El desafío de Meta de llevarse Facebook e Instagram de la UE si no se le permite enviar datos personales de los europeos a EEUU ha durado pocas horas. Tras la firme reacción del continente (“Unidos, no nos intimidará algo así”, ha afirmado el ministro de Economía alemán; “los gigantes digitales deben entender que Europa resistirá y afirmará su soberanía”, ha dicho su homólogo francés), la corporación ha bajado el tono y manifiesta ahora que “Meta no amenaza en absoluto con abandonar Europa”.
La compañía ha matizado lo que expresó en un documento al regulador bursátil de EEUU, la SEC, en el que afirmaba que “es probable” que se lleve Facebook e Instagram de Europa debido a la inseguridad jurídica en el envío de información personal a EEUU. “No deseamos en absoluto retirarnos de Europa; por supuesto que no. Pero la simple realidad es que Meta, como muchas otras empresas, organizaciones y servicios, depende de las transferencias de datos entre la UE y Estados Unidos para poder operar nuestros servicios globales”, ha manifestado Markus Reinisch, vicepresidente de Políticas Públicas para Europa de Meta, en un comunicado publicado la noche de este martes.
Los comentarios a la SEC de la multinacional han sido recibidos con dureza por los usuarios, por altos cargos políticos de la UE y también por los mercados, puesto que el continente europeo representa una parte muy importante de sus ingresos. Sus acciones se han dejado casi otro 10% entre el lunes y el martes, que se suma al 23% que cayeron la semana pasada tras la presentación de sus resultados. En total Meta se ha dejado un tercio de su valor en una semana, aproximadamente 250.000 millones de dólares.
En su comunicado, Reinisch alega que “no es cierto” que los comentarios de su compañía a la SEC fueran “una amenaza” de abandonar el continente. No obstante, insiste en que Facebook e Instagram necesitan llevarse los datos personales de los europeos a EEUU para mantener su negocio. “Las empresas necesitan normas claras y globales para proteger los flujos de datos transatlánticos a largo plazo y, al igual que otras empresas de un amplio abanico de sectores, estamos vigilando de cerca las posibles repercusiones para los millones de personas y empresas que utilizan nuestros servicios a medida que avanzan estos acontecimientos”.
A cuenta del envío de datos personales a EEUU
Los problemas de estos envíos de información se remontan al 2020. Ese año el Tribunal de Justicia de la UE tumbó el Privacy Shield (Escudo de Privacidad), un protocolo bilateral entre EEUU y la UE que regulaba la transferencia de datos personales entre ambos bloques, por no proteger debidamente los derechos de los ciudadanos europeos. El acuerdo no ha sido sustituido por otro, pese a lo cual Meta sigue enviando datos a EEUU al considerar que no viola ninguna ley al hacerlo, según han revelado documentos internos filtrados.
“Si no podemos transferir datos entre los países y regiones en los que operamos o si se nos restringe la posibilidad de compartir los datos entre nuestros productos y servicios, esto podría afectar a nuestra capacidad para prestar nuestros servicios, a la forma en que los prestamos o a nuestra capacidad para orientar los anuncios, lo que podría afectar negativamente a nuestros resultados financieros”, explicaba Meta a la SEC.
El de 2020 no ha sido el único posicionamiento contra estas transferencias de datos de ciudadanos europeos hacia EEUU por parte del TJUE. Cinco años antes se produjo otro en el que falló que las leyes de protección de datos de la UE y de EEUU no eran equivalentes, puesto que las normas estadounidenses permiten a sus agencias de seguridad entrar en las bases de datos de sus compañías sin orden judicial. Un envío de información personal sin un acuerdo específico viola los derechos de los europeos, zanjó el Tribunal.
La consecuencia de ese primer fallo fue el Privacy Shield, que fue posteriormente anulado por el mismo motivo. En ambos casos el denunciante fue el activista de privacidad fue el austriaco Max Schrems y la denunciada, Facebook. No obstante, las sentencias dejaron en el aire todas las transferencias de datos, no solo las de la compañía fundada por Mark Zuckerberg.
“No estamos solos. Al menos otras 70 empresas de una amplia gama de sectores, incluidas diez empresas europeas, también han planteado los riesgos en torno a las transferencias de datos en sus declaraciones de resultados”, recalca Reinisch en su comunicado.