DRM en HTML: la guerra por poseer la Web

Tim Berners-Lee habló hace unos días en las conferencias SXSW acerca del futuro de HTML, el lenguaje que inventó para construir la Web. Entre sus dichos habituales sobre la posición de la Web como la plataforma universal definitiva para acceder al conocimiento, Berners-Lee dijo algo que desató las protestas del mundo libre (tecnológicamente hablando): “si no ponemos las ayudas necesarias para usar DRM [en la Web], la gente simplemente regresará a usar Flash”.

En este artículo abordaremos la implicación de esas palabras.

Qué es DRM

Con DRM (Digital Rights Management) nos referimos a una serie de tecnologías que, dicho en términos simples, establecen candados a ciertos contenidos digitales. Esos candados fueron creados por los principales distribuidores de contenido, a decir, Sony, Disney, Warner, así como otras empresas que buscan controlar la cantidad y calidad de sus producciones en formatos físicos (DVD, Blu-ray, Kindle) y a través de Internet (Netflix, BBC, Amazon).

Las tecnologías DRM le otorgan el control al productor antes que al consumidor. Visto así, un DVD, un e-book o un Blu-ray con DRM nunca pertenecen del todo al comprador, quien es reducido a un arrendador permanente.

Las DRM operan gracias a tecnologías privadas como Flash de Adobe y Silverlight de Microsoft. Sin embargo, estas tecnologías ha sido superadas a favor del lenguaje nativo de la web, HTML. Ciertamente, Flash y Silverlight se comportan como agentes herméticos dentro de un ecosistema abierto por definición.

HTML y Flash

¿Por qué HTML le ganó la batalla a Flash? Las razones técnicas son varias (pobre desempeño, extrema dependencia del código escrito por una sola empresa, seguridad), pero aquí hubo fuertes razones políticas y económicas: Google y Apple le declararon la guerra cerrando las puertas de sus dispositivos y software a Flash desde 2010. Steve Jobs decía que Flash fue creado para la era de los PC y los ratones, pero que había llegado la era de los dispositivos móviles, una era que le pertenece a HTML y los estándares abiertos. Adobe ni Microsoft pudieron detener esa avalancha de iPads y iPhones, por lo que terminaron adoptando HTML, al menos a la par de sus propias tecnologías cerradas.

Estándares abiertos

Pero, ¿qué son los estándares abiertos en tecnología? Son especificaciones creadas y discutidas por comités públicos especializados en la tecnología en cuestión. Por ejemplo, todos los protocolos que gobiernan el funcionamiento de Internet (como TCP) fueron definidos de manera abierta y descentralizada, tal es así que los podemos encontrar en los llamados documentos RFC.

Los estándares abiertos son importantes porque impactan directamente sobre tecnologías que todos usamos en la vida diaria, especialmente sobre los máximos bienes comunes digitales de nuestra época: Internet (la red de dispositivos interconectados) y la Web (la red de documentos hipervinculados).

En ese último caso, sus estándares son mantenidos por el World Wide Web Consortium y, cabe mencionarlo, es allí donde las DRM quiere encontrar su nuevo hogar.

Anti-DRM

Las DRM tienen varios enemigos jurados, entre ellos la Free Software Foundation (FSF) con campañas constantes contra el uso de esas tecnologías que Richard Stallman llama “grilletes digitales”. Las DRM, “evitan que hagas lo que normalmente harías de no estar ellas allí, y esta es una situación peligrosa para la libertad, la privacidad y la censura”. Cada 3 de mayo la FSF organiza el Día Internacional contra las DRM.

Lo dicho por Berners-Lee es un despropósito, según Cory Doctorow, reconocido escritor y activista por los derechos digitales. En su artículo para The Guardian, Doctorow argumenta que las empresas no deben injerir en la definición de HTML5 (la próxima versión del lenguaje) para permitir el uso de DRM, de ser así, el control sobre las tecnologías que sostienen la Web perderían su espíritu abierto. Al final del día, “los grandes estudios necesitan más de la Web que la Web de ellos”.

Comentarios finales

Las Web y sus tecnologías son demasiado críticas para nuestra sociedad como para permitir que un grupo de poder las asalte bajo argumentos económicos o pragmáticos. Como dice Doctorow, son ellos lo que tienen que aprender a ceñirse a lo que dice la mayoría y no al revés.

Es lamentable que Berners-Lee sugiera aceptar DRM dentro de HTML porque minimiza el valor de la Web abierta frente a los viejos modelos que no han querido adaptarse. Si la comunidad a cargo de la siguiente especificación del estándar HTML rechaza DRM, entonces las empresas tendrán que replantear su modelo de negocios de una buena vez.

Sin embargo, la solución no es tan sencillo, Microsoft y Google apoyan el DRM por razones económicas y son los desarrolladores de los principales navegadores web (juntos abarcan más del 50% del mercado), y es probable que con ese poder caigan en la tentación de esquivar los lineamientos del estándar.

La guerra está en curso. Lo que está en juego es la libertad de ese bien común que es la Web. Lo que está en juego es la posibilidad de elegir qué, cómo, y cuándo queremos ver contenido a través la red, fuera de toda criminalización, y de forma justa para productores y consumidores.