Madrid, 25 mar (EFE).- A los jóvenes les cuesta identificar los mensajes de odio en las redes y no saben cómo actuar cuando se enfrentan a ellos, unas dificultades que han motivado que la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) y Maldita.es hayan puesto en marcha el proyecto “No More Haters”.
El proyecto “No more Haters”, presentado este jueves en rueda de prensa, pretende romper la cadena del odio en internet y ayudar a los más jóvenes -espera llegar a 35.000 chicos de entre 14 y 29 años- a identificar y combatir este tipo de mensajes ofensivos.
Estas organizaciones han estudiado la concepción que los más jóvenes tienen de los discursos de odio, han creado una aplicación móvil y web para combatir este contenido nocivo y han impulsado una guía docente para trabajar esta problemática en el ámbito educativo.
A través de la investigación “Romper las cadenas de odio, tejer redes de apoyo: Los y las jóvenes ante los discursos de odio en la red”, la FAD y Maldita.es han analizado cómo los más jóvenes no están preparados para identificar estos mensajes, les cuesta detectarlos porque pueden confundirlos con una broma o con libertad de expresión, y tampoco saben qué hacer cuando son testigos o víctimas de los mismos.
Casi cuatro de cada diez jóvenes ha visto páginas web donde se ataca a personas o colectivos, especialmente a la comunidad LGTBI, poblaciones migrantes y de distintas etnias y a las mujeres que se posicionan como feministas. Además, la desinformación y el anonimato contribuyen a esparcir esos mensajes de odio.
“Internet es un caldo de cultivo para estos mensajes”, ha explicado la directora general de la FAD, Beatriz Martín, que ha destacado que las poblaciones más jóvenes no están preparadas para posicionarse en contra de los mismos, por ello es necesaria la sensibilización y la promoción de la empatía y el control.
El desarrollo de un “pensamiento crítico” y trabajar en valores y emociones es fundamental para luchar contra este contenido, ha añadido.
La impunidad de las redes sociales y la facilidad de herir a una persona sin conocer la identidad del agresor favorecen el mensaje de odio y su difusión.
Muchos de los entrevistados para la investigación coinciden en la necesidad de establecer normas claras para hacer frente al problema: es fundamental una mayor implicación institucional y hacer partícipes a las comunidades vulnerables para evitar que se fomente la revictimización.
Uno de los peligros de internet es la legitimación de los discursos de odio al tratarse de mensajes virales y normalizados, según la FAD, y las plataformas no cuentan con las herramientas necesarias para evitar la proliferación de este contenido.
En el combate del discurso del odio deben desempeñar un papel los centros educativos, como espacios seguros donde abordar esta problemática.
Durante la presentación de este proyecto se ha resaltado que la aplicación “No More Haters” ayuda a los usuarios a saber identificar y reaccionar ante situaciones de odio y la desinformación de una forma lúdica.