En Internet todo pasa muy rápido. Y si por medio se cruza un escándalo como el de Cambridge Analytica, todavía más. Ayer Facebook era una empresa para la que todo el mundo quería trabajar, con una estructura joven, un discurso corporativo idealista y espacios de trabajo innovadores. Hoy pierde las carreras para hacerse con los mejores talentos en su campo y sus trabajadores saltan del barco a la menor oportunidad. Facebook ha dejado de ser un sitio atractivo para trabajar.
Según le han contado una docena de profesionales del departamento de selección de personal de Facebook a la cadena estadounidense CNBC, el porcentaje de éxito de las ofertas de trabajo de la compañía ha caído de forma considerable desde que se destapara su pasividad ante el abuso de la plataforma con fines electorales. Ha ocurrido en varios perfiles de profesionales. Entre los recién graduados, por ejemplo, las ofertas de trabajo aceptadas han pasado desde el 85% que se dio en el curso 2017/2018 al 55% de este año, cifra que cae incluso al 35% entre los alumnos de algunas universidades.
Entre los perfiles más técnicos las dificultades de la red social están siendo aún mayores. En 2016, un 90% de los ingenieros que veían un contrato de Facebook encima de la mesa lo firmaban. En 2019, aproximadamente un 40% de ellos rechazan integrarse en los equipos que desarrollan los diferentes productos de la compañía.
Hasta 2018, los cazatalentos de la compañía tenían más de la mitad del trabajo hecho gracias a la marca Facebook. Hoy, explican esas mismas fuentes, deben responder muchas más preguntas de los aspirantes. El tipo de liderazgo que ejerce Mark Zuckerberg, la presencia de Peter Thiel en el consejo directivo (uno de los mayores inversores de la campaña de Donald Trump y cuya sombra se extiende sobre cuestionables herramientas tecnológicas) o el descontrol de los precios en el área de Silicon Valley son algunos de las preocupaciones de los candidatos.
Los problemas para seleccionar nuevo personal adquieren especial relevancia en un sector de innovación permanente como el tecnológico, en el que Facebook puede tener dificultades para mantener la delantera si no cuenta con los mejores talentos. Obstáculo que se suma a las salidas de ingenieros con dirección a la competencia que se han sucedido desde que comenzaron las revelaciones sobre Cambridge Analytica.
¿Cambio de ciclo?
Facebook ha negado la veracidad de los datos publicados por la CNBC. A través de un comunicado remitido a la cadena, confirmado por una portavoz a eldiario.es, recuerda que “Facebook ocupa regularmente un lugar alto en los rankings de empleadores más atractivos de la industria” y señala que las cifras ofrecidas por los excazatalentos de la compañía “son totalmente erróneas”.
No obstante, los expertos piensan que los datos pueden no ser un hecho aislado, sino un indicio más de que, aunque Facebook haya mantenido sus buenas cifras de negocio y el apoyo de los inversores, su ciclo como empresa referencia de Internet está próximo su fin: “Mi tesis es que, independientemente de cómo estén ahora mismo, están acabados en un horizonte de cinco años”, afirma Javier González Recuenco, experto en marketing digital y fundador de la agencia Singular Targeting.
El experto afirma que hay múltiples factores, aunque uno destaca por encima de los demás, y es que el modelo de negocio basado en minar datos personales de los usuarios de forma opaca e indiscriminada ha caducado. Tanto los políticos como la ciudadanía han tomado conciencia de las prácticas fraudulentas en las que se basa a base de sumar escándalo a escándalo de las grandes empresas que lo explotan, como Google y Facebook. “Dentro de diez o quince años miraremos para atrás y nos preguntaremos en que estábamos pensando… Y entonces te das cuenta de que antes se podía fumar en los aviones, que los doctores recomendaban marcas de tabaco mentolado y que Bayer vendía heroína en jarabe para los resfriados”, recuerda en conversación con este medio.
“Básicamente, ha llegado su hora. Facebook será la primera en desaparecer porque empezará a ser perseguida judicialmente de manera brutal. Hay un paralelismo claro con lo sucedido con Arthur Andersen y Enron. De hecho están intentando que el tema no salpique a Whatsapp e Instagram”, expone.
No es el único publicista que ha elevado dudas sobre Facebook. A finales de 2018 un grupo de anunciantes de EEUU denunciaron a la red social por inflar interesadamente las estadísticas de impacto de los vídeos que se publican en su plataforma. Facebook reconoció haberlas sobreestimado entre un 60% y un 80%, por error. Según la demanda de los anunciantes, a la que tuvo acceso eldiario.es, la sobrevaloración era del 150% como mínimo y en algunos casos llegó al 900%.
“Facebook vive de mantener la mística de que son capaces de ser relevantes en un escenario publicitario. La realidad es que solo funcionan con compras de impulso que entran bien por los ojos. Y te pueden cambiar el algoritmo de manera unilateral cuando les apetece y mandarte a la quiebra, como hicieron con Hawkers”, denuncia Recuenco, que reafirma que tiene las horas contadas: “Google sufrirá mucho, Amazon y Microsoft menos, Facebook está muerta”.