Se aproximan las elecciones y las redes echan humo. Hilos de Twitter, stories de Instagram, grupos de WhatsApp o Telegram, directos en Twitch o Youtube...Es imposible medir y llegar a entender todo lo que está pasando a la vez. Pero hay temas que dominan la conversación durante algunas horas o incluso a veces durante días. En eso, Isabel Díaz Ayuso y su equipo de comunicación parecen tener una especial habilidad.
La actual presidenta de la comunidad madrileña decía hace unos días en un programa de radio y en relación a la noción de libertad que defiende: “Es que en esta forma de vivir a la madrileña (...) cuando uno viene a Madrid tiene múltiples formas de empezar de cero una vida (...) y puedes cambiar de pareja y no volver a encontrártela nunca más”. Esta exageración premeditada consigue movilizar la conversación en redes. Quien la apoya, se encarga de matizarla y de explicar qué lo dice en clave de humor. Quién la rechaza: se escandaliza y lo grita en redes. Y los algoritmos mientras tanto dándole más visibilidad a lo que identifican que genera más conversación.
Todo esto es lo que ha llevado a una treintena de creadores y creadoras digitales hayan elaborado una especie de manifiesto donde se han plantado y han decidido hacer una huelga de memes sobre Ayuso:
- 2 de Mayo de 2021. Entras en Instagram y ahí está. Otro meme de Ayuso que vas a compartir. Poco importa el contexto. Ni cuál es la polémica, ni el debate político al que se refiere. Es humor. Algo que parece destinado a relajar la tensión en medio del cansancio de otra campaña electoral más. Pero…¿Es sólo un meme? Esa es la pregunta que los creadores y críticos del meme nos planteamos desde hace tiempo.
- Desde que empezó su carrera Isabel Diaz Ayuso ha utilizado los memes como parte de una estrategia para viralizar su imagen: Piensa en un argumento político de Ayuso. Probablemente no seas capaz de recordar más de dos. Piensa ahora en un meme sobre ella. Incluso si no te interesa la política seguro que recuerdas más de cinco.
- La estrategia comunicativa de Isabel Diaz Ayuso es fundamentalmente memética: persigue la difusión masiva y viral de su imagen para el consumo instantáneo. Sus intervenciones extravagantes en la esfera pública (sosteniendo la piedra mientras interviene desde su escaño, posando como una virgen con gesto dolorido en la portada de una revista) no aspiran tanto a la representación de ningún proyecto político consistente, como a la proliferación de su imagen descontextualizada en los medios de comunicación de masas.
- Convirtiéndose en meme, Ayuso se garantiza presencia constante en la esfera pública. Teniendo presencia constante en la esfera pública, adquiere la centralidad mediática que necesita para marcar la agenda: decidir de qué debatimos, cuándo lo debatimos y de qué manera lo debatimos. Ayuso busca desesperadamente ser el centro de la discusión pública, y nosotros prestamos nuestros móviles para su causa.
- Por esta razón hemos decidido que durante la campaña no compartiremos ni publicaremos memes con la imagen de Ayuso. No vamos a alimentar esta maquinaria de propaganda. No vamos a hacerle la campaña gratis a la derecha. Y te animamos a que tú hagas lo mismo.
Este es un extracto del manifiesto que puede leerse en solounmeme.com. Va firmado por más de treinta personas y actualmente cuentan con un grupo de Telegram donde hay otras cien. El conocido Youtuber anti-feminista UTBH ironizaba sobre el impacto y la trascendencia de la campaña, haciendo una lectura en un tono ridiculizante del manifiesto para luego afirmar en tono vehemente: “Lo primero que niego es la capacidad que tiene esta gente de controlar sobre qué se hacen los memes”.
“Evidentemente estaba muy por encima de nuestras posibilidades hacer un cerco comunicativo total en redes a Ayuso, sobre todo teniendo un equipo que juega tanto al escándalo, con declaraciones marcianas que buscan desesperadamente la viralización. Pero creo que sí ha servido para señalar el carácter político que tienen los memes, el poder de banalizar o frivolizar ciertas cuestiones que tienen y que con frecuencia nos pasa inadvertido. Esto para mí no quiere decir un llamado a la seriedad, como si todo el componente lúdico y humorístico de los memes fuera una frivolización de ese ‘asunto serio’ que es la política. Al contrario, la cosa se trata de reconocer esa dimensión política del humor en los memes, para utilizarla para hacer política conscientemente, para reírnos o ridiculizar a quien lo merece, y para no desvincular las ayusadas cotidianas de las políticas antisociales y terribles de Ayuso como personaje político”, comenta @Neuraceleradisima, una de las cuentas involucradas en la acción.
“La campaña no iba sobre llamar a la no participación. No es una campaña intervencionista o electoralista, porque nosotros sabemos que nuestra capacidad para impactar en la sociedad en sentido es bastante limitada. O sea, nosotros no pensábamos que fuésemos a cambiar el voto de la mayoría de gente que vota Ayuso, ni que fuéramos a cambiar el signo de las elecciones. Lo hacíamos en otros términos, que tienen que ver más con que la gente tome conciencia de cómo funcionan las redes”, precisa Álvaro L. Pajares, uno de los responsables de @policiadelafecto, otra de las cuentas involucradas.
Para la mayoría de las personas que forman parte del grupo el meme es una herramienta o un fenómeno que ha surgido de Internet y tiene un marcado componente digital. En algunos casos ha cumplido una función socializadora importante: “Yo era consumidora activa de memes, con activa me refiero a que los buscaba y seguía cuentas de memes de personas concretas. El hecho de empatizar tanto con esta forma de comunicar cómico-dramática y admirar la parte estética de algunos memes, me llevó a querer expresarme a través de ellos hace poco más de un año”, comenta @notengotetass. En esta línea, Álvaro L. Pajares cree que muchas de estas cuentas son clave en la ideología de mucha gente joven: “Si habla un político sobre que estamos deprimidos no tiene tanto potencial como que una página de memes empiece a hacer memes uno detrás de otro sobre ese tema” Y añade: "@culomala o @fluorrazepam atraen a mucha gente que se ha empezado a politizar debido a que en nuestros memes se habla de estos temas”.
Muchas de estas cuentas forman parte de lo que algunas de estas personas llaman la “memesfera”. Una comunidad digital en construcción que incluye muchas de estas prácticas y contenidos que emergen en contextos digitales y que está centrada en la producción de memes. En ese sentido esta campaña no es nuevo sino un paso más dentro de un proceso de autoreconocimiento que ya lleva dándose un tiempo:.
“Como en casi toda movimiento subcultural creado en torno a un medio específico se generan escenas, y estas se configuran en torno a intereses comunes, gustos estéticos e incluso afinidades personales (...) La escena actual que hoy llamamos memesfera ha variado mucho desde su inicio, y si bien siguen estando en activo algunas de las grandes cuentas en torno a las que se generó, actualmente tiene bastantes divisiones internas, que no hostilidades, dada la diversificación de intereses y de intencionalidades de cada grupo de creadores”, comenta @derribosydeconstrucciones.
De hecho, sin poder equipararlo a una huelga convencional, lo que se percibe entre líneas es la falta de reconocimiento del trabajo creativo que hay detrás de la producción memética y la necesidad de agruparse: “La memesfera se ha convertido en algo bastante gremial. Tenemos bastante conciencia de hacer una labor productiva conjunta, una labor artística similar los unos a los otros. Nos valoramos los unos a los otros, nos damos apoyo”, comenta Álvaro L. Pajares.
En muchas ocasiones y siendo cuentas cuyo mayor porcentaje de contenidos está dedicado a reflexionar críticamente sobre determinadas cuestiones (aunque todas ellas estén enmarcadas dentro del amplio espectro de lo que podemos considerar “izquierda”), reconocen recibir bastante acoso por parte de sus detractores, habiendo una especial fijación con las cuentas lideradas por mujeres.
“Respondemos a eso desde la colaboración y la solidaridad entre nosotros. Porque la memesfera ante todo es eso, un espacio de cuidados y un espacio de seguridad para nosotros. Estamos muy expuestos y recibimos mucho hate y muchos ataques”, continúa Álvaro L. Pajares. “Hay necesidad de generar lazos en este lugar, a veces tan inhóspito, que es internet; nos ha llevado a crear y compartir contenido en conjunto, un poco desde el querer ser arropada y comprendida por la gente se expresa como tú”, concluye @notengotetass.
Lo que empezó en Internet siendo un vehículo aparentemente banal ha terminado por convertirse en un lenguaje complejo. “Efectivamente descubrí que haciendo memes se llega a muchísima más gente que escribiendo artículos densos sobre Antonio Gramsci y que las posibilidades de intervención política se amplían”, comenta @neuraceleradisima. “Si un meme se vuelve viral y llega cientos de miles de personas, se multiplican sus posibilidades de tener impacto en la opinión pública. (...) Por ejemplo, sucede con el trabajazo de @feminismoen8bits en el que se vale de memes para denunciar el machismo de la comunidad gamer. Creo que el valor del meme como herramienta de comunicación política será cada vez más visible”.
Poco a poco las personas que crean memes generan oportunidades profesionales remuneradas para lo que ha sido durante mucho tiempo un trabajo no remunerado. De hecho, CCOO recientemente contó con @Neuraceleradisima para la realización de una campaña de comunicación en redes, y hay creadoras surgidas de la memesfera como la citada @Culomala o @Grey_trash (firmantes ambas del manifiesto) que empiezan a colaborar regularmente en espacios televisivos o radiofónicos.
Desgraciadamente no siempre es así y como comenta Álvaro L. Pajares: “Resulta irónico porque últimamente, por ejemplo, con esto de la campaña, se nos han acercado a muchos de nosotros partidos políticos y políticos a pedirnos ayuda, a pedirnos consejo, o para participar en su campaña. Pero claro, de manera no remunerada. El meme no se considera todavía que esté a la altura de un spot publicitario”. A lo que @derribosydeconstrucciones añade: “Esto es como cuando empezó la música electrónica a hacerse popular y la gente más crítica decía que eso era pulsar dos botoncitos y poco más”.
El próximo martes serán las elecciones de Madrid y la huelga de memes probablemente dejará de tener sentido. Lo que no va a desaparecer es un ecosistema digital diverso y muy interesante en el que los memes ocupan un lugar transversal entre la tecnología, la política y la cultura que la gente joven sigue usando para expresar sus miedos e ilusiones. Los memes son un rastro digital que está documentando en tiempo real las vidas de una generación que ha sufrido y sigue sufriendo los efectos de la precariedad laboral y de un sistema en crisis permanente incapaz de ofrecerle soluciones. La próxima vez que veas un meme podrás tener esto en cuenta: no es solo un meme. Son sus vidas.