a conocer nuestro nombre”, ha explicado Sam Bankman-Fried, el fundador de FTX. “Pensando en lugares para hacer eso, es difícil encontrar uno de mayor perfil que este”, afirmaba en relación a la cita deportiva estadounidense.
El objetivo es promocionarse como un producto para todos. “Estas empresas están intentando transmitir que ya no son ese pequeño niño de la esquina que está haciendo cosas raras”, ha explicado al New York Times Beth Egan, profesora de Publicidad de la Universidad de Siracusa. “Su mensaje es que son una empresa real, un anunciante real, que están aquí para quedarse y ser mainstream [parte de la corriente principal]”.
Otras fuentes citadas por el mismo medio indican que la súbita irrupción del dinero cripto en la Super Bowl de 2022 desde la irrelevancia de años pasados les recuerda a la entrada de las puntocom a finales de los 90. No obstante, que las criptomonedas hayan sido el gran fenómeno de esta edición no solo se explica por sus propios anuncios, sino por cómo han sido referenciadas por otras compañías en su publicidad.
De esta forma, un anuncio de una agencia de viajes protagonizado por el actor Ewan Mcgregor que abogaba por dejar de acumular “cosas” e invertir en conocer nuevos lugares mostraba la representación de una gran criptomoneda de fondo; en otro se promocionaba la posibilidad de ahorrar impuestos a través de ellas mientras que en el comercial de una cerveza sin alcohol aparecían obras de arte vendidas como NFT.
Meta (matriz de Facebook) intentó aprovechar la viralidad del anuncio de Coinbase para lanzar su propia versión. “A ver si esto no se cae”, ironizó la multinacional.
El deporte como escalera al gran público
La empresa de Mark Zuckerberg fue otra de las que utilizó el escenario de la Super Bowl para promocionar el metaverso, su gran apuesta de futuro. Las grandes tecnológicas están consolidadas como anunciantes fijas en los anuncios del evento, como Amazon, que tampoco faltó a la cita. La irrupción de las criptomonedas ha sido potente, pero predecible: ya son una de las industrias que más gasta en promocionarse usando el deporte.
Según la consultora IGN, las empresas de criptomonedas ya han sobrepasado a aerolíneas, restaurantes de comida rápida y las compañías de bebidas alcohólicas (excluyendo a fabricantes de cerveza) en patrocinios deportivos. Crypto.com, proveniente de Singapur, consiguió hacerse un nombre entre los aficionados al poner su nombre al mítico estadio en el que juegan Los Ángeles Lakers y otras franquicias deportivas de la ciudad a cambio de 700 millones de dólares.
“En los próximos años, la gente recordará este momento como aquel en el que las criptomonedas cruzaron el abismo hacia el mainstream”, afirmó tras el acuerdo Kris Marzalek, el máximo mandatario de Crypto.com. FTX también compró los derechos para poner nombre a la cancha en la que juegan los Miami Heat por 135 millones, mientras que la NBA (liga profesional de baloncesto) tiene a Coinbase como patrocinador oficial.
Curiosamente, la NFL (liga provisional de fútbol americano), organizadora de la Super Bowl, prohíbe por el momento a sus equipos promocionar criptomonedas o NFT. Pero esto no cubre a los jugadores. Varios de ellos han participado en campañas publicitarias de casas de cambio mediante las cuales han anunciado que cobrarán sus salarios directamente en Bitcoin. Una jugada que ha mostrado los peligros de esta práctica.
En España el desembarco de las criptomonedas es por el momento menos intenso, pero no inexistente. Están en las camisetas de varios equipos de fútbol y baloncesto. Además, varios clubes han firmado con empresas de fan tokens, una especie de acciones que permiten a los compradores decidir sobre algunos aspectos del día a día de su equipo, como la decoración de los vestuarios. En la práctica funcionan como criptomonedas cuyo valor fluctúa y pueden intercambiarse en el mercado secundario.
La Super Bowl de 2022 podría ser el anticipo del desembarco del dinero de las criptomonedas en los deportes de otros países. El partido, por cierto, lo disputaron Los Angeles Rams frente a los Cincinatti Bengals. Ganaron los Rams.