Los habituales a los debates políticos en las redes sociales, tanto en Facebook como sobre todo en Twitter, quizá recuerden una cuenta que solía intervenir en todas las conversaciones que podía. Su nombre de usuario era “Verdadera Izquierda”; su foto de perfil, una figura grafiteada tirando a la basura el símbolo comunista de la hoz y el martillo; su imagen de portada, una ondeante bandera de España. Hacía comentarios extremos contra las ideologías progresistas, insultaba a sus líderes sociales y representantes políticos, promovía la confrontación. “Perfil creado para desenmascarar las mentiras de la izquierda y del socialismo de este gran país llamado España” era su lema en Twitter, donde llegó a sumar casi 40.000 seguidores.
Activo desde 2011, “Verdadera izquierda” fue adoptando un perfil cada vez más radical. Abrió un blog con el mismo nombre y empezó a distribuir desinformación y contenidos extremos copiados de medios conservadores o páginas ultras como Mediterráneo Digital. “Verdadera izquierda” parecía un actor más, en parte causa y en parte consecuencia, de un debate político online que en España se ha ido haciendo más tóxico y extremo por momentos. Sin embargo, un amplio informe publicado por la ONG especializada en desinformación EU Disinfo Lab apunta a que esa radicalización ideológica era un solo un truco para captar atención: el objetivo real era monetizar toda esa crispación a través de Amazon.
El plan de negocio tenía dos partes. La primera era usar la “desinformación como clickbait: atrayendo a usuarios con contenido polarizador falso o no verificado y hacer que pincharan en enlaces de Amazon”. Estos se monetizaban gracias al programa de comisiones de la compañía. Cualquier usuario de Amazon puede compartir enlaces de productos a la venta en sus redes sociales y llevarse una pequeña comisión por cada compra derivada de esa recomendación. El objetivo era llevar personas al blog captadas gracias a esos contenidos extremos (y en ocasiones ya desmentidos) para luego redireccionarlas a Amazon.
Tras conseguir que los usuarios hicieran click y navegaran por la página, los administradores trataban de volver a monetizar su visita poniendo en acción el gancho patriótico: “Una buena forma de ayudarnos es realizando compras a través de nuestro enlace de afiliados de Amazon”, solicitaban: “Todos los beneficios irán destinados a causas patriotas”.
La ONG ha descubierto que la cuenta “Verdadera Izquierda” no estaba sola. Tenía un grupo de cuentas satélite, también anónimas y radicalizadas, que colaboraban en la distribución de los fakes del blog para aumentar su impacto. Esta parte de la red era clave en la segunda pata del negocio, que consistía en publicitar “anuncios para comprar productos alimentados con narrativas de extrema derecha, orgullo nacionalista o chistes de extrema derecha”. La distribución de links de Amazon con esta fórmula fue “masiva”, avisa el informe. Solo la cuenta principal “Verdadera Izquierda” sumó más de 2.050 enlaces a productos de la multinacional.
Muchos de los objetos que la red publicitaba tenían un gancho patriótico, como banderas de España a un euro y todo tipo de merchandising con la bandera insertada, como relojes, carteras, brazaletes, calcetines, pegatinas, etc. En el tenderete patriótico también cabía un Belén de Playmobil “porque en España somos Cristianos y ponemos el Belén”; juguetes sexuales como el satisfyer; gorras de Vox; una navaja de la Guardia Civil, un rascador “ideal para que los podemitas se rasquen las pelotas mientras mientras esperan los 600€ de paga que les prometió el coletas”; tazas con el lema antisoberanista “La república no existe, idiota”...
“Durante nuestra investigación, identificamos una red de páginas de Facebook y cuentas de Twitter que publicaban de forma regular exactamente los mismos comentarios. Estos consistían en enlaces al blog de La Verdadera Izquierda o a Amazon. Este comportamiento nos animó a profundizar en las interacciones entre las cuentas de Twitter (”retweets“) y las páginas de Facebook (”Páginas que le gustan a esta página“). Descubrimos múltiples signos que sugieren que todas estas cuentas y páginas de redes sociales probablemente estaban conectadas”, adelanta la investigación de EU Disinfo Lab.
Las conexiones entre estas cuentas “fueron confirmadas” precisamente por esta campaña de oferta “masiva” de productos de Amazon, apuntan los investigadores. ¿La prueba? Entre los todos los comentarios extremos, insultos y enlaces al blog de fakes en los que la red colaba enlaces a Amazon, siempre era la misma cuenta la que recibía la comisión: todo “fue en beneficio financiero de unos pocos (o posiblemente un solo individuo)”, señala el informe. La pista es “Sergarlo”, el nombre del usuario de Amazon que se lucra con la acción de esa red de cuentas radicalizadas.
Ese rastro lleva a una persona, Sergio G. L., que se identifica en redes sociales como “community manager y blogger”. Su huella en redes sociales está asociada al triatlón y el deporte en general. La ONG ha detectado que la cuenta de Amazon controlada por esta persona son también las destinatarias de las recomendaciones de otra red de cuentas de Facebook y Twitter que publicaban contenidos deportivos y un blog de la misma temática. Una operación similar a la que gira en torno a “La Verdadera Izquierda” pero sin el componente político.
La página de Facebook de “La Verdadera Izquierda” sigue activa, con algo más de 4.000 seguidores, aunque la de Twitter fue desactivada en abril. La de Sergarlo, que acumulaba más de 23.600 seguidores, cayó justo tras la publicación del informe de EU Disinfo Lab, el 26 de mayo.
Sergio G. L. ha acusado a Twitter de “censura” por el bloqueo de su cuenta y del “compendio de perfiles que dedicaba a monetizar el programa de afiliados”, a pesar de que las reglas de la plataforma prohíben expresamente esta práctica (lo denomina “spam con fines comerciales, que generalmente apunta a desviar el tráfico o la atención de una conversación en Twitter hacia otras cuentas, sitios web, productos, servicios o iniciativas”).
eldiario.es ha tratado de ponerse en contacto con Sergio G. L., pero este no ha contestado a los requerimientos. En declaraciones a EFE, reconoce que es cierto que él cobraba los beneficios que reportaban los enlaces de la red de cuentas radicalizadas y el blog, pero asegura que no llevó a cabo una coordinación comercial de la operación: “Algunas de ellas las conozco. Supongo que habrán querido echar una mano. A veces les ayudo con la gestión de las cuentas”, afirma.
Lo que ha revelado la investigación de EU Disinfo Lab es “una red de cuentas anónimas coordinadas para distribuir desinformación” y “confundir al resto de usuarios sobre su popularidad real”, explica en conversación con este medio el director de la organización, Alexandre Alaphilippe. “Nosotros no le damos importancia a la orientación del contenido, sino a las tácticas utilizadas. Habríamos publicado el mismo tipo de informe tanto si los contenidos fueran de extrema derecha como de extrema izquierda”, añade: “Creemos que cuando la gente ve enlaces a Amazon y compra esos productos, debería conocer si está financiando a personas que viven de la desinformación y del discurso de odio”.
Además de las reglas de Twitter, la red también ha violado los términos de uso de Amazon, que no permite el cobro de comisiones a través de contenidos “que inciten al odio”, ni tampoco plagiados de otras páginas. Un portavoz de la multinacional afirma a eldiario.es que han abierto una investigación sobre las prácticas de “Sergarlo”. “Estos requisitos se aplican por igual a todas las cuentas y sitios afiliados. Si identificamos que no cumplen con nuestras políticas, tomamos las medidas apropiadas, incluido el cierre de la cuenta si fuese necesario”, ha afirmado.
Intoxicar la opinión pública como modelo de negocio
La ONG EU Disinfo Lab ha pasado varios meses analizando la red de páginas de Facebook y cuentas de Twitter en torno al blog “La Verdadera Izquierda” como un nuevo ejemplo de monetizar la difusión de desinformación. Aunque la implicación de Amazon supone vuelta de tuerca a lo visto hasta ahora, la red comparte prácticas con uno de los ejemplos más claros de factorías de bulos que se han documentado: Veles, una población de 44.000 habitantes de Macedonia que se hizo rica creando una marabunta de webs dedicadas a publicar desinformación de apoyo a Donald Trump para difundirlos a través de Facebook.
Esas páginas publicaban textos como “Los correos electrónicos ilegales de Hillary han matado al primer espía de Estados Unidos”, “Así es como los progresistas han destruido Estados Unidos” o “Estos son los motivos por los que necesitamos que Trump llegue a la Casa Blanca”. Contenidos que captaban la atención e inflamaban las emociones de los estadounidenses, redactados por ciudadanos de Macedonia que se llenaron los bolsillos con la publicidad insertada en sus páginas.
El blog “La Verdadera Izquierda” (verdaderaizquierda.blogspot.com) ha sido cerrado al público tras la investigación de EU Disinfo Lab y ahora solo se puede acceder con una invitación del administrador. Su modus operandi era el mismo que las páginas creadas en Macedonia, con titulares como “Podemos estudia en su programa playas para mujeres musulmanas”, “Sánchez presidente: reedita el Frente Popular gracias a sus pactos con Podemos, el golpismo y Bildu” o “El nuevo 'catering' del Falcon: hasta 1,2 millones en tofu, pollo, merluza y pasteles”. No era contenido original sino replicado de otras páginas: cuanto más llamativo y sacado de contexto, mejor.
Los investigadores de EU Disinfo Lab analizaron sus contenidos más leídos para medir la popularidad de la página. El texto con más impacto fue un fake sobre Podemos, “Podemos pagará 600 euros al mes a todos los inmigrantes que lleguen a territorio español”, que consiguió 300.000 interacciones en Facebook. Hasta marzo de 2020, La Verdadera Izquierda había recibido casi 10 millones de visitas, aunque había bajado su popularidad desde el período de 2015 a 2017, cuando consiguió su mayor volumen de visitas.
Una de las cuentas de la red está ahora manejada por un cargo de Vox
Una de las cuentas que se dedicó a promocionar productos de Amazon utilizando la crispación, el discurso del odio y los bulos es la que ahora utiliza José Casado, coordinador de Vox en Mataró. Su perfil de Twitter antes se llamaba “YO ESTOY CON VOX” y se dedicaba a promocionar objetos como el citado rascador “para podemitas” o el Belén de Playmobil. También publicitaba suscripciones a Amazon Music o “3 meses GRATIS de Amazon Kindle Unlimited, para que leas todo lo que quieras sin pagar nada”.
“La cuenta @YoEstoyConVox se convirtió en @Jose_CasadoVOX a principios de marzo de 2020. Todos los tuits previamente compartidos por @YoEstoyConVox todavía aparecen en la cuenta. Esta técnica engañosa da la impresión de que el político comienza con una gran audiencia”, refleja EU Disinfo Lab. Otras de las cuentas que formaban parte de la red original de La Verdadera Izquierda también han hecho cambios de identidad similares, por lo que los investigadores creen que su gestor original también las ha vendido a personas interesadas en contar con una base de seguidores de extrema derecha.
“La adquirí porque me bloquearon mi cuenta y esta estaba a la venta”, confirma en conversación con eldiario.es José Casado que, no obstante, se niega a confirmar si la persona que se la vendió fue Sergio G. L.: “No quiero comprometer a nadie”. El coordinador de Vox en Mataró afirma que no tenía constancia de cuál era la actividad anterior de la cuenta ni de que los mensajes de su antigua identidad siguen disponibles, ahora asociados a su nombre. Pese al aviso de eldiario.es, Casado no ha eliminado esas publicaciones con enlaces a Amazon al cierre de esta información.