Microsoft retira el DRM de su nueva consola tras las protestas de sus usuarios

Microsoft ha perdido la batalla por apropiarse de los derechos de propiedad de sus usuarios de videojuegos antes de empezarla. Su nueva consola Xbox One, que saldrá a la venta a finales de 2013, no incluirá tecnologías de control ni restricciones al préstamo y a la segunda mano de juegos como querían sus creadores. Pero aun se mantienen cláusulas polémicas que sus seguidores continúan denunciando.

Don Mattrick, presidente de la división de Entretenimiento de Microsoft, ha sido el encargado de anunciar los cambios en la política de uso de la próxima consola tras la tormenta de críticas recibidas desde la presentación de la plataforma en mayo hasta su exposición en la feria E3 2013 que se celebró recientemente en Los Ángeles. “Nos habéis dicho cuánto os gusta la flexibilidad que tenéis hoy con los juegos distribuidos en discos. La capacidad de prestar, compartir y revender los juegos a vuestra discreción es de una importancia increíble para vosotros”, ha escrito en Xbox Wire.

La idea original de Microsoft era utilizar DRM (gestión digital de derechos por sus siglas en inglés) para limitar el uso de los videojuegos comprados en formato físico de tal forma que no podrías ir a casa de cualquier otra persona y utilizar tu disco en su consola.

“También lo es la libertad de jugar sin conexión a internet”, ha añadido Mattrick, en referencia a otra de las características más criticadas. Microsoft quería que cualquier jugador se conectase a la red al menos cada 24 horas para poder utilizar sus juegos, incluso los que no tienen ninguna función online.

Por último, también ha anunciado el abandono de la idea del bloqueo regional que deseaban incluir en Xbox One. Las videoconsolas, como la mayoría de aparatos de vídeo, varían ligeramente en función de la zona a la que van dirigidos (NTSC en América, PAL en Europa), de modo que los fabricantes puedes utilizar esta división para restringir el funcionamiento del software. Es decir, un videojuego japonés no funcionará en una consola europea si incluye el bloqueo regional.

Una consola que escucha todo lo que dices

Una consola que escucha todo lo que dicesPero lo que no ha cambiado aun es la medida que mayor polémica puede acarrear de cara a la privacidad, Kinect siempre activo. Se trata de un hardware anexo a la consola formado por cámaras y micrófono, que sirve como controlador para juegos y menús. La nueva evolución del periférico de Xbox One, más precisa, permitirá ejecutar todos los comandos mediante voz y movimiento de las manos e incluye reconocimiento facial de usuario.

Microsoft demostró cómo Kinect estará activo por defecto en Xbox One, incluso cuando la consola está apagada, porque uno de sus comandos por voz es para encenderla sin pulsar ningún botón. Esto significa que la consola siempre estará escuchando a las personas a su alcance.

A la crítica por parte de la comunidad de usuarios de Xbox se ha unido la preocupación de la agencia alemana de protección de datos, y podría chocar con la nueva ley estadounidense para la prevención de acumulación de información personal por parte de las multinacionales We Are Watching You que espera aprobación parlamentaria.

En su defensa, el gigante tecnológico ha respondido que “tú tienes el control de lo que Kinect ve y escucha” a través del menú de configuración, y que además las conversaciones no quedan grabadas ni son enviadas a una base de datos.

El intento de Microsoft de quedarse con los derechos de propiedad del software que comprarán sus clientes ha sido frenado por la propia reacción del usuario, por una especie de “pre-boikot” que no ha pasado desapercibido en un sector tan ruidoso como el de los videojuegos. Además, sus principales rivales, Nintendo con Wii U y Sony con su PlayStation 4, ya han manifestado que mantendrán las opciones de reventa libres. Por supuesto, hablando siempre de un videojuego en formato físico porque con los juegos descargados se sigue negando la segunda mano.