Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

El fenómeno online del alquiler de pisos por unos días: auge, vacío legal y miedo en los hoteles

Las plataformas de alquiler online esgrimen los beneficios económicos locales de su actividad

Pablo G. Bejerano

Cada vez más personas en España obtienen un ingreso extra alquilando su vivienda en verano e incluso en otras temporadas. Internet es una significativa fuente de difusión de estas ofertas. La plataforma airbnb, que facilita el alquiler entre particulares, registró entre septiembre de 2011 y el mismo mes de 2012 más de un millón de noches reservadas en España, multiplicando por diez la cifra del año precedente (95.000).

El rápido crecimiento de los portales web que hacen de intermediarios entre particulares es una prueba de su éxito y de una necesidad latente. Cualquiera puede anunciar su casa en estas plataformas, cumpliendo con una serie de requisitos, tanto de habitabilidad como de información en el anuncio. Así, las ofertas están estandarizadas según unos datos básicos. Los usuarios pueden comentar sobre un alojamiento y valorarlo (siempre después de haber estado al menos una noche en él), generando un entorno de confianza, ya que también se puede votar a los inquilinos.

El alquiler está asegurado por si se producen desperfectos durante la estancia. Habitualmente los anfitriones solo alquilan sus casas unas pocas semanas al año, ya que son residentes estables. Estas empresas obtienen sus ingresos de una comisión que se cobra principalmente al huésped, según el precio del alojamiento. En el caso de airbnb varía entre el 6% y el 12%, mientras que en 9flats.com, otra plataforma de alquiler privado, el baremo está entre el 10% y el 15%. Una comisión que en el caso de 9flats.com tributa en Alemania, según ha confirmado su fundador y CEO Stephan Uhrenbacher. airbnb, originaria de Estados Unidos pero con oficinas en España, no ha revelado a eldiario.es dónde paga impuestos.

Este alquiler entre particulares por temporadas limitadas, habitualmente para vacaciones, puede verse comprometido por el proyecto de ley de medidas de flexibilización y fomento del mercado del alquiler, que está siendo debatido en el Senado. Con él se modifica la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), que actualmente ampara este negocio y que dejaría de hacerlo si se aprueba la legislación, pasando el testigo a las comunidades autónomas, algunas de las cuales imponen restricciones o sencillamente ofrecen un vacío legal.

Si la LAU se modifica la actividad de estas compañías puede verse afectada, y con ella el mercado del alquiler particular en España. El proyecto de ley deja sin amparo la cesión de una vivienda “comercializada o promocionada en canales de oferta turística”. Está por ver si estas empresas pueden entrar dentro del colectivo señalado. Para Jeroen Merchiers, responsable de airbnb en España, está clara la dirección del texto. “Normativas como el proyecto de ley que se está debatiendo inciden en un modelo que perjudica a nuestra comunidad así como a potenciales viajeros que deseen visitar zonas con poca presencia hotelera y prefieren una experiencia diferente durante sus vacaciones”, apunta.

Uhrenbacher, de 9flats.com, comenta que ya existen otros lugares donde hay restricciones, lo que lleva a una fragmentación del mercado. “En Nueva York ya estamos viendo restaurantes y otros comercios beneficiarse en algunos distritos porque por ejemplo en Manhattan el mercado está comprometido legalmente”, afirma Uhrenbacher.

En Alemania, en ciudades como Hamburgo o Berlín, la legislación impone restricciones al alquiler particular, en la capital la norma varía incluso entre distritos. “En muchas regiones el principal conductor [de las restricciones] es el lobby hotelero”, afirma Uhrenbacher. “En Alemania DEHOGA (la principal asociación del sector) dijo que les costamos a los hoteles el 25% de sus noches”, añade.

Rivales para los hoteles y clientes para los negocios locales

Esta forma de pasar las vacaciones, por un lado, y de obtener ingresos extra, por el otro, es una tendencia en expansión y que tiene un alcance global. “Legislaciones como ésta no son beneficiosas por supuesto, pero a pesar de todo pensamos que es un deseo tan difundido entre la gente el de complementar sus ingresos alquilando, que a largo plazo el crecimiento no se verá comprometido”, postula Uhrenbacher.

Tradicionalmente se observa a estas plataformas como competidores naturales de los hoteles. Ofrecen alojamientos a veces más baratos y adaptables a las necesidades de los inquilinos. El proteccionismo con la industria turística, sobre todo en países donde ésta tiene mucha fuerza, lleva a las instituciones a poner algunas trabas al funcionamiento de estos servicios. Sin embargo, la llegada de visitantes siempre es una fuente de riqueza para su destino.

Merchiers defiende el modelo de airbnb desde una perspectiva de economía local. Hace referencia a los beneficios que aporta la llegada de visitantes a una zona, como el gasto en establecimientos de hostelería, tiendas y otros negocios. “El alquiler de particulares no solo ayuda a aumentar el número de turistas que pueden permitirse visitar una ciudad, sino que también crea prosperidad económica para los ciudadanos de la ciudad”, indica.

Dejar un mercado fuera de la legalidad

Las solicitudes de información sobre casas vacacionales crecieron un 40,2% en los meses de verano de 2012. Los datos los aporta el buscador de alquileres de temporada Rentalia y la cifra de crecimiento es respecto al año anterior, 2011. Esto da idea del interés que suscita este modelo de alquiler. Uno de los sitios donde más se incrementó la demanda fue en las Islas Baleares, con una subida del 56,6%.

Precisamente en Baleares está prácticamente prohibido el alquiler vacacional por la legislación regional. Hasta ahora los propietarios se amparaban en la LAU, pero si ésta se modifica no existirá otra regulación que la de la comunidad autónoma. Ésta recoge que solo las viviendas unifamiliares con un baño por cada tres plazas podrán ser alquiladas, según informa Ultimahora.es. Además, deberán ofrecer servicios propios de un alojamiento profesional (atención al público o limpieza). Las multas por infringir esta ley van desde los 40.000 a los 400.000 euros.

Aunque Merchiers recomienda a la comunidad de airbnb cumplir con la ley, destaca que el consumo convencional está llegando a su fin, y lo que ocurre con el alquiler vacacional es una buena muestra de ello. “Nuestros bienes están desaprovechados el 90% del tiempo y aproximadamente el 20% de las viviendas españolas están vacías”, argumenta. Este tipo de plataformas online ayudan a que la gente rentabilice sus propiedades cuando no las están usando, haciendo que otros aprovechen un espacio que de otra forma se queda vacío.

Estos portales ponen en contacto una oferta y una demanda que ya existía antes en el mercado. Y en los últimos años, los entornos sociales añadidos a los sitios web han aumentado la confianza entre los usuarios. Los votos, los comentarios y la posibilidad de preguntar dudas de una forma fluida contribuyen a crear un espacio con más garantías, sentando las bases para un mercado sólido, capaz de competir con el tradicional.

Imagen: javivA¡zquez

Etiquetas
stats