Por qué Google, Amazon y Facebook experimentan con drones

La utilidad de la tecnología punta a veces no se distingue hasta pasado un tiempo después de que aparezca. En el caso de los drones, las compañías tecnológicas que han apostado por ellos cantan sus oportunidades, ya sea para llegar a zonas de difícil acceso o para mejorar la entrega de paquetes. Lo cierto es que las razones que esgrimen Amazon, Google y Facebook para explicar sus investigaciones con estos vehículos voladores no tripulados se quedan cortas, como por otra parte es normal que ocurra con las explicaciones que dan las empresas sobre su estrategia a largo plazo.

Las pruebas de Google que se han conocido recientemente demuestran que la compañía está trabajando con cierto ahínco en la experimentación con drones. De hecho afirman que llevan dos años investigando en este terreno. Todo parte del misterioso –aunque ya famoso– Google X, la división del gigante orientada a proyectos extravagantes, de esos que parecen no tener nada que ver con el negocio de la compañía pero siempre tienen que ver. El de los drones se llama Project Wing y pese a sus dos años de andadura ha sido secreto hasta ahora, aunque Google había adquirido hace unos meses Titan Aerospace, una startup que fabrica drones que funcionan a grandes alturas.

Las aplicaciones del uso de drones, según la propia compañía, pueden ser entregar bienes diversos en condiciones de desastres naturales, incluso para llevar medicinas, baterías y otros recursos de supervivencia a lugares donde no se puede acceder de otra forma. Al principio se pensó que estos aparatos podían resultar útiles para llevar deprisa un kit desfibrilador allá donde alguien estuviera teniendo un infarto. Ahora Google también señala el uso para transportar paquetes de compras de usuarios, igual que dijo Amazon en su momento.

Las pruebas se han realizado en Australia porque las leyes son más laxas que en otros países y además el entorno se presta. Una de las principales razones del escenario escogido es la seguridad. Los drones volaban llevando paquetes de una granja a otra, separadas por grandes distancias. Y es que así se evita que los choques de estos vehículos –a los que aún son propensos– causen daños. Además, Google ha descubierto que cuando a la gente se le acerca un drone con un paquete el movimiento automático es intentar agarrar el paquete. Esto a pesar de que los aparatos suelen tener hélices, que podrían hacer una escabechina con la mano de cualquiera.

Los vehículos, de 1,5 metros de envergadura y con cuatro propulsores eléctricos, son capaces de llevar paquetes de 1,5 kilos. Pero todo esto queda muy lejos. Hay cuestiones de regulación, de espacio aéreo, de intimidad personal y también de comodidad que están sin resolver. Por ejemplo, ¿quién quiere tener drones revoloteando a las cinco de la mañana cerca de su casa? En áreas poco pobladas es diferente, aunque queda por evaluar si estos aparatos serán menos costosos que los transportes que existen actualmente.

Los beneficios de los drones para las compañías

Independientemente de la viabilidad de los drones, las compañías obtienen un beneficio intangible de su experimentación. Aparte de la notoriedad que alcanzó Amazon cuando anunció su programa en medio de la temporada de compras de las pasadas Navidades, estos proyectos muestran a los jóvenes talentos que salen de Stanford y otras universidades el perfil puntero de las compañías. Es decir, sirven como polo de atracción para buscar empleados valiosos.

Si Amazon anuncia un programa de drones Google no se queda atrás, para mostrase como empresa puntera en todos los ámbitos. Por el momento este objetivo parece más palpable que el envío de paquetes, aunque sea en zonas poco pobladas (en Alaska la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos ya ha aprobado algunas operaciones con drones) con el objetivo de sumar nuevos clientes/usuarios. Amazon señaló un margen de cinco años para poner en marcha su programa comercialmente y Google habla de “algunos años más” hasta que el sistema esté listo.

En cuanto a Facebook, que ha comprado la firma Ascenta, diseñadora de drones de gran altitud y propulsados por energía solar, detrás de sus intenciones se halla el proyecto Internet.org. Con este pretende llevar Internet a los dos tercios de la población mundial que hoy están offline. Para esto necesita ampliar las comunicaciones del planeta y los drones son más baratos que los satélites, pero cuentan con algunas de sus capacidades. No es una tarea sencilla porque los drones necesitan una batería que almacene energía suficiente durante la noche para seguir volando, además de albergar recursos de telecomunicaciones. Pero Facebook conoce muy bien del valor que tiene para su negocio que más y más usuarios tengan acceso a Internet.

Imagen: Walter