La portada de mañana
Acceder
Feijóo confía en que los jueces tumben a Sánchez tras asumir "los números"
Una visión errónea de la situación económica lleva a un freno del consumo
OPINIÓN | La jeta y chulería de Ábalos la paga la izquierda, por Antonio Maestre

España prepara una app oficial para impedir que los menores se salten las normas de edad en Internet

Las leyes españolas y europeas establecen unos estrictos filtros de edad para el acceso a determinados servicios digitales, como las redes sociales o algunos videojuegos. Sin embargo, los sistemas de verificación de edad que implantan las empresas suelen ser fácilmente eludibles por los menores, lo que provoca que sea habitual que usen esas redes sociales (cuya edad mínima está fijada en 14 años) o incluso entren en páginas de apuestas o contenidos pornográficos. Varias instituciones españolas han presentado este jueves un sistema para impedir que esto suceda mientras se respeta el derecho a la privacidad.

La iniciativa parte de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y cuenta con la colaboración de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y de la Fábrica de Moneda y Timbre. La herramienta, aún en desarrollo, facilitará que las empresas que ofrecen servicios que no son adecuados para menores “tengan la garantía de que la persona que accede a los contenidos para adultos puede hacerlo, demostrando su condición de 'persona autorizada a acceder'”.

Su objetivo es que esté disponible antes del verano de 2024.

Según ha explicado Mar España, directora de la AEPD, la base de la herramienta será proteger al menor de los contenidos que no debería consumir mientras “se garantiza el anonimato en la navegación por parte de los adultos”. El sistema se basará en una app que está preparando la Fábrica de Moneda y Timbre que se instalará en el dispositivo del usuario y comprobará cuántos años tiene a través de un documento oficial.

Con este sistema la Agencia demuestra que es técnicamente posible proteger a los menores de los contenidos inadecuados a la vez que se garantiza el anonimato de los adultos

Cuando el usuario intente entrar en un servicio con límite de edad, la empresa que lo desarrolla podrá conectarse con la app, que le dirá si la persona está autorizada a acceder o no. En esa comunicación no se revelará la edad o la identidad del usuario a terceros, aseveran las tres instituciones. Solo si puede acceder o no.

“No se trata de que los proveedores de contenidos u otros terceros conozcan que la persona que está accediendo es menor, sino que tengan la garantía de que la persona que accede a esos contenidos puede hacerlo. Es un atributo además que está en el dispositivo del usuario, de manera que no hay ningún interviniente que controle la edad, que controle la identidad, que controle los hábitos de navegación. Es una manera tremendamente garantista”, ha manifestado Mar España.

De esta forma, en el caso de las redes sociales por ejemplo, las compañías no sabrán si el usuario tiene 15 años o 25. Solo que el sistema instalado en su dispositivo le reconoce como un usuario que puede estar en redes sociales.

Voluntario pero abre la puerta a las multas

El uso del sistema será voluntario para las empresas. No será obligatorio que usen la solución técnica que preparan las tres instituciones. Pero España ha adelantado que su lanzamiento definitivo supondrá un punto de inflexión en este campo, ya que hasta ahora las empresas que deben verificar la edad de los usuarios han alegado que es imposible implantar sistemas que puedan hacerlo mientras respeten el derecho a la privacidad de los usuarios.

“Queremos demostrar que estos principios de seguridad y privacidad se pueden poner en marcha con un sistema de verificación de edad efectivo”, ha destacado España. “Ya hemos hecho pruebas de concepto prácticas en Android, en iOS y en Windows, empleando varios proveedores de identidad accesibles a la ciudadanía. También en videoconsolas”.

La directora de la AEPD ha anunciado que “a partir de mañana” tendrán reuniones bilaterales con las diferentes empresas del sector para informarles de sus planes y consultar cómo van a hacer frente al problema de la verificación de edad. “Google, Meta y el resto de compañías pueden desarrollar herramientas similares. Técnicamente es sencillo siguiendo los principios de la Agencia”, ha expresado su directora.

Con el sistema en marcha, el regulador de privacidad será mucho más inflexible con los servicios que no verifique la edad adecuadamente, ha dejado entrever España. Ya sea con la app oficial española o con otro tipo de solución que cumpla ese objetivo y sea respetuosa con la privacidad.

“La herramienta que estamos preparando desde la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre se va a someter estrictamente a las exigencias que ha dictado la Agencia, que para algo es el organismo que lo puede hacer. La nuestra será una de las herramientas que lo puede hacer. Pero si hay alguien que desarrolla otra, será bienvenido”, ha expresado la presidenta de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, Isabel Valldecabres.

En este punto del proceso es donde entra en juego la CNMC, que ha anunciado que a partir de hoy abre una consulta pública dirigida a la industria digital y los distintos agentes implicados “a fin de poder conocer la situación de los sistemas de verificación de edades con el objetivo de conseguir una norma eficiente”. La consulta está abierta hasta el 31 de enero de 2024.

“Esta es la vía adecuada”, ha manifestado Borja Adsuara, abogado especialista el protección de datos que ha estado presente en la presentación del sistema, que ha coincidido con el acto para celebrar el trigésimo aniversario de la AEPD. “Esta aplicación será una manera de obligar a las empresas a que verifiquen la edad de los usuarios, algo a lo que ahora mismo ya están obligadas, pero no lo hacían”, ha recordado.

“A medida que más aplicaciones como esta estén disponibles, creo que veremos más multas en este sentido. Otros países europeos como Francia ya están multando a las empresas que no verifican la edad”, ha continuado Adsuara en conversación con elDiario.es.

Malas soluciones y sus consecuencias

Otro de los motivos que han motivado esta iniciativa de la AEPD es el hecho de que las soluciones que estaba poniendo en marcha la industria, cuando lo hacía, terminaban siendo demasiado invasivas con la privacidad de los usuarios. Se trata de herramientas que permitían que terceros infirieran la edad exacta de los usuarios o su identidad, que pudieran localizar a menores de edad, o que se recopilaran datos innecesarios (como los datos biométricos, ya que algunas empresas han empezado a usar reconocimiento facial para verificar la edad de sus usuarios).

La falta de una solución adecuada ha derivado en la situación actual, en la que todo el peso del control de la navegación de los menores recae en sus familias y no en las empresas que ofrecen esos contenidos que no son adecuados para ellos, ha destacado España.

“El 60% de los adolescentes consume pornografía. De ellos, dos de cada tres pornografía dura”, ha lamentado la directora de la AEPD. “La edad media de su inicio en el consumo se establece en los 12 años. Esto está provocando problemas graves en su neurodesarrollo. Problemas de salud física, salud mental en su capacidad de atención, su aprendizaje, su desarrollo emocional y en la aparición de actitudes agresivas: cada vez hay mayor número de menores delincuentes y menores víctimas, como expone la Fiscalía General del Estado”.

“Además, hay riesgos de acoso escolar, sexting, depresión, importantes desórdenes en la concepción de las relaciones sexuales y sobre todo, un retroceso gravísimo en la igualdad. Al mismo tiempo, niños con ocho o nueve años están accediendo a través de los videojuegos a contenidos de adulto sin ningún tipo de control. Hemos regulado con efectividad en España y en Europa la industria del tabaco y el alcohol para evitar precisamente su consumo precoz por los menores. Porque ya todos sabemos que la evidencia científica demuestra que al ser la etapa más crítica en el desarrollo cerebral, la infancia y la adolescencia, hay que protegerles de este tipo de consumos. Pero sin embargo, en Internet y en el uso del móvil y las redes sociales nos queda todavía mucho por hacer”, ha aseverado.