Un grupo de anguilas hembras procedentes del Mar Menor (Murcia) y de la Albufera de Valencia se someterá a un tratamiento de reproducción asistida dentro de un proyecto de investigación dirigido a la conservación de esta especie, en peligro crítico de extinción.
Un centenar de anguilas ya se encuentra en un acuario del Oceanogràfic de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, donde están en proceso de adaptación (cuarentena) y casi a punto de comenzar un tratamiento hormonal pensado para su reproducción en cautividad, un procedimiento inédito hasta el momento.
En abril se iniciará la fase experimental del proyecto con la colaboración de la empresa Rara Avis, dedicada a la investigación y desarrollo de métodos de reproducción asistida en animales en peligro de extinción o alto valor ecológico o económico.
Su director técnico, Ignacio Giménez, y un equipo de la empresa disponen de la hormona de la anguila, que diseñaron en su laboratorio en noviembre de 2014 utilizando las secuencias de ADN propias del pez y con el mismo sistema de producción que se usa para la obtención de hormonas humanas.
Según ha explicado Giménez a Efe, se aplicará una inyección semanal a las anguilas y en función de la respuesta se ajustarán las dosis para la inducción del ciclo ovárico, para “no hiperestimular ni quedarte corto, exactamente lo mismo que en los humanos”.
En anguilas macho ya se ha hecho una primera prueba y se consiguió espermatozoide de “muy buena calidad”, y en este proyecto se les estimulará para que liberen el esperma.
Pero el escollo “más grande” son las hembras, según el veterinario del centro de recuperación del Oceanogràfic Valencia, el Arca del Mar, José Luis Crespo, ya que no se sabe qué pasa con las hembras en el desarrollo larvario y de los huevos.
El tratamiento se desarrollará en grupos de diez o quince hembras, por periodos menores de un mes, y en pocos meses se tendrá algún resultado preliminar.
La UICN (IUCN en sus siglas en inglés, International Union for Conservation of Nature) ha catalogado la anguila como especie en peligro crítico de extinción, lo que supone que en los últimos diez años ha caído su población entre el 80 y el 90 por ciento.
“Si seguimos este ritmo, se extinguirá”, ha manifestado el veterinario, que señala que existe el problema añadido de que hasta ahora no se ha conseguido reproducir en cautividad.
Las anguilas europeas (Anguilla anguilla) migran en “un viaje increíble” desde el mar de los Sargazos, en el Atlántico norte, donde depositan sus huevos bajo la protección de las algas, hasta Europa y el norte de África.
La idea del proyecto es poder reintroducir anguilas en la Albufera, un animal que históricamente ha sido abundante en el lago y que se convirtió en el ingrediente principal de un plato tradicional, el allipebre.
La presión pesquera, la pérdida de hábitat y otros factores han tenido un efecto dramático en la población y ha disminuido considerablemente el número de ejemplares. De hecho, la captura anual en la Albufera ha pasado de 70 toneladas en 1961 a solo tres el año pasado.
Crespo señala que si se logra obtener larvas, su alimentación será otro de los retos del proyecto al tratarse de seres microscópicos, aunque para ello Oceanogràfic Valencia cuenta con la experiencia del acuario de Vancouver, socio del grupo Avanqua, gestor del acuario valenciano.