Primero compareció ante los tribunales. Después les ganó una batalla. La corte de Westminster, donde está siendo juzgado Lauri Love, dictaminó el pasado mayo que no tendría que desvelar sus claves de cifrado y que su extradición a los EEUU se resolvería a finales de julio. El lunes supimos que finalmente será el 16 de septiembre cuando Nina Tempia, la juez que instruye el caso, decida si el joven es juzgado In the land of the free o se queda en Reino Unido.
Según su abogado, Love se enfrenta hasta a 99 años de cárcel en los EEUU. Está acusado de aprovecharse de una falla de seguridad en ColdFusion para obtener el nivel de administrador en los sistemas -presuntamente- hackeados. ColdFusion es una herramienta instalada en la mayoría de servidores web en Internet que utiliza el lenguaje de programación CFML.
El joven británico está acusado de hackear, dentro de la operación de Anonymous #OpLastResort, los sistemas de la NASA, el FBI y el Ejército de los EEUU, así como la Reserva Federal. También está acusado de hackear a la Agencia de Misiles como venganza por el suicidio, a la espera de juicio, de Aaron Swartz, según ArsTechnica.
Lauri Love ha sido diagnosticado con síndrome de Asperger y depresión. Sus abogados han sostenido en los últimos días que, dadas las condiciones de Love, si finalmente es extraditado a EEUU, se suicidará allí. De momento, tres estados de los EEUU han requerido que sea juzgado allí: Nueva Jersey, Nueva York y Virginia Occidental.
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Love fue detenido en octubre de 2013 en un pequeño pueblo irlandés, Stradishall, que no llega a los 1.000 habitantes. La policía se llevó todos sus equipos y discos duros. Aunque en el momento no fue acusado de ningún cargo, la justicia británica le obligó a descifrar las claves de todos los equipos amparándose en la sección 49 del Acta de Regulación de los Poderes de Investigación -en inglés, RIPA-.
Como sus dispositivos estaban cifrados, la NCA -National Crime Agency, la NSA británica- no pudo entrar en ellos. Es por eso que Love solicitó su devolución, cosa que no sentó nada bien a la agencia del gobierno, que acudió a los tribunales en febrero del año pasado, denunciándole. La primera parte del juicio tuvo lugar el pasado 12 de abril. Como ya contó eldiario.es, el ingeniero compareció en el Tribunal de Westminster y allí se analizaron los dos puntos de vista: tanto su demanda a la NCA como la denuncia de la agencia británica para que entregase sus claves.