El imparable fraude publicitario que acosa a los famosos: el cofundador de Apple denuncia a Google por no actuar

Barack Obama, Fernando Alonso, Bill Gates, Pablo Motos, Elon Musk, Amancio Ortega, Jeff Bezos, Pedro Almodovar, Warren Buffet, Jordi Évole... la lista de personas conocidas que caen víctimas de la estafa publicitaria que usa su imagen para promocionar fraudes con criptomonedas no para de crecer. Da igual su profesión, trayectoria o procedencia, cualquier personaje conocido puede ver cómo los cibercriminales utilizan sin permiso su cara para lucrarse. Son el gancho de anuncios engañosos publicados en páginas web, medios de comunicación y redes sociales, que consiguen pasar los filtros de la publicidad al por mayor de Google.

La operación suele ser rápida y barata. Estos anuncios trampa con la cara de un famoso se cuelan con la publicidad programática y consigue mostrarse ante unos pocos miles de usuarios. Uno de los patrones más repetidos es que ese famoso ha invertido en un nueva criptomoneda, ha ganado mucho dinero y explica al resto de usuarios cómo hacer lo mismo. Con que un ciudadano caiga en el engaño puede ser suficiente para recuperar la inversión en publicidad. Si Google o las webs que los alojan los cazan, los cibercriminales eliminan las cuentas con las que financiaron esos anuncios, abren otras nuevas y vuelven a hacerlo. El problema lleva años enquistado, con la imagen de los famosos apareciendo una y otra vez como señuelo. Ahora, uno de ellos ha dicho basta: Steve Wozniak, cofundador de Apple, ha interpuesto una denuncia contra YouTube y Google por su papel de intermediarios en este fraude.

“La estafa utiliza imágenes y vídeos de Steve Wozniak para convencer a los usuarios de YouTube de que está organizando un evento en directo sobre ”BTC“ u ”Obsequios de Bitcoins“ y que, por un tiempo limitado, cualquier usuario que envíe bitcoins recibirá el doble de vuelta. Pero cuando los usuarios transfieren sus criptomonedas, en una transacción irreversible, no reciben nada de vuelta”, describe el texto la demanda, presentada en juzgado de California por el cofundador de Apple y otros 17 afectados. Las capturas que adjunta la demanda muestran que algunos de esos vídeos acumulan decenas de miles de reproducciones.

Wozniak asegura que ha estado viendo esos anuncios trampa “durante meses”, aunque no es eso lo que le ha impulsado a llevar el caso a los tribunales. Al contrario, ha sido el contraste entre el comportamiento de YouTube y de Google ante este tipo de estafas durante años con el que ha mostrado Twitter cuando ha tenido que enfrentarse a ello. La red social sufrió la semana pasada el ataque de un grupo de ciberestafadores que consiguieron colarse en su panel de control y robar las contraseñas de las cuentas de docenas de celebridades. Las utilizaron para publicar tuits desde sus cuentas con el fraude de las criptomonedas. En este caso prometían regalar el doble de bitcoins a cada persona que hiciera una transferencia a una cuenta controlada por los estafadores.

“Voy a devolver a mi comunidad lo que nos ha quitado la Covid-19. Cualquier suma de bitcoins enviados a mi dirección será doblada y enviada de vuelta. ¡Si envías 1.000 dólares, te devolveré 2.000!”, se leía, por ejemplo, en un tuit enviado desde la cuenta oficial del expresidente de EEUU Barack Obama. Tras unos minutos de confusión, Twitter reaccionó apretando el botón nuclear. Después de borrar esos mensajes, desactivó por completo la capacidad de tuitear de todas las cuentas verificadas (el procedimiento por el que la red social confirma que un perfil está realmente manejado por esa persona), lo que equivale a que casi todos los famosos, cuentas oficiales de instituciones o grandes empresas quedaron en silencio.

“En marcado contraste, desde hace meses, la acusada YouTube ha estado alojando, promoviendo y beneficiándose directamente de estafas similares”, acusa la demanda del cofundador de Apple: “Youtube ha tenido un flujo constante de vídeos de estafas y promociones que usan imágenes y videos falsos del demandante Steve Wozniak, y otros famosos empresarios de tecnología, y que han defraudado millones de dólares a los usuarios de YouTube”.

Wozniak asegura que la plataforma de vídeo se mostrado “indiferente” ante sus “reiteradas quejas” para detener “este uso no autorizado de su nombre y apariencia”, lo que daña su reputación. Contactadas por elDiario.es, ni YouTube ni Google han hecho ningún comentario específico sobre la demanda de Wozniak. “Actualmente estamos revisando esta reclamación, pero nos tomamos muy en serio el abuso en nuestra plataforma y tomamos medidas de forma inmediata cuando detectamos casos en los que se violan nuestras políticas, como estafas o intentos de suplantación de identidad”, ha manifestado una portavoz de la plataforma de vídeo.

“El escándalo llega a España”

La demanda de Wozniak supone la primera vez que esta situación llega a los tribunales. Aunque en las últimas fechas los cibercriminales han elegido redes como YouTube o Twitter para colar los ganchos a este tipo de estafa, durante años su objetivo preferido han sido los medios de comunicación. Este tipo de anuncios trampa fingen ser una noticia más: “Sr. Mejide confiesa en noticias. El escándalo llega a España”; “Alonso lo perdió todo”; “El tribunal absolvió a Ana Rosa. Ana Rosa fue a la corte después de una entrevista” son algunos de los fraudes que se han colado entre la publicidad programática de los medios de comunicación en las últimas fechas. Tras esos ganchos siempre suele estar la estafa de las criptomonedas.

Este tipo de publicidad se introduce de forma automática en los medios de comunicación mediante un servicio de Google denominado Ad Exchange. El medio tiene capacidad para vetar anuncios de determinadas temáticas, pero no se le pide permiso previo para publicar cada uno de ellos. Una vez insertada en la página, la única opción para desactivar la publicidad maliciosa es hacerlo manualmente. Algo no siempre fácil dado que, por regla general, los estafadores no suelen hacer grandes pagos a Google y sus anuncios se muestran pocas veces.

La narrativa de estos anuncios trampa insertados en los medios es variada. Pueden ser similares a los “Obsequios de Bitcoins” que ofrecían las cuentas de los famosos estadounidenses tras el ciberataque contra Twitter, escondiendo estafas con criptomonedadas (“La última inversión de Almodóvar asombra a los expertos y aterroriza a los grandes bancos” fue un caso que afectó a elDiario.es en 2018). Pero también pueden recurrir simplemente a los titulares alarmistas “La carrera de Alberto terminó. Saber más”, narraba un anuncio fraudulento que se valía del cocinero y presentador Alberto Chicote. Es un problema que afecta a otros servicios de Google además del publicitario, como el de difusión de noticias Google Discover.

Aunque la multinacional tecnológica asegura que borra miles de millones de anuncios que no cumplen con sus reglas al año, la situación había entrado en un punto muerto con los anuncios trampa que conseguían saltarse sus filtros. La denuncia de Steve Wozniak podría suponer un punto de inflexión.