El nuevo asistente de inteligencia artificial de Google, Bard, ya está disponible en España. La multinacional ha extendido este desarrollo a toda la UE desde primera hora de este jueves, a donde llega con un par de meses de retraso respecto al resto del mundo tras satisfacer las dudas de los reguladores de privacidad europeos. “Hemos estado en contacto con ellos para alinearnos con los principios del Reglamento General de Protección de Datos de la UE desde el lanzamiento”, ha explicado Jack Krawczyk, director de Gestión de Productos de Google.
Bard es una IA generativa de texto de capacidades similares a ChatGPT. Es un sistema conversacional con el que el usuario puede interactuar a través de mensajes de texto para pedir respuestas, organizar ideas o solucionar problemas, como en el popular desarrollo de OpenAI. Silicon Valley confía en que esta nueva tecnología revolucione el mercado de las búsquedas de información, aunque Google aclara que Bard sigue siendo una tecnología “experimental” y puede cometer errores factuales. Bard se ha incorporado como una opción de búsqueda más.
La multinacional ha aprovechado el lanzamiento de Bard en la UE para incorporar nuevas funciones. Entre ellas, está la posibilidad de escuchar sus respuestas de forma similar a como funciona el traductor de conversaciones. A partir de ahora también se podrá configurar para que responda en cuatro modos: sencillo, largo, corto, profesional o informal, aunque por el momento esta función solo estará disponible en inglés.
La ampliación de Bard a la UE coincide con su puesta en marcha en nuevos idiomas, como el alemán. En total puede responder en 40 lenguas, entre las que de momento no están las cooficiales en España. Krawczyk ha adelantado no obstante que Google “ya está en ello”. “Catalán, euskera, etcétera, los incorporaremos en el futuro. Hemos estado trabajando para llevarlos al mercado, pero todavía estamos entrenándolo. Aunque el sistema sea capaz de responder en una lengua, primero tenemos que enseñarle cómo responder de forma responsable”.
El nuevo paradigma de las búsquedas
Bard es la respuesta de Google al ataque de Microsoft, que incorporó una versión mejorada de ChatGPT a su buscador Bing para disputarle el mercado de las búsquedas. Según ha adelantado Krawczyk en una reunión con periodistas a la que ha asistido elDiario.es, Google no aspira a que Bard cambie la forma en la que los usuarios se relacionan con su buscador, sino para complementar las actuales búsquedas de información “de forma creativa”.
“Hasta ahora los ordenadores han sido prescriptivos y literales. Le dices a un ordenador lo que tiene que hacer y lo hace. Coge toda la información del mundo y la reduce a la información que necesito: ¿cuál es la cafetería más cercana a mi oficina en este momento? Esto es algo que el buscador lleva décadas haciendo y ha supuesto una enorme transformación para la sociedad”, expone el ejecutivo de Google: “Lo que introduce Bard es una nueva capacidad informática. No se trata de reducir la información que ya existe, sino de ayudar a ampliarla. Los ordenadores son, por primera vez, capaces de ayudarnos con la creatividad”.
Los ordenadores son, por primera vez, capaces de ayudarnos con la creatividad
Como ejemplos de este uso de la vida cotidiana, Krawczyk ha asegurado que les han llegado comentarios de un fontanero que lo utiliza para explicar de forma más sencilla a sus clientes por qué hay que cambiar un calentador de agua en vez de reparar las piezas. “Bard ayuda a ser un comunicador más eficaz, es un contador de historias y por eso lo hemos llamado así (bardo, en castellano)”.
“También ayuda a organizar ideas. Yo por ejemplo tiendo a ser un pensador muy desestructurado. Al comienzo del día, a menudo abro Bard, pulso el botón del micrófono y hablo durante 2 o 3 minutos de los 27 pensamientos en mi cabeza. Lo que Bard es capaz de hacer es tomar el texto que proporciono, sintetizarlo y desglosarlo. Me dice: en realidad, estos son los tres temas de los que estás hablando. Es capaz de estructurar mis pensamientos”.
Bard y la privacidad
La decisión de Google de aplazar la implantación de Bard en Europa llegó pocos días después de que varias agencias de privacidad de la UE, entre las que se encuentra la española, anunciaran una investigación a gran escala contra ChatGPT. Los reguladores quieren saber qué tipo de datos almacena de sus conversaciones con los europeos y cómo los usa, así como si su entrenamiento ha incluido información personal.
En el caso de Bard, Google ha explicado a este medio que su sistema “recopila datos como conversaciones, ubicación, comentarios e información de uso”. La compañía explica que los usará para “proveer, mejorar y desarrollar” sus productos, pero una portavoz ha aclarado que “no las están usando” para fines publicitarios.
“Las personas pueden elegir por cuánto tiempo quieren que Bard almacene sus datos en tu cuenta de Google. De forma predeterminada, Google almacena la actividad de Bard en las cuentas de Google durante un máximo de 18 meses, pero se puede cambiar a tres o 36 meses. También se puede desactivar esta opción por completo y eliminar fácilmente la actividad de Bard en g.co/bard/myactivity”, han añadido las mismas fuentes.