La industria de los smartphones ha dado un paso hacia delante en la fabricación de hardware. No sólo ha logrado convertir los teléfonos móviles en verdaderos equipos informáticos sino que expandiendo el elemento ‘smart’ a otros dispositivos. Las smart TV son un ejemplo de cómo se han introducido procesadores de cierta potencia en los televisores, que además han adoptado un modelo de software basado en aplicaciones.
Entre los objetos que están adoptando o acoplándose a la tecnología de los smartphones se incluyen los smartwatch. Se trata de relojes que proporcionan funcionalidades adicionales a las que viene ofreciendo tradicionalmente este accesorio. El funcionamiento de la mayoría se basa en su capacidad para conectarse a un terminal inteligente mediante una aplicación móvil.
De esta forma, el usuario tendría en su muñeca información básica acerca de su smartphone o tableta, dependiendo del dispositivo con el que tuviera la sincronización, normalmente a través de Bluetooth. La pantalla de un smartwatch habitualmente muestra mensajes, el correo electrónico e incluso actualizaciones de redes sociales. También permite contestar o silenciar llamadas y recibe ciertas notificaciones relacionadas con el terminal inteligente al que está conectado, como puede ser el agotamiento de la batería.
Marcas y modelos
El fabricante Allerta fue pionero en el lanzamiento de un smartwatch, que apareció en 2010, destinado a sincronizarse con terminales BlackBerry. Llegó al mercado con el nombre de marca ‘inPulse’ y el usuario podía leer mensajes y notificaciones en su pantalla OLED de 1,3 pulgadas.
Posteriormente la compañía ha renovado su línea inPulse y ha añadido su disponibilidad para Android. Recientemente ha presentado otro modelo, Pebble, que puede conectarse con Android e iOS. Su pantalla es de tinta electrónica, por lo que permanece visible a la luz del sol y permite controlar algunas funciones del smartphone. El usuario puede dirigir el GPS o aplicaciones de música como Spotify desde su muñeca. La batería aguanta hasta una semana, según anuncian los creadores. Su precio es de 150 dólares (112 euros) y está previsto que se empiece a vender entre abril y mayo de este año.
El SmartWatch de Sony es otra opción en el mercado. Se trata de un reloj que se conecta a un dispositivo Android a través de una aplicación. A su vez, se pueden descargar aplicaciones que completarán la funcionalidad del dispositivo, mediante las que el usuario podrá ver mensajes procedentes del correo y redes sociales, así como controlar la música o acceder al calendario.
La pantalla del Sony SmartWatch es OLED y se controla mediante gestos táctiles. Es compatible con la mayoría de smartphones y tabletas Android pero no con todos. La batería dura entre tres y cuatro días haciendo un “uso normal” del reloj, según la web oficial. Su precio es de 129 euros y ya está disponible.
Otros modelo es el Cookoo, de ConnecteDevice, que aparentemente es un reloj analógico, pero dispone de un panel LCD bajo esta apariencia y permite controlar funciones del smartphone al que está sincronizado, incluso puede tomar fotografías remotamente. Por el momento está disponible para iOS, pero la compañía trabaja en aplicaciones para Android y Windwos Phone. Dispone de una batería que no es necesario cargar, debido a su larga duración. Su precio es de 129,99 dólares (97 euros).
Toshiba es otro de los fabricantes que se ha sumado a este sector. Recientemente ha presentado un prototipo de smartwatch con una pantalla OLED de 1,7 pulgadas, que muestra también un diseño analógico. El dispositivo tendría la capacidad de medir el pulso.
Todos estos modelos se conectan a un terminal inteligente para desplegar su información. Sin embargo, la compañía italiana I’m representa otra línea de trabajo. Ha construido un smartwatch que dispone de su propio sistema operativo Android, adaptado al dispositivo. En 2012 presentó su primera generación de relojes I’m Watch y ahora en 2013 acaba de lanzar la segunda, que incluye una versión mejorada de la plataforma.
Estos smartwatch funcionan independientemente de un smartphone o tableta. Disponen de sus propias aplicaciones y de una tienda que ha lanzado el fabricante, pudiendo también recibir llamadas. Eso sí, utiliza la conexión a Internet de otro dispositivo. La batería dura tres horas en modo conversación con altavoz y 48 horas en reposo. Su precio es de 299 euros.
De momento Apple y Google se quedan aparte
Los fabricantes de smartwatch han tomado las principales plataformas móviles, iOS y Android, como las preferidas para conectar a sus dispositivos. Pero podría ser que los desarrolladores de estos sistemas operativos se implicaran algo más en este mercado. Si bien no hay nada confirmado oficialmente algunas informaciones apuntan cierto interés de Apple y Google por los relojes inteligentes.
Los rumores acerca de un supuesto smartwatch de Apple no son nuevos. El último capítulo corresponde a dos informaciones de diferente procedencia, una de The New York Times y otra aireada por The Wall Street Journal, han coincidido en el tiempo para decir que la compañía ya está haciendo pruebas con un prototipo y sondeando a sus proveedores de componentes.
Por su parte, Google registró una patente sobre un diseño de smartwatch, que permitiría ver mensajes y recibir información de una red inalámbrica. La tecnología GPS también estaría presente en el modelo presentado.
Si la información acerca de Apple está sin confirmar, tampoco es posible sacar la conclusión de que Google va a lanzar un reloj inteligente en base a este registro. No todos los procesos que se patentan llegan a desarrollarse, incluso a veces únicamente sirven para propiciar o defenderse de ataques legales.