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Estados Unidos veta la formación online en los países de su “lista negra”

El reconocido sitio global de cursos online Coursera ha publicado un post en su blog pidiendo disculpas a los alumnos de Irán, Cuba, Sudán y Siria. A partir de ahora no podrán acceder a sus lecciones y ningún otro usuario podrá estudiar uno de sus cursos en estos países: están bloqueados por IP. Las autoridades de Estados Unidos han prohibido exportar los servicios de la web a los países a los que acusa de promover el terrorismo, actualmente los cuatro anteriores.

Coursera se encuadra dentro de la modalidad definida como MOOC, cuyo objetivo es promover una enseñanza abierta, facilitando el acceso al conocimiento, razón por la que los cursos son online, gratis y sin límite de plazas. En esta plataforma colaboran centros como Harvard, Princeton, la Universidad de Pekín, la de Ámsterdam o la Universidad Autónoma de Barcelona, y se imparten todo tipo de cursos.

Las regulaciones de Estados Unidos a la exportación prohíben a las empresas estadounidenses, como es Coursera, ofrecer servicios a los usuarios de los países sancionados. Hasta ahora los MOOC se habían movido en un terreno ambiguo, lo que permitía a la plataforma actuar bajo una interpretación de la ley que amparaba su formación online en todos los países. Pero hace unos días Coursera recibió un comunicado de las autoridades estadounidenses en el que se indicaba que el acceso a los cursos está considerado un “servicio” y, por tanto, está sujeto a las restricciones correspondientes.

“Ofrecer acceso a la educación para todo el mundo ha sido siempre el centro de la misión de Coursera, pero lamentándolo mucho hemos tenido que hacer un cambio en nuestra accesibilidad en algunos países”, así lo ha resumido Coursera.

Sólo hay una excepción: Siria. La plataforma se ha acogido a una excepción en las leyes estadounidenses relativas a este país. En ella se autorizan determinados servicios en apoyo de actividades no gubernamentales, especialmente los que tratan de expandir el acceso a la educación. Por esta razón la oferta no se verá afectada en Siria.

En los otros tres países no se puede acceder a los cursos, aunque sí está visible la página, que se considera como información pública. En Coursera afirman entender la frustración de los usuarios afectados y apuntan que están trabajando con el Departamento de Estado y las autoridades de control a la exportación para restablecer la formación online. Las restricciones tienen mayores consecuencias que el caso concreto de Coursera, pues se aplican a todas las webs estadounidenses que ofrezcan formación tipo MOOC.

La educación resulta ser un arma

En un email enviado a los alumnos que atendían su curso a través de Coursera, Ebrahim Afsah, profesor de Derecho Internacional en la Universidad de Copenhague, señala que con esta restricción el Gobierno de Estados Unidos está calificando al conocimiento como arma.

Los países de la lista negra no tienen derecho a recibir nada de Estados Unidos que pueda considerarse un arma y para ilustrarlo el profesor –de origen iraní, con lo que su país se encuentra entre los afectados– recuerda el ejemplo del Apple G4, que fue promocionado como un ordenador personal tan potente que había sido el primero en ser considerado como un arma.

En el caso de Coursera las autoridades se refieren a “servicios”, pero igualmente no deberían prestarse a gente que vive en los países que Estados Unidos ha metido en su lista negra. El profesor Ebrahim Afsah pide que no se culpe de la decisión a Coursera y afirma que con la legislación actual en Estados Unidos no hay nada que pueda hacer.

Asimismo anima a sus alumnos y a quienes se han visto afectados por la medida a utilizar una VPN o plataformas como hola.org, con el fin de burlar la censura.

Imagen: IntelFreePress